AYRTON: Cuándo llega la investigación.

Capítulo 3

-No puedo permitirte bajar, no es nada seguro. - súplicas de mi padre tomando mi mano con fuerza haciendo que me levantara de golpe del puso de arena donde estaba sentada hace un momento.

-¿No es seguro para mi? ¿o no es seguro para ti?, papá - Ésta ultima palabra que salió de mi voz la enmarque con fuerza y dureza al contrario de las anteriores.

Sentí como mi muñeca fue halada llevándome lo que sea que fuese que me había tomado esta parte de mi brazo al hueco estrecho que se encontraba delante de mi.

Él, el encerrado en ¿un nuevo lugar? extraño, oscuro y sin mucha producción de oxigeno. Hace calor aquí debajo.

-Ahora eres mía, preciosa.

Estaba tan cerca de mi, se notaba más alto, más fuerte. Parte de su piel en un color mas intenso que el rosa, llena de moretones y cortadas.

-Estás tan mal y bien a la vez, luz.

Luz... Luz... Mía, luz, Mía, Miiia...

-¡MIIIIIIA!, por Dios estás sudando.

Levanté mi medio cuerpo de la cama causando un ruido aturdido en mi, mareos, náuseas y dolor de cabeza fuerte fueron los síntomas de este gran despertar.

Cerré un poco mis ojos para ver a la persona que estaba frente a mi, mi vista borrosa lucha contra el mundo para lograr aclararse hasta que por fin, lo logro.

Mya está frente a mi apoyándose en la pared rosa, un pié en esta pared y en otro en el suelo, sus brazos cruzados envueltos en las mangas largas de encaje las cuales porta con su top del mismo color, medias largas transparentes y un short de jeans corte alto lleno de cadenas y dijes plateados.

Mierda, la tarea de hoy.

Más que claro está que me he quedado dormida, así que mi hermana se va de mi habitación y tomo un baño rápido de cinco minutos; al salir escojo unos pantalones corte alto pegados a mis piernas, con una blusa corta y una chamarra larga que llega hasta mis rodillas, y de calzado, unas botas con tacón.