*** En el capítulo anterior de "Revolución Akatsuki: las dudas sobre el líder" ***
- siempre me haces lo mismo, pero siempre te vuelvo a repetir la misma frase: fuimos y somos amigos desde la infancia, puedes tratarme con confianza - "¿Amigos de la infancia?" se repetía el chico, dándose por enterado. Pain acomodó unos papeles, volteó mirando a Itachi y dijo - cierra la puerta.
El Uchiha se volteó para ir a cerrar la puerta... y, cuando terminó de hacerlo, ocurrió algo inesperado...
Brazos... brazos blancos que se movían de una manera lenta y sigilosa, comenzaban a abrazarlo por la cintura. El abdomen de Itachi sentía como unas varas de metal lo clavaban de una manera casi dulce.
Una voz grave comenzó hablarle al oído, el Uchiha sintió escalofríos.
- me tenías loco esperándote aquí, estaba tan solo en esta maldita habitación... No puedo estar sin sentir tu perfume.
CAPÍTULO 4: Hirviendo a fuego Amaterasu
Esa nariz... esa nariz con otras frías varas de metal exploraba su cuello, de una manera lenta y seductora. Recorría cada milímetro a su antojo, disfrutando cada segundo del aroma que desprendía Konan... una dulce combinación entre rosas y duraznos.
Itachi no podía contener sus nervios, tensó su espalda en muestra de ello. Trató de no tener el tic nervioso del ojo y pensaba en una excusa para escapar de esa máquina de hormonas que se hacía llamar "líder".
Pero de repente...
Ese calor... ese calor húmedo que empezó a sentir en el cuello. Unos músculos llamados labios hacían eso. Iban suavemente dejando el calor en pequeñas proporciones en su cuello y se movían al compás de su lenta respiración, mientras que las rosas y duraznos embriagaban al enamorado.
Los nervios provocaron que Itachi se sonrojara... al no poder gritar desesperadamente auxilio y al reprimir tanto su tic de ojo, su cara comenzó a teñirse de un rojo igual al de un tomate. Tampoco estaba respirando, evidentemente.
"Tengo que salir de esto" pensaba el Uchiha, desesperado.
- Pain...
- Nagato... me encanta escuchar mi nombre cuando sale de tu dulce voz.
- pero...
- Konan, ¿no nos recuerdas de pequeños? Dime Nagato.
"Así que su nombre no es Pain..." Su perspectiva de la situación cambió de repente, Itachi se sentía extrañamente poderoso, este tipo de información era muy valiosa. La misión estaba saliendo excelente, casi perfecta. Al fin y al cabo, conseguir información era una de las tareas de los shinobis. "Pensar que los demás escuchan todo por micrófono" , sin darse cuenta, el Uchiha comenzó a sonreír.
Salió de sus pensamientos cuando vio al líder de reojo sonriendo un poco también.
- lo siento, es que...
- fingimos mucho cuando salimos de esta habitación, lo sé - completó Pain y sin previo aviso, soltó a Itachi (quien jamás se había sentido tan aliviado en su vida), se encaminó hacia la cama, se acostó y dijo - aunque hoy te estás disculpando demasiado y te noto menos... cariñosa que otros días.
"Sabía que todo no me iba a salir tan perfecto" Itachi tenía que pensar en una forma para calmar a esas hormonas hiperactivas y ser tan cariñosa como Konan sin llegar a... límites extremos. "Piensa... ¿Qué me gusta que me hagan a mí?" ¡Si! ¡Que mejor que unos...!