Cartas a quien pretendo olvidar.

|II|

Enero, 2020.
Argentina.

Hola 

Anoche te soñé. Fue mágico y a la vez doloroso y difícil de asimilar. La mente es muy perversa y maliciosa.

Hace semanas que no aparecías en mis sueños, sí en mis recurrentes insomnios, pero nunca en mis sueños. Fue extraño también, te sentí tan real, tan humano y cercano que me desperté con la sensación de tus brazos a mi alrededor. Te juro que me desperté y aún con los ojos cerrados deseé volver a dormir para retener esa sensación un poquito más. Para mentirle a mi mente e imaginar que aquello ficticio era mi realidad 

Que no era un sueño, que estaba en tu cama y que vos me abrazabas porque me había metido a escondidas en tu casa. Super lógico, ¿no?

En el sueño estabas más mayor, con el pelo más largo y más flaco. Para mí eras la persona más hermosa que había visto. Tu diferencia física no me inmuto ni un poco, reconocía tu esencia. Eras vos. Solo que más mayor. 

Recordarte me llevó otra vez a la melancolía y todo se intensificó más cuando no tuve opción que despertar y comenzar mi rutina.

Un vez, hace meses, me dijiste que creías que lo nuestro era obra del destino, que teníamos mucho en común y que no era casualidad que nuestras miradas se hayan cruzado tantos años atrás. Yo te mirada divertida, nunca creí en esas conexiones. Que me maten si ahora dejo de creer, es decir, todavía teniendo en mi piel el roce de tu persona tomé el celular y vi un estado de una escritora que decía exactamente así "no se si soñé con vos o ví el futuro" y maldita sea la conciencia o el destino o lo que fuere. Pero la sentí tan mía y tan justa que me paralice.

Yo si sé, soñé con vos y te ví en el futuro. 

Vas a seguir siendo el hombre más hermoso del mundo para mí. No importa los años que pasen o en dónde me encuentre. Nos voy a extrañar todo los días de mi vida. 

Espero ya no soñarte, y si lo hago espero no despertar más sola. 

Te amo.