veo con claridad,
frío en mis dedos,
una percepción amplia me permite observar la totalidad,
no me concentro en una parte,
así puedo percibir que somos parte de algo más grande,
como si fuéramos chispas de un gran fuego,
constituidos por la misma llama.
mi ser autentico,
emerge de lo profundo,
inundandome de luz,
alumbrando cada rincón,
transformándome,
rompiendo todo lo que no me sirve y me limita,
dejándome desnuda,
sensorial,
atenta,
presente.
agradecida,
hasta de quien me lastimó,
aunque cueste perdono hasta a quien no me pidió perdón,
y me libero hasta de la tensión más arraigada.
agradecida por experimentar esta realidad,
por poder ver detrás de lo aparente,
por reconocer que ver la verdad depende de mí,
del caminar soltando a cada paso,
de entregarlo todo,
para así convertirme en lo supremo.
como si me desprendiera de un caparazón duro,
como si se rompiera todo lo que se había creado alrededor de lo autentico,
todo eso que alguna vez creé como un escudo para protegerme,
todo eso que crearon encima de mis ojos.
rompo con el martillo de mi presencia mis duros condicionamientos,
que parecían irrompibles,
que parecían parte de mi naturaleza.
ahora me conozco,
así conozco lo que es,
pero no sé nada,
simplemente entiendo.
dejé en el camino todo lo que llevaba conmigo,
tiré lejos mi mochila,
y corrí hasta desencontrarme.
me perdí,
me sumergí en una profunda confusión,
los condicionamientos intentaban agarrarse,
pero ya no era firme,
no podían atarse a mi.
para encontrarme tuve que perderme.
¡ya no soy lo que creía ser!
desde el más profundo vacío interno me reconstruí sin ningún esfuerzo,
fui reconstruida,
dejándome llevar por el momento presente,
en una inmensa ola de silencio encontré mi propia voz,
esa que está conectada con lo invisible,
sabe qué es lo mejor para mi,
y me acompaña en silencio cuando lo necesito.
la luz propia de la luna me inspira a mostrar mi brillo.
observo al que observa,
me transformo en la eternidad,
la vida se expande por mi cuerpo,
me dedico a sentir,
no emito juicios,
ya que los mismos destruyen toda la magia.
suelto cualquier opinión,
me hago consciente del espacio,
la naturaleza es parte de mí,
ya no me definen las etiquetas.
traspase la membrana,
desde el otro lado observo,
no soy,
en este estado surgen las afirmaciones más significativas.
suelto la lógica,
en el silencio absoluto surge la verdad,
puedo ver tal cual lo que es,
sentirlo.
mientras más abandono,
mas intensa es la sensación,
mientras más olvido,
más recuerdo lo fundamental,
lo vivo,
experimento mi verdad,
la verdad absoluta,
reactivando cada parte de mí que se mantenía apagada por defecto.
regresiones al pasado me muestran que alguna vez supe la verdad,
pero la misma se ve constantemente tapada,
para verla y sentirla tengo que entregarme,
brindarle a la existencia todo lo que tengo,
ella me lo devuelve en una sensacion indescriptible.
un profundo agradecimiento,
surge desde lo más mínimo y se expande,
de una forma inmensa,
tanto que no puedo abarcarlo con mi mente.
abandoné la mente,
para vivir la experiencia,
no puede acompañarme en este intenso viaje,
ya que con ella no puedo sentir nada de lo que anteriormente describi.
si me identifico soy algo,
si soy eso que creo ser creo una limitación,
identificarme no me permite sentir,
el verdadero sentir es ese que se siente cuando ya no soy,
por eso es tan difícil describirlo,
nunca voy a poder explicarlo,
porque es inabarcable la magnitud.
me convierto en luz,
me siento plena,
plenamente agradecida,
desde lo más mínimo,
hasta de lo infinito,
soy pleno agradecimiento.
exprimo totalmente,
bebo todo el jugo que la existencia me brinda.
un dar y recibir constante,
agradezco y la existencia me agradece por agradecer.
me vuelvo transparente,
constantemente atenta a las etapas de mi respiración,
me convierto en un espejo de la verdad,
la conozco porque se diluye lo que obstruye mi visión,
puedo sentirme la verdad misma,
sin mirar a gran escala,
la energía vital me atraviesa y nutre cada rincón de mi ser.
en una quietud corporal y mental,
el único movimiento que percibo es el que me mantiene viva,
el respirar la existencia,
y sentirme respirada por ella.
la verdad se me presenta en todo lo que veo,
en todo lo que siento.
sólo puedo ver y sentir lo que es si me mantengo atenta a absolutamente todo lo que pasa y me pasa.
lo que estaba buscando me buscaba,
las respuestas aparecen ante mi,
sólo cuando permanezco totalmente alerta soy capaz de recibirlas.
un río claro veo,
los peces asoman a darme señales,
su viveza me da motivación,
me dicen que son parte de mí.
todo me refleja,
la luz propia de la naturaleza me impulsa a profundizar en mí y encontrar la luz que se mantiene escondida detrás de todas estas capas falsas de ilusión.
luz,
sincronía,
equilibrio,
armonia.
decretos introspectivos,
la luz que surge de la oscuridad,
la verdad que surge y se siente.
paciente,
espero algo,
con mi intención dirijo el momento,
observo lo que se me presenta,
conecto sucesos,
surge de adentro o de arriba la verdad de la unidad,
la absoluta verdad.
luz,
soy,
aún cuando no lo sé,
aún cuando no se ve,
hay algo que brilla y no puede apagarse,
esa es mi naturaleza.
vibro cada vez más alto,
voy cada vez más hondo,
profundizando,
pido con gratitud que se revele la verdad,
empapada de agradecimiento espero deshacerme,
y asi conocer lo que se oculta detrás de lo aparente.
no puede ser dicho,
solo transmito una idea,
de lo más intenso,
de eso que se siente cuando soltamos la mochila,
la ropa;
y emprendemos el viaje desnudos,
abiertos al asombro,
apreciando el misterio,
en un infinito silencio,
aparece.
aparece siempre,
siempre está ahí la verdad,
pero para poder verla,
sentirla,
apreciarla,
abrazarla,
se necesita una gran apertura,
soltar las piedras que llevamos en las manos.
mientras más me entrego,
más luz soy,
en un estado de vigilia,
percibo,
la magnitud de existir.
el estado antes de dormir,
así se siente,
como una proyección la verdad ante mis ojos.
receptiva,
esperando que la verdad me penetre.
dejando morir lo que puede hacerlo,
dejando desaparecer el miedo,
renazco.
más allá de lo aparente,
¡hay algo más!
¡soy más de lo que creo ser!
viajamos y podemos trascender el tiempo,
rompiendo los limites,
la cáscara,
la semilla,
surgiendo de adentro,
plenamente agradecidos soltamos nuestra fragancia.
somos una unidad,
somos el mismo ser.
