Capitulo 66: El arco de la mansión (Parte final)

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-Empezemos con esto-dijo Hideyori con una sonrisa

Esquivé el primer y segundo golpe pero el tercero me dió directo en el estómago

Sentí que todo el aire se me escapaba de los pulmones y no lo podía recuperar

Hideyori juntó sus manos y me pegó justo en la espalda

Caí rendido a sus pies

Me propinó una patada que me mandó hasta la esquina del techo del camión

-¿Eso dolió demasiado?-preguntó Hideyori

-Arf....Arf....Cough…. Sí….Arf-dije

-Pues esto te va a doler más-dijo Hideyori levantando sus puños

Giré rápidamente hacia la izquierda antes de que me diera una paliza, me levanté y le dí un puñetazo en la cara

Su rostro no dejó de sonreír

-Eso la verdad…. Me dolió bastante-dijo Hideyori

Estoy jodido

Me empujó una pata para que yo cayera 

Golpeé el techo del camión más rápido que una moneda virtual perdiendo su valor

Hideyori se sentó en mi pecho y me empezó a golpear repetidamente

Quiero aclarar que el tipo usaba varios anillos con emblemas que hacían que los golpes dolieran muchísimo más de lo que deberían

En un momento me cansé y le dí un cabezazo que probablemente me dolió más a mí que a él

Mis manos rodearon su cuello, ahora yo estaba sobre el

Poco después sus manos también rodearon mi cuello

Ya no podía respirar, trataba de respirar pero el aire no entraba ni tampoco salía

Hideyori apoyó su pie sobre mi pecho y lo levantó haciendo que caiga al vacío

Pero pude agarrarme, estaba agarrado del lado en donde estaban las puertas

-Peleaste bien Haida… ¿Porqué digo eso? No peleaste bien para nada, solo pudiste darme día golpes-dijo Hideyori

Mierda pensé

-¿Algunas ultimas palabras?-preguntó Hideyori

-Como se me antoja una pizza-dije

-Genial-dijo Hideyori con un tono sarcástico

Hideyori comenzó a pisarme los dedos, le bastó dos pistones para que mi mano izquierda se soltará y otros tres para que mi mano derecha cediera

Caí de vuelta pero casi por milagro pude agarrarme del fondo está vez

Ahora el asfalto estaba más cerca que nunca, rozaba mis piernas 

Mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda

Con mucho esfuerzo subí al interior del camión. Me detuve unos segundos para retomar el aliento pero no tengo mucho tiempo

Necesito un plan rápido

Miré las diferentes carnes que había dentro

¡Lo tengo! Pensé

Me saqué los zapatos y los coloqué entre dos carnes

Literalmente me metí dentro de un ciervo que estaba en el lado contrario de donde había puesto los zapatos, también cabe aclarar que el ciervo estaba medio cortado a la mitad por eso le pude meter dentro

Nada Dura Para SiempreWhere stories live. Discover now