Para ella todo siempre fue blanco o negro...
Nunca gris
Nada entre medio.
Su vida era simple y sencilla, jamás tuvo problemas con nadie y todos la veían como alguien normal...
Pero claro que ella no era normal, nada de este mundo se podría decir, pero ¿a quién le importa, cuando ella no es sobresaliente?
O más bien, era sobresaliente...
Una vida sin aflicciones, se podría decir.
O al menos eso quería aparentar, porque en el fondo todo era hipocresía.
No existía, ni existe, un compás moral, donde todo sea neutral. Existen variaciones, situaciones, difuminaciones entre colores.
Todo era una hipocresía, porque cuando nadie la veía,
hacía todo lo que aborrecía.