CAPÍTULO 1

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Jie Shan.

— Realmente tengo que ir con el?— dije con notoria molestia

— Hace mucho que no lo ves hija, Tu Padre quiere que pases una temporada allá—dijo mi madre tratando de convencerme

—Porque justo ahora Mamá, tengo veintiuno no soy una niña que necesita a su Papá.—acomodo el cierre de la maleta.—¿quiere verme? es tarde.

—Hija— fue interrumpida por mi abuela quien se hacía presente en mi habitación.

—Yo se que desprecias a tu padre por su abondono, porque no estuvo ahi cuando lo necesitabas, pero—se le corta la voz.— ahora quiere remediar las cosas, por favor mi niña podrías al menos intentarlo.—me duele el pecho ver como se quiebra por él.

—Esta bien Abuela—me acerco.—haré lo que tú quieras, pero no llores no es bueno para tu salud lo sabes.

—Gracias mi niña—acaricia mi mano en su rostro.—Tu padre te cuidara allá no te faltara nada, iré a avisarle.—me regala una sonrisa cálida antes de salir la expresión en el rostro de mi madre mostraba que queria decir algo.

—Esto lo hago por ti y por la Abuela.—bajo la maleta de la cama.—ninguna de ustedes merece seguir en agonía ya fueron suficientes años.

—Lo sé hija y te lo agradezco mucho—se para a mi lado toma mi rostro y besa mi frente.—Esperare tu regreso.

Sale y me deja sola en mi cuarto observo el cuadro que adorna mi mesita una foto de los dos el vestido de la bestia y yo con un vestido amarillo como el de bella en mi cumpleaños número seis «Mi papá, mi heróe» me veia tan feliz en esa memoria supongo que lo fui hasta antes de que se fuera.

«Él era de China y mi Mamá era italiana según lo que me contó ella fue amor a primera vista el vino a Italia por un negocio y se enamoro de mamá, su Padre al enterarse lo desheredo y los expulso de casa mi abuela lo apoyo se fue con él y volvio a Italia se casaron y con los pocos ahorros que tuvieron compraron una casa me tuvieron y todo parecia estar bien  hasta que se fue a China cuando tenia ocho años con la excusa del trabajo. Dejó a mi madre y a mi abuela, era pequeña por eso me dolia entender la verdadera razón

No queria ir, claro que no. Pero por mi abuela lo haria aunque me cueste más de lo que quiero admitir salgo de mi habitación tirando del mango de la maleta y me detengo frente al cuadro pegado a la pared del pasadizo los cuatro juntos en mi bautizo me muerdo el labio al sentir el temblor por el dolor que contengo en el pecho.

—Hija—mi madre se acerca despacio—el taxi espera afuera—observa de reojo el cuadro y luego me mira.

—Bien—acelero el paso espero que no haya notado mi afectación—camino hacia la puerta seguida por mi mamá y mi abuela espera afuera.

—Ten un buen viaje hija—me giro hacia ella—te quiero—me abraza.

—Cuidate—le sonrio—cuida a la abuela por mi Mamá—le doy un beso en la mejilla antes de acercarme a la abuela.

—Abuelita.—la rodeo con mis brazos encogiendome a su altura.

—Mi niña que dios guie tu camino e ilumine tu destino.—besa mi frente.

—Te quiero abuelita.—le doy un apretón y ella rie.—Te adoro mi niña.

—Toma tus medicinas.—asiente me aparto y beso su mano el chofer se acerca saludando a todos.

—Permitame su maleta por favor—mi Madre la acerca hacia mi punto.

—Claro, se lo agradezco—toma la maleta y sostiene el tiro.

HOTEL NEW WORDL (WAN YIBO - TÚ - XIAO ZHAN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora