Levantarse e ir al café-librería de la esquina es lo que siempre hace. Es un dibujante y se inspira en ese lugar, donde siempre se ve como llueve por el gran ventanal mientras toma su té de hierbas, acompañado por un libro.
Tan lindo y pacífico ese lugar, menos las veces que ocurren cosas delante de este, ya que está adelante en una plaza y en una esquina. Hoy había vuelto al preciado lugar a la mañana. Se puso una polera negra, con unos jeans azul marino ajustados y su vincha negra.
-Dame un -- -fue interrumpido.
-Un té de hierbas- le sonrió la chica de ojos zafiro.
-Ya me conoces, he he.
-¿Alguna inspiración para hoy?- le entregaba el vuelto la mujer.
-Por ahora no.
-Ok, suerte. Ya te llevamos el té a la barra del ventanal, mientras elige el libro que leeras hoy.
-He he, gracias Joy.
Como dijo, Bonnie fue a buscar que libro leería hoy. Mientras pasaba la mirada por los libros de cada uno de los viejos estantes llenos de polvo, un hombre de unos veintidós años que se encontraba del otro lado de la calle intentaba que no se le volara su paraguas de tanto viento. El ojicarmesí ya había elegido su libro y estaba yendo a la barra, hasta que...
-Auch- chocó con alguien que venía de afuera.
-Disculpa, no podía ver, lo siento- pedía apenado el ojiesmeralda.
-No hay problema- dijo en tono frío y se fue sin mirarle a la cara al chico.
El de hebras celestes fue para dentro de la cocina y se puso su traje de camarero, el cual consistía en una tela blanca estilo cocina.
-¡Bon!, llegaste- saludó su amiga rubia -.¿Me haces el favor de servir esto por fas?.
-¡Claro!, primero espera que saludo a Toddy y lo hago.
Dicho eso, fue en busca de la morena. Al encontrarla--calentando café-- la saludo con un beso en la mejilla, mientras la fémina le avisaba un par de cosas de hoy en el trabajo. Cuando terminó su charla, hizo lo que le había pedido su compañera: Ir a dejar un té de hierbas.
-Tome su té- dijo el moreno dejando una taza con el saquito sobre un plato al frente del cliente.
-¡Uy!, disculpe. Ya lo corro- hablaba del libro.
Al decir eso, miró quien le estaba entregando su bebida; Un chico de piel morena con unas muy bellas pecas, cabello turquesa y ojos cual esmeralda. Pudo sentir un click en su pecho en ese momento. No sabía que fue, pero lo ignoró.
-D-disculpe.
-No hay problema.- le entregó unos pañuelos de tela -¿Sos el de la entrada? Disculpa el golpe, había mucho viento y no veía bien, jaja.
-S-si, n-no pasa nada- ¿Qué le pasaba al pobre chico de veintitrés años con peculiares ojos rojos?.
-Con permiso, me retiro. Si necesita algo, llámeme o a alguno de mis compañeros.
Como dijo el camarero, se había ido, dejando al de tez blanquecina con un sonrojo poco notable.
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El ojirubí llegó a su casa, dispuesto a dibujar su nueva inspiración: El camarero que le había entregado su té de hierbas. Agarró lápiz, papel y manos a la obra. Pasaron unos cuantos minutos hasta que este había hecho la base a la perfección, con cada detalle.
-Ashhh...Necesito verlo devuelta.- puso su brazo para sostener su cabeza- Necesito todos sus detalles.
Esperó al día siguiente para volver a ese lugar para que lo volviera a atender el muy lindo camarero, cosa que hizo. Pasó haciendo eso durante tres semanas, tiempo que duró para hacer todo el dibujo, con cada mínimo detalle, desde las pecas hasta sus mechones.
Bonnie vivía en un lugar donde siempre llueve o hace frío, y ese día no era la excepción. Eran las cuatro y cincuenta y ocho de la tarde cuando decidió ir al parque a tomar aire fresco y buscar una nueva inspiración después de haber terminado su majestuosa obra de ese empleado, que ni sabía el nombre, pero le encantaba. Se sentó en una banca y comenzó a mirar a todas las personas que pasaban, las cosas que sucedían, que llevaban vestido, etcétera.
Ya llevaba un rato allí y comenzaban a caer diminutas gotas de agua, demostrando que estaba apunto de llover. Se levantó de los más tranquilo y se estaba a punto de dirigir a su casa, mas no pudo por haberse resbalado.
-Auch...- se sobaba su espalda inferior por el golpe que había hecho.
-¿Estas bien?- preguntó una voz, no pudo evitar sonrojarse al ver de quien trataba.
-A-ah, si, si, pff, no fue nada, he he- se levantó nervioso y rápido viendo al moreno que llevaba un paraguas de rayas.
-¿Seguro? Ese golpe se vió feo- el más alto se acercaba al mayor.
-¡Si estoy bien!.
-Ok.
Comenzó a haber un silencio incómodo ya que ninguno hablaba y quedaría mal que se fueran.
-S-soy Bonnie.
-Un gusto Bonnie, yo soy Bon- le estrechó la mano con una sonrisa calida.
-Bon...que lindo nombre- susurró a si mismo el pelimorado.
-Gracias, el tuyo tambien es lindo-parece que no susurró muy bajo.
Otra vez vimos a un conejo sonrojado, evitando hacer contacto visual con el lindo chico que por fin tenía el nombre de 'Bon'.
-Toma- el ojiesmeralda ofreció su paraguas al pelivioláceo.
-¿Qué estas haciendo?- se abrazaba a si mismo por el frío, viendo al otro dar su paraguas.
-¿Qué crees que hago?- le habló gracioso- Te comparto mi paraguas, ven- sujeto la mano de el piel de porcelana y lo llevó a su costado. El paraguas era bastante grande, así que no estaban apretados.
-¡Achu!- estornudó el moreno.
-¿Estas bien?.
-S-si, sólo un poco resfriado.
-¿Queres un té? He he.
-Con gusto.
N/A:
Serie de one-shots, que les parece?
Quería decirles que muchas de los ideas de spoilers que sí se van a convertir en one-shots, pero no todas uwu.
¿Les gustó esta? --->
¿Les gustó el separador que hice? Fue con pocas ganas a los hombrecitos porque es muy tarde xd --->
¿El separador es muy cliché? Xd ---->
¿Quieren que me inspire en alguna canción o anécdota? --->
¿Tienen alguna opinión de mi escritura? ---->
De paso aviso: Voy a usar esto como... Para soltar cualquier cosa que se me venga a la mente, como un sueño, anécdota, video, canción, etc.
