Erenis

Cosas que pasan

-¿Cómo es que conoces al maestro Gil?- pregunté mientras me servía un poco de pan tostado que recién acababa de hacer ese sujeto, al parecer cocinar se le daba mejor que responder preguntas ya que llevábamos unos minutos que no decía nada y estaba ansioso por saber todo sobre este sujeto.

-Eres bastante interesante Atros, el elemento que manejas es bastante curioso y peligroso, dime, ¿que hacías antes de caer aquí inconsciente?- me preguntó ignorando mi pregunta y mostrándome que era tanta curiosidad la que el tenía por mi, como la que yo tenía por el.

-Recuerdo que estaba entrenando con el maestro, entrenábamos como mezclarnos con nuestro elemento y de la nada empecé a desprender demasiada energía mágica, dolía demasiado, solo recuerdo haber empezado a ver borroso mientras emanaba toda la energía que podía, luego desperté aquí- dije recordando con mucha dificultad, no era fácil recordar detalles y aunque lo intentaba no los encontraba.

-Bien chico, te explico, esa técnica es peligrosa por muchas razones, la principal es que te quedas sin magia y mueres o te descontrolas y sales volando sin control mezclado con tu elemento y terminas en cualquier lugar en un radio tan amplio como tu magia, y para haber llegado hasta aquí y haber hecho un hoyo tan grande tienes bastante, para que te hagas una idea ahora mismo estamos en el límite entre Ídir y Lilliat- explicó dejándome pensativo, su explicación de lo que pasó era algo dudosa, había algo que no me cuadraba del todo- Ahora, como puedes apreciar es muy largo de tu destino, y el camino para ir tampoco es muy fácil, así que necesitarás ayuda de alguien para ir hasta allá; como eres alumno de Gil te ayudaré a llegar hasta allá, claro, solo te llevaré hasta cierto punto, a partir de ahí irás por tu cuenta, ¿alguna duda?- preguntó luego de hacer mas rara la conversación

-¿Cómo supiste que era alumno del maestro Gil? Es raro que me veas tumbado en el suelo y que simplemente lo sepas y aún así, ¿porqué me ayudas? ¿simplemente encuentras a alguien desmayado y decides recogerlo, salvarlo y de paso acompañarlo a la academia solo porque si? ¿que ganas tu aqui?- pregunté de forma contundente, dejando ver las dudas mas grandes que tenía en mi cabeza, no tenía ningún sentido, por ningún lado.

-Simple, la marca en tu brazo derecho es la mitad del sello de Gil, a demás de que este estaba iluminado, supongo que Gil estaba usándolo para intentar encontrarte, fue fácil distinguirlo, si no lo hubieses llevado probablemente te habría asesinado, y la razón por la que te ayudo es en parte por Gil que es un viejo amigo, sin embargo esa no es toda mi motivación, como te dije me pareces interesante así que te ayudaré a terminar con el entrenamiento que iniciaste con Gil, me interesa ver que tan lejos llegas chico, no tengo intenciones de enviarte solo hacia la academia para que termines muerto, así que si no quedan mas preguntas urgentes te recomiendo que vayas a la habitación y agarres el saco que esta en la esquina que ignoraste, ahi están tus cosas que me envío Gil con la respuesta y algunas cosas extra, nos vemos en 5 al frente de la casa- dijo con un tono sereno respondiendo a mis dudas de forma satisfactoria, aunque aún tuviera mis dudas respecto a sus explicaciones decidí confiar en el por ahora.

Fui a recoger el saco que Zorian me indico, como dijo no me percaté que estaba ahí junto a mi espada y una pequeña bolsa de cuero bastante curiosa, vi un par de cosas en el saco como cartas y supuse que alguna debía de ser de mamá y papá, y la tercera supuse que debía ser de Danessa, me daba algo de miedo regresar ya que, aunque tenía ganas de verlos, era probable que Danessa me desintegrara apenas pisara la academia, tenía ganas de leer las cartas pero Zorian me dijo que tenía 5 minutos, y no quería abusar de mi tiempo al no saber que tan paciente era el, tampoco tenía ganas de comprobarlo así que tomé mis cosas y me fui corriendo a la parte de afuera donde me estaba esperando al frente del hoyo que al parecer había creado, al parecer el epicentro era un circulo que señalaba la zona de impacto, pero al rededor de el la tierra tenía indicios de que algo raro había pasado, como si se hubieran levantado rayos del suelo carbonizando la tierra a su paso, dejando marcas negras, Zorian me esperaba con los brazos cruzados, esperando paciente dejando ver más claramente sus espadas, parecía ser que estaban hechas del mismo material que mi espada, zafiro negro, eran espadas de un solo filo bastante bien trabajadas, idénticas por completo, me daba curiosidad de donde las había sacado pero no sabía si era buena idea preguntar.