Capítulo 39

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- dile a luisito que su regalo le va a encantar- digo sonriendo, le doy un beso y salgo para el trabajo.

Estoy de camino cuando recibo una llamada de volker. Conecto el manos libres y respondo

- hola volkieeee

- estas de camino? pregunta el con un tono lúgubre

- si, estoy llegando, para algo?

- cuando llegues veras- dice el

Yo cuelgo y yo asusto

Qué habrá pasado?

 20 minutos despues llego y estaciono, bajo rápidamente y entro al club por la puerta de empleados, un olor riquísimo a limón y vainilla llena el ambiente.

Los camareros están arreglando y limpiando las mesas, los saludo y paso a mi oficina. Ahi esta volker con 3 de mis chicos de oro.

- que pas ..- ahogo un gemido cuando le veo la cara a Otis. La tiene completamente golpeada, un ojo casi cerrado por la hinchazón, el labio partido y un brazo roto. Suelto mi cartera y voy hacia el

-mi grandote, que ha pasado?-Pregunto mirándole con preocupación,el pobre trata de hablar pero solo le sale un quejido. Yo le doy un besito en su lado bueno de la cara.

- que coño ha pasado?-le pregunto a Xander y Santiago

Xander me mira desde su altura

- el marido de su clienta los encontró y ya sabes la que se armó- contesta el rascándose la cabeza.

Yo los miro confusa

- que los encontró? Pero el marido la siguió a ella al lugar de encuentro o que? - pregunto.

Soy muy cuidadosa con las citas de mis chicos, siempre se hacen en lugares discretos y elegantes, además nunca van a un mismo lugar con la misma clienta.

Santiago se rasca la cabeza

- la clienta lo convenció de que fueran su casa, ella juró que el marido nunca regresaba hasta muy tarde en la noche-dice haciendo una mueca.

Yo me giro hacia otis llena de furia, él se encoge cuando me ve y yo trato de calmarme.

Respiro hondo y le digo

- Dale gracias a Dios que tu estás vuelto un disparate porque por mi madre que te caía yo a golpes. Sabes que está terminantemente prohibido cambiar el lugar de la cita! Tanto por su seguridad como por la de la clienta, coñazo! - grito esto último.

Los chicos me miran aprensivos, hasta volker. Normalmente soy una mujer muy dulce y comprensiva, nada dada a los problemas, pero cuando me enojo es como si se me metiera santa marta, veo rojo y quiero sangre.

-Dame el nombre de la clienta- le digo pero luego le miro la boca hinchada y partida- escríbeme con tu mano buena- suspiro.

El lo escribe

- marcia peguero de moya.

 me siento en la computadora y busco su perfil.

Querida lectora, sabes que la información es poder no?

Los perfiles de cada clienta tiene un archivo, en donde está toda la información recopilada de su vida;  información personal, sus pasatiempos, lo que le gusta yo que no .... y todos aquellos secretos que ella no quiere que se sepa, ademas está la información de sus esposos, si es que están casadas. Esas informaciones solo la manejamos volker, yo y nuestro investigador privado, el cual es excelente. Compramos un banco de datos en un banco con seguridad de alta gama, ahi guardamos todo.

Entro al banco busco su perfil y lo leo, mi furia aumenta cuando veo el nombre del esposo: mario de moya.

- volker, necesito que violes las cámaras de seguridad de la casa de marcia, consigue la grabación de las últimas horas, si hay del encuentro de otis con ella y la pelea, mejor- digo mientras tomo mi cartera y confirmo si tengo el gas lacrimógeno y la pistola eléctrica.

-A dónde vas?- pregunta el

-a resolver  este asunto- digo mientras miro a Otis- alguien que lo acompañe a casa y le consiga medicamentos.- digo mientras le doy un beso- cuando te mejores tu y yo hablamos grandullon.

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