capítulo 15

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Era jueves en la noche y había una tormenta afuera, mañana en la mañana se haría la intervención en la que Joey se había estado cuidando había 2 semanas y media...
Ana había vuelto a tener una recaída y quedó postrada en la cama muy débil... ella estaba preparada para recibir la donación ya que había logrado destruir las células cancerosas
Joey la observaba dormir con la mascarilla de oxígeno, miró a la perrita chillando al ver a Ana tan enferma
- Pequeñita... tranquila ya verás que Ana se pondrá bien - respondió joey acariciando a la cachorra en el hocico
La perrita le chupo los dedos y siguió apoyada en las piernas de ana... vigilando de que nada le pase
- Hola joey - saludo el médico
- Hola doctor...- susurró él mirando a ana dormida

- Se curó - contestó el médico
Joey sonrió - Eso es muy bueno pero... ¿Por qué esta así?- preguntó Joey borrando su sonrisa a una cara de pura preocupación
- Se destruyeron las células cancerosas malas y también muchas células buenas... esta vulnerable a pescar cualquier cosa y por eso haremos la intervención mañana temprano... Ana pidió que la lleven al quirófano y presenciar todo el procedimiento
Te sacaremos a ti y al instante le daremos a ella las células de la médula - explicó el médico
- ¿Después que vendría?- preguntó joey
- Estará en aislamiento por un mes, en ese tiempo debería restaurar todo el equilibrio en el organismo de Ana... tendrá que venir para observación pero estará bien - contó el médico

- ¿Estará incluso lejos de Mi?- preguntó él
- Si, de todos.... sólo para evitar que contraiga infecciones - explicó el médico
- Bien... gracias doctor - contestó joey
- Descansa... adiós - se despidió el doctor
Joey fue a comprar comida, refrescos para comer... compró comida para la cachorrita y volvió al hospital
Al abrir la puerta vio a Ana acostada sobre su costado derecho, la perrita comenzó a ladrar tiernamente y él se rió por aquello
- Soy yo pequeñita - contestó joey sonriendo
Agarró un pequeño tazón de la mesita de noche y lo lleno de comida para cachorro... lo puso al lado de Ana y la perrita comenzó a comer mientras movía la colita muy alegre

Se sentó en la silla, la miro a Ana quien seguía durmiendo, le sacó el envoltorio a la hamburguesa y le dio una gran mordida... Ana abrió los ojos muy lentamente y con la boca llena
- Que cerdo eres para comer - susurró ella mirándolo
Él trago la comida y la miro
- Hola mi amor... ¿Cómo te sientes ahora?- preguntó joey preocupado
- Mal... muy mal - contestó ella triste
- No te pongas triste preciosa, ya verás que te pondrás bien - respondió él
Joey después de unos minutos se comió toda la hamburguesa, eructo y Ana se rió tiernamente... tomó el refresco y la miro profundamente
- Por lo menos te hice reír - contestó joey sonriendo
- Que cerdo eres - susurró ella riendo despacio

- Si... lo admito, pero te hice reír, y eso me alcanza y me sobra preciosa - contestó él mirándola atentamente
Ana miró a la perrita comiendo el alimento
- Debes llevarla a hacer sus necesidades - contestó ella dulcemente
-Lo haré cuando ya termine su alimento... tú debes tratar de dormir - dijo él mirándola a los ojos
Después de un rato Ana se durmió, joey le puso la correa a la cachorrita y la llevo al parque del hospital para que hiciera sus necesidades
Él la miro a la cachorrita buscar un lugar, miro que estaba por empezar a llover de nuevo
- Pequeñita... Haz rápido o nos vamos a mojar - contestó joey mirando la perrita
La cachorra hizo sus necesidades y después joey la llevo a la habitación de nuevo

Le quito la correa y la puso en la camilla con Ana, él se sentó en la silla y se apoyó en la barriga de ella... la miro dormir y se durmió plácidamente
Ana se despertó por los ladridos de la cachorrita, vio a tres enfermeras preparando una silla de ruedas que supuso que era para ella
- Joey - susurró ella tratando de despertarlo
Él despertó y vio a las enfermeras, se levantó y acaricio suavemente a la cachorrita
- Ven preciosa, Sujetate - contestó él
Ana se agarró del cuello joey, la cargó en sus brazos y la sentó suavemente en la silla de ruedas
- Quiero llevar a mi perrita - contestó ella dulcemente
- No puedes llevar perros... lo llevaremos afuera - contestó una enfermera

Niña de amor dulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora