Joy

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《Bonnie, en 10 min te veo en la plaza!》

Me llega el mensaje en los primeros días de diciembre y sin reprochar, me preparo: Me peino, me visto y busco las cosas necesarias para allá por si acaso, como mi celular, llave, billetera, etcétera.
El aparato que se encuentra en el bolsillo trasero de mi pantalón, vibra.

《Bonnie, ya estoy. ¿Donde estás?》

Leído. Salgo corriendo y meto la llave para ajustar el cerrojo y comienzo a dar pasos muy rápidos para no correr como desesperado hasta que llego a la plaza.

《Ya estoy》


M

ando y me marca el visto. Levanto la vista y escucho a la persona a unos seis metros de mí gritando mi nombre.

—¡Bonnie! Hola.

—Hola— exclamo de manera cortante.—¿Para que me trajiste?

—Quería verte un ratito. Estaba aburrido. —siento mis mejillas como arden un poco por la primera parte, ignorando lo que dijo después.

—¿En serio me hiciste salir volando de casa, cuando estaba acostado y cómodo, solo porque estás... — no recuerdo la palabra — ... ¿aburrido?

—Síp — sonríe.

—Ush — suspiro — agradece que soy buen amigo y te quiero bastante para no molestarme con esto.

—Gracias~— juntas sus brazos alrededor de mi atrapando los míos. ¿Estoy siendo más alto? Wow.

Vamos a caminar y charlar un poco; desde que nos fuimos para las universidades, no podemos juntarnos mucho, así que hay temas para platicar. Encontramos un banco blanco —sin popo de paloma— y nos sentamos después de comprar un licuado que compramos en una tienda ambulante acá cerca.

Doy un sorbo al licuado de banana y siento como se me enfría el cuerpo: con piel de gallina, duro y el cerebro frío, contando la corriente que se me pasa por los brazos.

—¿Estás bien?— pregunta apoyando su mano en mi espalda.

—S-sí, solo tomé un poco rápido y me enfríe todo, aaaahhh— quejo.

—¿En serio? Toma mi sueter—, ofrece mientras se lo saca. Es de poliéster y por lo ajustado que le quedaba, se le sube la remera pegada.
Yo, al notar esto, como buen amigo soy, se la bajo. —Jajaja, gracias Bonnie — guiña.

—Gracias a vos, Bon—agradezco después de entregarme el abrigo.

—Eu, te está quedando mejor a vos que a mí, jaja. Te queda muy lindo el color verde. Sonrío con el elogio.

Seguimos hablando un rato de cualquier cosa que venía al tema hasta que me percato que solo yo soy el que comenta  y su mirada queda perdida en algo detrás de mí. Doy la vuelta y me encuentro con...

—Bon, Bonnie. ¡Hola!— saluda mi heather, Joy Golden con toda alegría.

—H-Hola Joy— hace lo mismo el peliceleste, nervioso.

—¿Como están chicos?— ella se enfoca en mi mudez y pregunta para que conteste.

—Bien... Joy — exclamo llevando mi vista para otro lado.

Se queda un largo rato hablando con nosotros,  aunque de vez en cuando, me fijo en mi compañero, con esa mirada esmeralda adolorida por no ser correspondido de la rubia soltera.
Quiero odiarla por el no poder notar lo ilusionado que está de ella, pero, ¿cómo odiarla? Si ella es un angel.

OneShot's B×BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora