•|Epílogo|•

43 22 0
                                    

10 DE OCTUBRE DE 2016. (16 años)

Cubierto de esta sustancia roja, espesa y asquerosa que ya conocía muy bien, traté de quitar la cuerda que tenía amarrado a mi cuello.

Asfixia, dolor de cabeza... Un frío que se hacía presente en mi cuerpo concentrándose más que todo en mi garganta, sentía como temblaba cada parte de mi y mis ojos y lengua ardían.

No puedo esperar a que sea un sueño este día malicioso, ahora la vida de mi padre y la mía dependía de morir o intentar sobrevivir lo mas que pueda; pero sus minutos eran contados.

-Hijo...

Su palabra esforzada hizo eco por la habitación mensurable, llena de restos de personas podridas y pulverizadas, con paredes blancas manchadas de cualquier líquido proveniente de un cuerpo humano.

Hijo, esto apesta Pronunció escupiendo sangreSi no salgo de aquí y tu si...

¡Lo logré!, he desatado el desgraciado nudo.

Con mis pocas fuerzas caí al piso bruscamente; agradecí a Dios por hacérmelo un poco fácil y no permitir que perdiera el conocimiento antes de largarme de una vez por todas al temido infierno.

Mis piernas no tenían fuerza, sentía el alivio de volver a respirar bien y entrar un poco en calor.

Sal de aquí, no confíes en nadie ¿bien?, Arthur... Cuida a Arthur y a la constelación que han quedado, ahora estás a cargo de lo que queda de mi, no la caguen hijo, elige cada miembro con cautela.

AYRTON: Cuándo llega la investigación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora