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Dos días habían pasado, desde aquel reencuentro entre Candy y Terry, ambos habían acordado en juntos decirle la verdad a Erick. Para ello habían optado por ir al parque, el pequeño iba tan a gusto en los brazos de Terry, se sentaron debajo de un árbol y ella con miedo no sabia como decirle la verdad, hasta que el guapo castaño tomo la iniciativa.

- ¿Sabes que en estos días que he llevado conociéndote te he tomado un gran cariño verdad?

-Yo también te quiero mucho- respondía inocentemente el pequeño- mientras lo abrazaba-. También se que tú eres mi verdadero papá, por qué escuche como mi abuelito William y mis tíos Archie y Niel hablaban de ti

Candy al escuchar aquello, sintió un gran hueco en el estómago, se sentía tan miserable por haberle ocultado la verdad a su hijo.

-Mami no llores, no me gusta verte llorar- se apresuraba a limpiar las lágrimas de ella

-Pero Andréi, también es mi papá, por que el me cuido desde que yo era un bebé, soy afortunado por qué tengo dos papás- respondía con emoción el pequeño

-Así es mi amor- respondía la rubia con voz entrecortada

Esa fue la primera vez de muchas que los tres compartían un día en el parque como la familia que eran. Al llegar a la residencia familiar. Archie fue el primero en pegar de gritos al ver ingresar a aquel actor arrogante. Por otra parte, Albert, de manera civilizada pedía a Dorothy se llevará al pequeño a su habitación y a los adultos ingresar a su oficina, en donde charlarían seriamente. Terry exasperado y cansado de que lo juzgaran sin fundamento alguno, inicio a contar su versión. Archie no perdió la oportunidad en ofenderlo y en ponerse a la defensiva. Mientras que Eliza por primera vez defendía a Terry y con ello dejaba caer algunas cartas que se encontraban atadas por un listón.

-Me tome la molestia de investigar sobre el paradero de estas cartas y no hay nada que el dinero pueda solucionar. La sirvienta que trabaja para las Marlow me las entrego, aquí están las cartas que usted mismo le envió Tío- respondía con seguridad- a la vez en que le entregaba una

-Así mismo Yo logre dar con aquel periodista corrupto, él fue el que publico todas esas mentiras – respondía Niel-. Aunque de mi parte logre que dijera la verdad usando mis influencias, esa mujer está enferma

- ¿Qué sucederá con Andréi? Candy él no se merece esto- expresaba con indignación Archie

-Por mi no se preocupen- respondía el rubio- quien ingresaba al estudio-. Es verdad Candy que te amo y siempre te voy a amar, pero no puedo obligarte a que me ames ni mucho menos ser egoísta y retenerte a mi lado. Fuiste lo más hermoso que me sucedió, pero también se perder. Por ello he decidido hacerme a un lado. - Terry lo único que te pido es que los cuides mucho. Candy es una mujer que vale mucho, es extraordinaria y posee un gran corazón y Erick, él es un pequeño Ángel que ilumina cada uno de tus días, es un niño cariñoso y sensible, no los hagas sufrir y luchen por su amor. Que a pesar de todos los obstáculos que han tenido que pasar su amor ha seguido intacto. Ambos merecen ser felices.

-An...Andréi... yo...

-No digas nada Candy por favor, se feliz, te deseo lo mejor pues te lo mereces, por primera vez se egoísta y piensa en tu felicidad, ahora yo me voy, despídeme de Erick por favor

- ¿Pero a dónde vas? -preguntaba Albert

-Mi padre me ha ofrecido hacerme cargo de su empresa en Madrid y he aceptado. Ahora ya nada me retiene aquí- sin decir más se marchaba

-Lamento haber sacado conjeturas erróneas y haber dudado de ti, pero no soporte ver sufrir a Candy y todo lo que tuvo que pasar. Por eso todos acordamos en protegerla de ti, pues en las dos ocasiones que ella regreso de New York, regreso muy mal y se sumergió en una fuerte depresión de la cual nos costó mucho trabajo sacarla- expresaba con sinceridad Albert

-Comprendo tu proceder y más por qué es tu obligación como cabeza de esta familia. Pero te juro que de ahora en adelante solo viviré para hacerla muy feliz.

-Eso es lo que esperamos- respondía con resignación Archie

Tras haber aclarado las cosas, finalmente se había decidido por una fecha en concreto para hacer publico su compromiso. Terry tuvo que regresar a New York para seguir actuando y hablar con Robert sobre su pronto retiro de los escenarios, pues una vez que se casara con Candy estaba más que dispuesto a renunciar a todo con tal de estar alado de la mujer que tanto amaba. Finalmente llegaba el anuncio del compromiso tan esperado, la más alta sociedad y gente importante estaba presente, y los periodistas no podían faltar, pues esperaban poder fotografiar a la feliz pareja. Adoraban a Candy, pues ella siempre se mostraba servicial, amble y lograba domar al mal geniudo actor, tanto que hasta el cedía entrevistas de manera amable, lo cual era muy raro y un milagro. El duque de Grandchester también estuvo presente, pues gracias a la intervención de Candy padre e hijo habían logrado limar asperezas. Eleanor y el duque miraban orgullosos a su hijo y disfrutaban de su nieto, a quien consentían a sobremanera. La noticia de aquel compromiso, acaparo las portadas de todos los periódicos por casi tres semanas. Todo era alegría y dicha, menos para una rubia postrada en silla de ruedas, quien leía el periódico y maldecía a aquella pecosa, pero nada podía hacer para separarlos. Pues si bien El Duque al enterarse de todo fue a amenazar a las arpías de las Marlow y el tono que empleo no fue para nada el más amable, ahora sabían de donde Terry había heredado aquel carácter del demonio.

Mientras Terry actuaba en New York como siempre tan magistralmente en chicago se trabajaba en los preparativos de la boda. Pues dicha ceremonia se celebraría en Lakewood y dentro de un mes. Por ello la tía abuela estaba vuelta loca.

Tal vez algún día (minific)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora