constantemente intento no dejarme engañar por mí misma,
a veces no me sale,
hoy estoy acá,
la energía que me mueve quiere que la observe,
automáticamente esquivo su presencia,
pero siempre vuelvo a observarla,
me doy cuenta de la inconsciencia de mis actos,
y me libero si estoy en lo que respiro,
si me permito mirar,
tal cual es.
me doy cuenta de que esquivé,
no quiero que el pasado me condicione,
apoyarme en el,
usarlo para saltar,
siempre cambia,
calma.
permitiéndome estar,
en un constante soltar,
me pierdo enredada,
y con paciencia siento que no existe el enriedo,
porque no hay hilos.
claridad en mis aguas,
un canal limpio,
manteniendolo calmo,
paradójicamente.
asombro en lo que soy,
lo que es,
disipado el obstáculo,
subestimarme.
el enriedo existe solo porque lo creo,
y, ¿si ya no creo en nada?
¿qué sentido tendrá seguir llevando conmigo las palabras?
por las dudas,
si me seco,
hay un rastro de agua.
parece no tener sentido,
pero siento fuerza en lo expresado,
y me mantendré firme,
feliz por avanzar hacia el cielo.
