Eres mi enfermedad (C.G #4)

Epílogo

Len

Meses después...

Oigo el maullido del gatito ¡Ah, ya lo vi! Estiro las manos y lo logro sacar de entre las ramas del árbol, bajo de la escalera y se lo entrego a la anciana.

―Sano y salvo ―Le sonrío. Veo que está oscureciendo, entonces observo a la señora ―¿Sabe qué hora es?

―Casi las siete de la tarde, jovencito.

―¡Oh cielos, debo irme! ―Me doy cuenta.

―Oh no, espera que te doy una paga por ayudarme.

―Tranquila, no hace falta, es mi trabajo, solo que no estoy vestido de bombero ahora, no estoy en servicio ―Me río.

―¿Por qué tan elegante, jovencito? ―Mira mi traje.

―Tengo una reunión de exalumnos en la Academia Gloria.

―Oh prestigiosa escuela ¿Cuándo egresaste?

―¡Uf! Hace un montón, en 2015.

―Oh qué precioso, disfruta de tu fiesta, jovencito.

―¡Muchas gracias! ―Me voy corriendo, ya que se me hace tarde y prometí recoger a Tere antes de ir a la academia.

Subo a mi moto, ya que la dejé estacionada a media cuadra, busco a mi novia, ella se monta en esta, se agarra fuerte de mí, y luego me dirijo directo al instituto. Al llegar, entramos al edificio agarrados de las manos y nos sonreímos, nos acercamos a Ryan, el cual mira un cuadro muy detenidamente.

―Creo que le falta color ―opina.

Su novia Lilith lo observa.

―Está perfecto.

―Bueno, sí, todo lo que pinta Ryan Danvers es perfecto ―Sonríe ampliamente.

Ella le pega un codazo.

―Solo dijiste que le faltaba color para que lo adulara, tramposo.

―Lo sé.

Me río.

―Se ve que se divierten ―opino y nos miran ―¿Ya llegaron los demás? ―Veo las luces de la fiesta dando muchos efectos de colores.

―Estuarth dijo que llegaba más tarde, comento que nos hizo un poema ―Se ríe el pelirrojo.

―Nos encantará oírlo ―Miro a mi novia ―¿No?

Tere asiente.

―Sí ―contesta con esa linda sonrisa que siempre me deja embobado ―. Quiero escucharlo, él escribe bonito.

―¡Ahí tienes a los otros tortolos! ―Ryan señala a Edmund y Angie bailando un lento ―¡Hey, Señor Coma, venga para acá, hay que saludar! ―los llama.

―Hola ―Se acercan y la rubia saluda.

―¿Cómo va la rehabilitación? ―le pregunto al morocho.

―Bien ―él se limita a decir.

―Bueno, no te excedas ―aconsejo.

―Tranquilos, yo lo cuido ―La novia le da dos palmadas en el pecho.

―¡¿Se divierten sin mí?! ―Viene corriendo Tahiana ―¡¡Holi!! ―Alza la mano.

Veo como Tef se acerca hasta nosotros, entonces sonrío.

―Ustedes siempre juntos pero no están juntos ―bromeo.

―Me sacó las palabras de la boca ―recalca Ryan.

La rubia enérgica se ríe a carcajadas.

―Chicos, chicos, ya no pueden bromear con eso, tengo novio, además Tef es gay ―Juguetea con su pelo Tahiana mientras hace risillas mirándolo.

―¿Qué un hombre no puede estar solo? ―le responde el rubio.

―Yo no le creo lo del novio ―acota Lilith.

Ryan le hace un gesto de victoria.

―Buena esa, cariño.

―Gracias, soy súper inteligente ―Menea sus cabellos.

―Lo sé, por eso me encantas ―Mueve las cejas y de un momento a otro ya se están besuqueando.

―Calmen la calentura, muchachos ―bromeo.

―Cállate ―Me mira el pelirrojo con picardía ―. Tú ya te fornicaste a la enana, así que acá ya está permitido todo, ya no es inocente la niña.

Teresa se sonroja y se cubre la cara con las manos.

―No seas desubicado, eso son cosas intimas, no las andes divulgando por ahí, no sé ni para qué te cuento ―me quejo.

Ryan se carcajea.

―Porque me amas y soy el mejor.

―¿Querés pelear como los viejos tiempos? ―Alzo una ceja.

―No hace falta el pleito ―intercede Edmund ―. Además, ya vino Estuh con su poema ―Señala a la puerta.

El morocho tímido viene sonriente con su novia.

―¿De qué me perdí? ―pregunta viendo nuestras caras.

―Nada ―Sonríe Edmund ―. Queremos oír tu poema, Teresa dijo que escribes bonito.

Tere baja las manos y lo mira.

―¿Escuchaste cuando lo dije? ―mi novia pregunta en un susurro.

―Sí, hablas bastante alto ahora ―le hace un cumplido y el humor de ella regresa, luego mira a nuestro querido poeta ―. A ver, quiero escuchar ese poema.

Estuarth sonríe ampliamente y saca un papel de su bolsillo.

―Es cortito, espero que les guste ―Comienza a leer ―."Mis amigos son como mis hermanos, nos criamos juntos y nos ayudamos. Tras cualquier adversidad les ofrezco mi mano, ellos también a mí, por eso nos complementamos. Tengo un deseo muy grande, quiero que se cumpla, es un anhelo expectante, que espero que nos reúna. Mi deseo más grande, es sin duda, que nuestras aventuras, nuestra amistad y hermandad, nos una para siempre en la felicidad, como un deseo a la luna, que es eterna como ninguna".

―Qué lindo ―opina Tere y aplaudimos también con ella, Estuarth solo sonríe nervioso mirándonos.

―Gracias ―le contesta.

―Qué emocionante los Chicos Gloria ―opina Natalla, la novia de Estuarth y agarra una copa de la mesa cercana ―¡Un brindis por los Chicos Gloria! ―Alza el vaso.

Todos agarramos uno también.

―¡¡Por los Chicos Gloria!! ―gritamos todos y hacemos un "chin chin" con nuestras copas.

Luego miro a Tere que me sonríe.

―Y por las chicas también ―confieso.

Entonces brindamos otra vez y aplaudimos felices.

Aquí termina y comienza un viaje, otro año más de amistad y aventuras, como dijo Estuarth. Hasta rimo yo con sus poemas. Espero que esto siga así, que la amistad y el amor nos inunde. También ese es mi deseo. Deseo el bien para todos, que esto sea para siempre, y juro que lo será, me encargaré de que así sea.

Gloria para todos y para siempre.

El fin.