A veces, no sé cómo lo hago. A pesar de tener la cabeza en cualquier sitio menos en el que tiene que estar, por un momento vuelve a la realidad y consigue salvar la situación. Por muy extraño que parezca, parece ser que mi propio yo prefiere centrarse a su manera, durmiendo poco y a deshoras. Le parecerá divertido, supongo. Esto me llega a hacer pensar que, al fin y al cabo, el esfuerzo se nota cuando no sé ni cómo consigo olvidarme por un instante de todo lo que me ha hecho entrar en bloqueo días anteriores y; ahí estoy yo, con todo lo que tengo más que aprendido. Sin darme cuenta, vuelve a ser ese momento en el qué, sin ser consciente del todo, simplemente me relajo, bajo todo pronóstico. Entonces, me demuestro a mí misma que soy más capaz de conseguirlo de lo que yo creo. De vez en cuando, no está mal reconocer que algo estás haciendo bien, sino no habrías llegado hasta aquí, ¿no crees?
Es como si estuvieras flotando en una burbuja sin querer entender que aunque te esté costando, lo estás haciendo. Es más real de lo que crees, por mucho que ahora no te des cuenta, simplemente te tienes que dar tiempo a ti misma. Es curioso que al tener la sensación de que estás levitando y no eres consciente de lo que haces, tu subconsciente (por llamarlo de alguna manera) te envía una señal de alerta y consigues seguir adelante por muy duro que sea.
Probablemente, no me estés entendiendo o sí, ¿quién sabe? Pero es que a veces no me entiendo ni a mí misma.
2-02-2019