Capítulo 15

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Luna

Me acomodo la manga de mi blusa en el reflejo de un auto que está en el parqueo donde espero a Gabriel. Me llevo el cabello detrás del hombro para despejar mi otro hombro descubierto y lo vuelvo a poner en frente para ver si se mira mejor así. Creo que atrás será. Sí... ahí está bien, o mejor adelante. Adelante será. Saco un labial de mi cartera y cuando estoy a punto de retocarme los labios, escucho:

―¿Te pones así de nerviosa para cualquier cita? ―Miro a mi costado con furia. Tal vez si me lo preguntara en privado no me molestara tanto, o si me lo preguntara otra persona... pero ¿él? ¿En serio? ¿En serio va a seguirme todo el tiempo? Sigue dentro de la camioneta y me está gritando desde la ventana: ―Estás viviendo en su casa, te apuesto que te ha visto en peores condiciones ¿no es así?

Suelto un bufido y ruedo los ojos. Me vuelvo otra vez al tipo y cuando inicio a caminar hacia él, el sujeto intenta cerrar la ventana del auto pero antes de que lo haga comienzo a correr y hago que se detenga antes. Me logra prensar los dedos, no lo suficiente como para que me duela a mí pero sí lo suficiente como para que él chille y comience a bajarla otra vez.

―¿¡Qué estás loca acaso!?

―¿En serio, Fede? ¿En serio? ¿Te parece que un polvo de mi hermana vale más que tu libertad? ―Retiro lo que dije, sí me están comenzando a doler los dedos, eso me encabrona todavía más. ―Luisa va a aburrirse de ti en dos semanas ¡Dos-semanas! No seas tonto.

―Somos cuñados, Luna. Te voy a pedir que me tengas un poco más de respeto.

―¡Ni siquiera tienes respeto por ti mismo! ―Hay personas pasando frente a nosotros y los dos miran en nuestra dirección y siguen su camino. Ok, mejor voy a bajar la voz. ―¿Puedes irte y dejarme tranquila?

Mi celular interrumpe. Lo saco de mi bolso y miro un texto de Gabriel, uno que dice que va a estar aquí en un momento. Además agrega una disculpa, la cuarta desde que me dijo que iba a estar un poco retrasado. Otra cosa que me doy cuenta del hombre araña es que no le gusta hacerse esperar, todo lo contrario a Andrés y no es que los esté comparando, porque obvio Andrés no le haría justicia.

―¿Tu novio puede casar a dos personas? ―Escucho al sujeto frente a mí. Suspiro y levanto la mirada solo para verlo intrigado en mi celular. Tapo la pantalla y lo llevo de regreso a mi bolso.

―Ni modo que case a tres ¿no? ―Él me mira serio, suelta un elocuente "¡Ja, ja!" Y vuelve a verme molesto. Se acomoda las gafas y se vuelve a mí:

―¿Entonces sí es tu novio?

―¡Qué no es mi novio! ―Suelto un bufido. En serio que esto de tener una hermana mayor es una cagada. Puedo soportarla a ella siguiéndome todo el tiempo ¿pero a este tipo? Federico suelta una risita y toma el volante. Solo espero que por fin se vaya a su casa. ―Puedes... ―le muestro la calle con mi mano. ―Irte.

―¡No! Quiero preguntarle a tu novio sobre la tarifa de un matrimonio.

―¡Qué no es mi... ―Entonces me detengo y analizo lo que dijo. Tal vez debería grabarlo y mostrárselo a Luisa... lo peor que puede pasar es que lo mate. Entonces suelto una carcajada. ―¿Te has acostado con ella una sola vez y ya estás pensando en casarte? Qué Luisa no escuche eso, amigo.

―¿Ahora somos amigos?

¡Maldición! Qué este sujeto me saca de quicio. Saco el celular de mi bolso cuando lo escucho otra vez, pero ahora no es de Gabriel... es Luisa. Luisa preguntándome como me estoy portando con Fede, a lo que yo ignorando su mensaje, le escribo:

Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora