Inefable. - Jingyeom.

05. - Te extraño.

Habían pasado ya unos días de aquella escena tan bochornosa, Jinyoung no dejaba de pensar en ese ataque de 'celos' tan repentino, no tenía el mínimo derecho de hacerlo. Tenía novia, una cual no amaba ni sentía nada, Yugyeom seguramente esté con su ex pareja.
Estaba frustrado, extrañaba al menor, demasiado. Quería verlo y oír cada una de sus quejas o sus múltiples tonterías, solo quería verlo aunque fuera a metros de distancia.

Dejó caer su cuerpo sobre el colchón mirando el techo como si el tiempo hubiera parado en ese instante de su vida, se sentía culpable como nadie, tenía impulsos de llamarle, disculparse, abrazarle y besarle... aunque el temor era mayor que esos impulsos de imbécil.

Se levantó observando su teléfono a un lado de él, dejando que la tentación le ganara, lo agarró y marcó el número del joven. Suspiró esperando alguna respuesta, nada, aún nada. Buzón de voz, increíble.
Colgó de inmediato no quiso dejar ningún mensaje, le extrañaba que no contestara aunque no era de esperar que hubiera alguna respuesta seguramente el chico lo odiaba por lo pasado hace unos días en su casa. — ¿Acaso es mi culpa que ese Jackson o cómo se llame se haya interpuesto en mi camino? Es imperdonable la situación por la que he pasado.— Dijo a sí mismo en voz alta, cuestionándose sus acciones o siendo consciente de sus errores, él no sabía ni lo que hacía. — No voy a perder los estribos por ese mocoso, Park Jinyoung... tienes novia, la quieres muchísimo, ya deja de pensar en ese niñato y ve a cenar con tu preciosa chica.— Pensó en alto de nuevo, sinceramente iba desvariando.

Suspiró, no quería nada más que dormir pero lamentablemente tenía una cita con su novia en un restaurante bastante caro, él le hubiera gustado más ir a una cafetería del centro con Yugyeom pero en estos momentos no era adecuado pensar en eso. Se quitó la camisa dejando su pecho al descubierto buscando otra muda de ropa en sus cajones, algo formal para el momento. Mordió su inferior al encontrar una muda apropiada y directamente se desnudó yéndose hasta el baño.

Pasaron los minutos y al terminar su baño, escuchó el teléfono sonar, sus esperanzas saltaron a flor de piel, sí era él, Yugyeom. De inmediato cogió el teléfono.

—Yugyeom..— carraspeó su garganta. Añoraba la voz del chico en demasía.

Jinyoung, hola. Mh, en serio discúlpame por lo de hace cuatro días, creo que no fue apropiado quedarme ahí sin hacer nada yo...

—No, no te disculpes, Kim. Fue mi culpa lo siento, andaba estresado por muchas cosas y me desquité con tu amigo.—

Ya... entiendo. No pasa nada, me disculpo por Jackson él no es así, lamento todo en serio. Yo, Mh, yo...

— Te extraño.

Ambos quedaron en silencio, Yugyeom se sorprendió por aquellas palabras del mayor, soñaba tan calmado, tan dulce. Se estaba derritiendo y sentía como sus mejillas se calentaban por el nerviosismo. Sin pensarlo dos veces..

Veámonos.

— ¿Ahora?

Sí, sí. No tengo nada más que hacer, y aaa también te extraño, Jinyoung. ¿Puedes o estás ocupado?

— Puedo. — No podía pero le daba igual, otro día podía ir de cena con su novia. Quería solo ver a Yugyeom.

¡Perfecto! Nos vemos en una hora en la misma cafetería, adiós.

— Adiós.