CAPITULO 1

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Mientras Rebeka Bermont recorría los pasillos del instituto local de Starfall en busca de su casillero para el resto del período escolar, escuchó risitas y comentarios despectivos de los chicos que serían sus compañeros. Observaban cada uno de sus pasos, casi esperando que se derrumbara. En otro momento, tal vez no le habría importado, pero acababa de llegar. Y lo que decían no era precisamente alentador.

Claro que no esperaba hacer amigos en una ciudad con altos índices de delincuencia, no solo en Inglaterra, sino en todo el mundo. Sin embargo, nunca se le había pasado por la cabeza que la verían como los lobos observan a una pequeña oveja que se separó del rebaño.  Esto la asustaba demasiado, tanto que le erizaba la piel. Por suerte, ese día decidió ponerse un lindo suéter rosa pastel junto con unos jeans oscuros que ocultaban casi por completo su piel. Aunque estaba segura de que podían oler el miedo a kilómetros, como los perros de caza huelen a sus presas.

Después de 15 minutos de agonía, Rebeka finalmente encontró el casillero y suspiró aliviada, murmurando un 'gracias a Dios'. Mientras sacaba algunos libros de su mochila con forma de huevo rosa, pensaba en cómo encontraría el aula de su primera clase. Sería una tarea difícil si no quería acercarse a nadie por miedo a que le robaran sus pendientes de edición limitada, por los cuales había rogado durante días a su padre.

Por supuesto, no quería que todo su esfuerzo se fuera a la basura por culpa de unos sucios ladrones. Por esa razón, no había usado su teléfono celular en todo el tiempo que había estado allí.

Mientras se perdía en sus pensamientos, no se dio cuenta del chico que estaba parado justo detrás de ella, examinando su cuerpo, hasta que este pronunció con voz ronca:

— Hola, hermosa.

Se giró sobresaltada, abrazando la mochila contra su cuerpo mientras abría los ojos con sorpresa al encontrarse con un chico alto y de rasgos suaves. 'No se ve tan peligroso como los otros. Al menos no tanto', pensó.

Era atractivo, completamente opuesto a lo que había imaginado al escuchar su voz.

— Hola —respondió con voz temblorosa luego de escanearlo un poco—. Me asustaste.

— Soy Harry Henderson. Debes ser nueva y... sinceramente muy sexy para no conocerme —su áspera voz contrastaba con los hoyuelos que aparecieron en sus mejillas cuando sonrió.

Una sonrisa casi imperceptible apareció en su rostro mientras miraba directamente a los ojos color oliva del chico.

— Rebeka, pero puedes llamarme Beka.

— Beka —saboreó el nombre en sus labios—. Un hermoso nombre para una hermosa chica —dijo casi susurrando, inclinándose un poco hacia adelante por la diferencia de altura.

Era bastante encantador, como el príncipe azul con el que todas soñamos, ese que viene a rescatarte sin importar dónde, cuándo, cómo o con qué horrible villano tenga que luchar.

— Gracias —Rebeka giró un poco para cerrar el casillero detrás.

— ¿Y en qué grupo estás?

— En el 1A —respondió, captando algunas miradas sobre su hombro.

— ¿Eres de primer año? —indagó sorprendido, abriendo un poco sus ojos y levantando levemente las cejas.

'Adorable', pensó.

— Sí, ¿y tú a qué grupo vas? —buscó seguir con la conversación mientras se ponía un mechón de cabello rubio detrás de la oreja.

— En tercero, pero no te preocupes, continuaré en la universidad aquí, así que no tendrás que decirme adiós.

Males que curanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora