Parecía que ellos eran un poco distraídos de las cosas que pasaban a su alrededor, pero su cabeza estaba llena de órdenes y misiones asignadas por el líder como para poner atención a otros detalles de su vida aburrida y cotidiana. Hace años que estaban asignados como miembros oficiales de esta organización criminal rango S llamada Akatsuki, pero recién han notado cambios en los comportamientos normales del líder... del líder y Konan más precisamente.
El resto de Akatsuki comenzaba a sospechar que algo ocurría con aquellos dos... y un día se empeñaron en averiguarlo.
*Sala de estar de la guarida Akatsuki. Eran las cuatro de la tarde de un viernes.*
- Akatsuki - automáticamente, todo el ambiente quedó en silencio - Konan y yo saldremos a buscar más datos del jinchuuriki del Kyubi. Tenemos calculado llegar a la hora de la cena - dijo el todo poderoso Pain, encaminándose hacia la puerta de salida con la única mujer del grupo - hoy le toca cocinar a Kakuzu. Cuando lleguemos, esperamos encontrar todo en su lugar, ¿entendido?
- Entendido - dijeron a coro los demás miembros, entendiendo que la cena debía estar lista antes de que lleguen ellos.
- cuando lleguemos, no quiero encontrarme con ningún rastro de que hubo una fiesta salvaje y desenfrenada. Habrá consecuencias si eso pasa, ¿entendido?
- entendido - dijeron a coro los demás Akatsukis, algunos que otros maldiciendo por lo bajo.
- Pain, con eso creo que es suficiente -dijo Konan, posando suavemente una mano en el hombro del líder.
- vámonos.
Los otros Akatsukis que quedaron en la sala de estar observaron minuciosamente cada uno de los movimientos que hicieron Konan y Pain antes de irse. Querían asegurarse de que se habían marchado lo bastante lejos como para que no oigan sus voces. Pararon sus respiraciones, se mantuvieron inmóviles para observar mejor si se marchaban o no, se vivió un clima de tensión en ese entonces.
- ¿Ya? - preguntó el religioso albino, impaciente como siempre.
- espera - dijo el de los ojos rojos, observando la puerta para ver si veía el chakra del alguno de los dos. Vio durante unos momentos más... nada - listo.
- ¡Ateo de m*erda! ¿Cómo se atreve a prohibirme el alcohol?
- encima que ha salido bastante dinero.
- tranquilos. Algún día se nos dará la oportunidad, hum.
- yo soy un buen chico. No debo tomar alcohol.
- Me fastidio cuando empieza con eso del buen chico. Pero tiene razón, no debemos.
- Jashin lo castigará por no dejarme hacer uno de mis placeres.
- pensé que el único placer que tenías era sacrificar cualquier cosa viviente para tu Dios.
- tengo otros placeres aparte de Jashin, pececito cirujano azul.
- ¿cirujano azul?
- ¿nunca has visto "Buscando a Nemo"? - para hacerlo recordar de la película y de la raza del pez, Hidan comenzó a cantar mientras hacía un gesto con las manos parecido a los que hace una persona al abrir una cortina - Nadaremos... nadaremos... en el mar, el mar, el mar...
- ¡¿Acaso dices que me parezco a Dori, idiota?
- Kisame, Hidan. Cállense, por favor. Hay cosas más importantes para discutir - interrumpió Sasori, fastidiado - como por ejemplo...
- sí, todos pensamos lo mismo - dijeron las dos partes de Zetsu.
- siento algo extraño al líder - agregó Itachi, demostrando interés en la conversación.
