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¿Es acaso un castigo? ¿El destino cruel que le impide mantener su alma en paz? ¿Es que ha sido presa de su tela y ahora espera su fatídica tortura?
Aquél taciturno pilar se cuestionaba sol a sol lo que su compañera influía en su caracter. Era señalado por las niñas de la finca, que desde su estadía continua en el recinto, se le notaba incluso un poco mas sonriente pese a la carencia de sueño.
Remontando meses atrás, la orden de Ubuyashiki-sama fue contundente. ¿Cómo negarse a esas palabras tan llenas de afecto?. No, no sólo nos lo solicito por congeniar, él tiene una visión que sobrepasa la nuestra. Si es aquél por quién daríamos ciegamente nuestras vidas es por que él esta dos pasos por delante de todo.
Esto tiene un propósito.
En un principio nuestra relación no fue más que hostil. Siempre tan fastidiada de la poca atención que ponía en mi seguridad a la hora de realizar mis labores. Debes conocer mi cuerpo incluso mejor que yo mismo.
Puntada tras puntada; evidencias de mi compromiso a la causa que te desagrada atender. Siempre con una falsa sonrisa, que más veces de las debidas critique pues escondes toda la ira que esta cadena de sufrimiento te ha traído.Claro que no nos vemos las caras todo el tiempo. Aún debemos atender nuestras responsabilidades. Pero son esos fugases roses entre ambos lo que despierta las inquietudes más profundas de mi alma.
¿Son acaso esos ojos lo que altera mi pulso y me hace dudar? ¿O es tu labial que esconde aquella falsa sonrisa? No, no es nada de eso. Es la empatía que forme contigo, pues si alguien conoce la pena de perder a una hermana, ese soy yo.Diste caza incansable por días a demonios tras su muerte en un afán desesperado por dar con el responsable. Fuiste cruel al usar tu veneno mas lento; lo disfrutabas, pero nada apaciguaba tu dolor. Incluso al borde de la muerte, donde apenas pudimos salvarnos de nuestra imprudente cólera, es donde nos dimos ese papel sin palabra alguna. Es donde dejabas salir ese odio en mí; entre bromas crueles y palabras hirientes, dejabas unos segundos a la verdadera tú. Incluso podias reír de nuevo; una risa sincera, un respiro en el abrumador mar de odio que te consume.
Es así que tras tantos años a aflorado un veneno más profundo del que tu brillante mente puede diseñar. Una toxina que llena mis venas con tu mera presencia; es tortuoso, pero quiero más...
"Beautiful Nightmare"
Es un deseo secreto que guardo en lo profundo de mis sueños.
¿Qué le hizo llevar el juego tan lejos para considerar divertido rosar sus labios? Claro que en su cara no cedería a su provocación. Pero al cerrar los ojos, al recordar ese momento, al estar en la confidencialidad de su alma, el hubiera si existe, y se dejarían de niñerías.
Que el rechazo inmediato por su parte al concebir la unión prohibida de sus labios tono violeta a los del taciturno no sea sorpresa.
Sorpresa es cuando las manos del joven apresaron las muñecas de la médico para someterle, pues jamas le ha permitido a ningun hombre llegar a este punto. Tal vez nadie tiene el valor para probarlo, tal vez nadie ve tras la mentira que su sonrisa esconde. Es su primera determinación; la cólera acumulada que le obliga a prensarce del labio del hombre y morderle hasta que el sabor metálico inunde su gusto.
¿Es en serio que trata de alejarlo? No, pues aunque el hilo carmesí se desprende por su mentón hasta escurrir al pecho de la menor. Al final su respiración se torna agitada, al final se unen unas lágrimas al panorama, al final deja ir esa íra, y se entrega de lleno a su pasión.Sus manos pasan de pelear para apartarle a todo lo contrario; impedir que se arrepienta y de un paso atrás, en un desafío en el que sus bocas se enfrentan por marcar supremacía. Mientras son las manos de él quienes deslizan el haori con patrón de mariposa por sus hombros y tocan con fina delicadeza el cuello de marfíl.
— ¿Vas a atreverte a cortarle las alas a una mariposa, tomioka-san? ^^ — Cuestiona en desafío, sin una respuesta más que el cálido suspirar de su aliento en la blanca piel de su cuello.
Es muy tarde para detenerle.
— Tomioka-san... A las damas nos es molesto que nos dejen con la palabra en la boca... ah ...— es la forma en la que busca provocarle aun más, con algo de suspicacia en sus palabras — No creí que alguien tan callado fuera capaz de esto, por eso todos te ...
— Voy a corrarte las alas ... — Contestó a raz de su oído, suspirando su nombre. — No dejaré que vueles más lejos de mi, Kocho... vas a quedarte conmigo, de ahora... y en adelante. — Palabras que hicieron estremecer a la más pequeña entre los pilares.
Una determinación abrumadora que incluso equipara a la determinación del pilar de las llamas.
No dio tregua; sus besos, sus caricias, despojandose de toda indumentaria mutuamente, revelando el encaje negro que censuraba los sitios más erógenos de la dama, y el cuerpo molido de cicatrices del hombre.Los finos dedos de porcelana de ella delineaban las líneas de su musculatura. Es en esa sinceridad donde se han despedido del pudor, donde sus miradas chocan en un profundo silencio; unidas por una atracción instintiva, dejando que las manos del otro se deslice en la piel, es una conexión imposible de explicar, una atracción poco sana de resguardar. Esos ojos púrpura tan hipnóticos que mantienen al esgrimista de agua embelesado, sin darse cuenta que la brecha de ambos se esfumaba cuando a horcajadas ella se acomodaba en su regazo, y él le recibía con las manos en la cadera.
Un atrapante nuevo beso.— Vas a hacerme atender ese sangrado, tomioka-san... no puedes ir atrayendo a los demonios así... — Refiriéndose a la mordida causada, entre unas risas de falsa inocencia.
Sus dedos exploraron el mármol pulido que era el cuerpo de su compañera. Los respingos de ella eran más que evidentes, así como el éxtasis del hombre que resaltaba en su uniforme negro en un montículo palpitante que no podia ocultar.
Lejos de reprocharselo, abusó del mismo al restregar su íntimo botón contra él; un primer contacto que evoca aún más deseos prohibidos.Y es que sus cuerpos pedían más. Toda la tensión de años en una batalla a la que no podían verle un final claro ni alegre; el pensamiento de que cada día seria el último, no podían marcharse de esta vida sin arrepentimientos. No podían morir sin experimentar por un segundo el difuso placer terrenal del coito. El néctar de una flor que se desliza en los muslos de la virginal dama; sus caderas erráticas por la inexperiencia en tan impropia danza solo guiada por esas sensaciones placenteras que su virilidad le daba.
El degustaba a conciencia toda la piel que podía ofrecerle su amante; colmandola de pequeñas marcas que reclaman a su presa, ahora será solo suya, por más que ella lo negara.Era ya inaguantable e insostenible el abrupto cambio de postura que llevo a descansar a la menor de las Kocho sobre el tatami en una postura donde le recibía con brazos abiertos. Él se despojaba de lo poco de tela que guardaba y ella aclamaba su nombre entre suspiros al sentirse desgarrada por su ser. Los subitos movimientos de un inexperto que con cierta delicadeza se encargaban de transmitir lo que siempre ocultó, mientras el abrazo de sus piernas mostraba que ahora más que nunca, se sentía plena. Era para ambos el momento en el que mas vivos se sentían. Complacidos del mutuo jadear que inundaba no solo sus rostros de sudor por el eterno calor de ambos, sinó también la habitación. Si bien al principio la torpeza era evidente, pronto sus caderas se sincronizaron en un vaivén demencial; una danza sin son que aceleraba y se calmaba con el latir de sus corazones. El éxtasis los alcanzaba, ella se incorporo a su altura, y en un desenfreno de besos, consumaron el primer orgasmo de sus vidas.
Cada segundo unidos se sentían cual horas, cada arremeter perdía la discreción. Ambos se prestaron a hacer un escándalo; el sonoro quejido de sus orgasmos más de una vez alcanzado en esa noche resonaría por todo el recinto.
Buscando explorar cada rincón del cuerpo ageno, mordiendo, rasguñando, marcandoce; pues era obvio que ahora y siempre se pertenecían, solo para culminar en el amanecer de un nuevo dia al borde del agotamiento, unidos en los brazos del otro.Y así sus ojos se abren una vez más, víctima de nueva cuenta de la más dulce de las pesadillas. Saliendo tras conseguir calmarse del todo de su pequeño hospedaje solo para dar un encuentro. La causante y dueña de sus pasiones nocturnas, entre la blancura de las sabanas recien tendidas al aire. Un cruce de miradas, en el que, el rubor inundo a ambos, solo para que se retirara en silencio.
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"We're only pals..."
RomancePrecuela de "Sweet Dreams" Ambos orgullosos; negándose a admitir lo que siente por el otro. Recuerden: +18 Lean bajo su propio riesgo.