Medias

oficina [inicio]

—Amor, quiero mimitos— dijo el rubio entrando educadamente a la gran oficina de su novio con un tierno puchero en sus labios brillantes por el bálsamo sabor fresa. Ese día vestía casual.

—Bebé, ahora estoy muy ocupado, cuando llegue a casa— no pudo terminar, ya que su novio lo había interrumpido.

—¿Tienes que estar ocupado todas las malditas mañanas? A la mierda tus papeles— dijo el rubio con los brazos cruzados. El mayor se exaltó, pero, con una expresión calmada, se levantó de su silla giratoria y le dió la vuelta a su escritorio para llegar en frente de su novio y darle un tierno beso en la nariz, borrando la arruga que se había formado inconscientemente.

—No digas groserías, bebé, no me gustan— advirtió el azabache para luego regresar su mirada a su laptop.

—¿Sólo dirás eso?— preguntó con fastidio.

—Si no obedeces, tal vez no sean palabras las que te hagan aprender— inquirió su mayor, provocando un brillo en los ojos de Jimin.

—¿Y qué harás, Yoonnie~?— preguntó meloso el menor.

—Te coceré la boca— respondió, para regresar su mirada a su computadora y soltar un suspiro cansado. Jimin rodó los ojos e ignorando lo que dijo su tonto novio, se dirigió hacia el sofá que estaba cerca y se acurrucó en este, sacando su manta de bebé de su mochila blanca para taparse con ella.

En donde Jimin quiere hacer el amor con su novio y él no entiende sus indirectas, así que decide provocarlo con ropa linda.