15 años después...
-Papi, papi- gritaba una pequeña Castalla de ojos verdes
- ¿Qué sucede princesa? - cuestionaba el guapo castaño- mientras se arrodillaba
-Erick ha llegado con los abuelos! - gritaba entusiasmada la pequeña
Terry cargaba a su pequeña princesa y caminaba en dirección a la villa Grandchester en Escocia
-Hola hijo- saludaba Eleanor
Madre, padre, sean bienvenidos- los recibía Terry
¿Cómo se ha portado mi pequeña Rose Mary? - preguntaba el Duque- a la vez en que la cargaba
-Me he portado muy bien- respondía con seguridad
-Yo no estoy muy seguro, pues si bien mi hermanita es un torbellino- interrumpía Erick- besando la frente de su hermanita
-Hola padre, me da gusto verte
-También a mí, solo mírate ya eres todo un hombre y muy apuesto, no cabe duda de que eres mi hijo- respondía con coquetería- mientras lo abrazaba
-No cabe duda de que ustedes los Grandchester son muy pretenciosos- expresaba con fastidio Candy
-Madre, ¿Cómo han estado? -preguntaba el rubio, besando la mejilla de su madre y acariciando su abultado vientre
-Estamos muy bien hijo ¿Y que tal tus estudios en la universidad?
-Muy bien madre, aun no puedo creer que me falte tan solo un año para graduarme, al fin podre ser veterinario y ayudar a los animales como mi abuelo William
-Ya lo creo, pero te he echado mucho de menos hijo
-Yo también mamá, pero muy pronto regresare con ustedes, aunque claro también me gustaría viajar por el mundo para conocer diferentes animales
-No cabe duda de que eso lo heredaste de Albert- respondía Terry
-Pues claro, y me alegra que lo haya hecho- se apresuraba a decir Albert, quien venia llegando con su esposa la ex actriz y amiga de Terry, Karen. Pues si bien el día de la boda de Terry y Candy, Albert y Karen tuvieron la oportunidad de conversar desde ahí algo surgió entre ellos y al año ambos se casaron y para su buena fortuna, en ese mismo año recibieron alegremente a sus hermosas gemelas, Anne y Amalia.
-Me alegra que estén aquí- respondía con sinceridad Terry
-Claro por nada del mundo nos perderíamos el parto de mi pequeña, que a este paso ya esta a nada de explotar- expresaba con burla Albert
-Yo digo que mañana dará a luz, ¿Quieren apostar? - respondía en tono divertido Stear, quien venia llegando junto con su esposa Patty y su pequeño Thomas
- ¿Alguien dijo apostar? - preguntaba Niel- quien aparecía junto con su esposa, la hija de uno de los socios de su padre y sus tres hijos, Alexander, Alberto y Nicholas
-No sean tan groseros con mi pobre gatita- intervenía Archie- como siempre luciendo impecable y elegante a lado de su esposa Annie y sus hijos Amber y Hannibal
-No puedo creer que empiecen la fiesta sin mi- respondía con voz fingida de indignación Eliza, quien llegaba con su esposo el Doctor Michael y sus trillizos, Micheal Jr, Steven y William
-Vaya ahora si todos estamos- expresaba con alegría Candy
-Pues claro, pero ¿quién quiere apostar? - volvía a preguntar Stear
-Yo apuesto 100 dólares a que esta noche dará a luz- se apresuraba a decir Albert
-Yo 200 dólares a que es pasado mañana- respondía Niel
-Pues yo 250 dólares a que es el fin de semana- respondía Archie con seguridad
-Apuesto 300 libras a que mi nuera dará a luz mañana- expresaba con mayor seguridad el Duque-. Ocasionando la perplejidad en todos
-Esto se pondrá interesante- confesaba-. Por favor pequeño sal el día en que el Duque y yo dijimos- pedía Stear- quien acariciaba el vientre abultado
Mientras los adultos degustaban de una buena taza de té y pastelillos, la pequeña Rose Mary jugaba con sus primos. Todos conversaban amenamente y se la pasaban de broma en broma. Hasta que...
-Creo que se ha derramado el té- expresaba Terry
-Hijo eso no es...No puede ser ¡ya es hora! ¡Ya es hora! - gritaba Eleonor
- ¿Ya es hora de que madre? -preguntaba incrédulo Terry
- ¡Candy, está por dar a luz! - gritaba con exasperación Eliza
-Por favor traten de tranquilizarse- intervenía Michael-. Terry por favor ayúdame a subir a Candy a su habitación
Terry estaba por cargar a Candy, cuando ella de manera tranquila pedía caminar sola, una vez que llego a su habitación con sumo cuidado la ayudaban a acostarse. Michael como el doctor experimentado que era pedía que le trajeran su maletín, que trajeran toallas limpias y agua. Las contracciones ya se hacían presentes y Terry se sentía impotente al ver el sufrimiento por el cual pasaba su pecosa, tomaba su mano y le dedicaba palabras de aliento, de vez en cuando le limpiaba el sudor de la frente. Las contracciones se hacían cada vez mas frecuentes e intensas. Michael la revisaba y una vez que determino que estaba lista, le pidió que pujara. Candy pujaba una y otra vez, descansaba un poco reunía fuerzas y volvía a su labor, tras dos horas de parto llegaban al mundo dos hermosos mellizos, Un niño de cabello castaño, ojos azules verdosos y una niña rubia de cabello rizado y ojos verdes como las esmeraldas. Terry al ver a sus hijos no pudo evitar llorar y sentirse el hombre más afortunado del mundo.
-Son preciosos mi amor, ¿Cómo los llamaremos? - preguntaba con la voz entrecortada y con lagrimas en los ojos cargaba a uno de ellos
-Me gustaría, que a este pequeño se llamara Richard, en honor a tu padre y a la pequeña Eleanor
-Eres maravillosa mi amor- expresaba con orgullo- mientras la besaba
- ¿Sabes?, en la residencia de Chicago, solía sentarme en la ventana y pensar que tal vez algún día...Tu y Yo estaríamos juntos- confesaba la pecosa
-Yo pensaba lo mismo y ahora ese... Tal vez algún día... es hoy mi amor- expresaba con amor y la volvía a besar
-Los mellizos fueron recibidos con gran alegría por toda la familia, sin duda aquellos pequeñines crecerían en una familia llena de amor y grandes valores. Candy y Terry finalmente habían logrado vencer aquellos obstáculos y ahora vivían plenamente su " Tal vez algún día"
ESTÁS LEYENDO
Tal vez algún día (minific)
FanfictionConocernos en aquel barco, estaba ya predestinado, debo admitir que quede prendada de tus preciosos ojos, jamás había visto algo similar, cuando nuestras miradas se cruzaron en medio de toda esa bruma, pude sentir como una corriente recorría mi cuer...