Esa misma tarde no planeaba pasarme por la biblioteca por una vez prefería el estridente sonido de la cafetería que había fuera de la residencia estudiantil.
El silencio que se formaba en la biblioteca me hacia sentir mis propios latidos, el tic tac monótono del reloj, el replicar del bolígrafo en el filo de la mesa y todo esos sonidos inauditos solo conseguían que mis nervios acabaran conmigo misma.
No iba a ir estresada ¿Para qué?
Me sentaría, estudiaría todo lo que mi mente puede retener y simplemente, después si me quedaba tiempo, me pondría con la tesis.
Con el pie daba toquecitos en el piso, esperando que el semáforo diera paso a los peatones, iba mirando con cierta repetición si mi pantalla de teléfono mostraba alguna notificación.
De soslayo vi como una figura posaba a mi lado, y mi nerviosismo, me alerto de quien era.
Min Yoongi estaba ahí a un paso, quizás dos, de mi.
A esa aproximación, solo lo observe, y de verdad intente encontrarle alguna pega. pero no hubo ninguna de mi parte, lo veía atractivo, pero me asombraba mas su actitud, porque mi ojos psicoanalistas no encontraba ninguna definición sobre el.
Entonces, lo que ocurrió seguidamente, fue lo inesperado que jamas vi.
A lo lejos venia una bicicleta a toda velocidad hacia nosotros ajenos porque yo lo miraba a el y el solo miraba a la nada.
Pero mis ojos se abrieron por la sorpresa cuando vi al vehículos casi encima de aquel chico, pasando delante de el a escasos centímetros. mejor dicho, pasando por encima de su pie, aplastando de tal forma que la bicicleta dio un importante bote por el obstáculo pisado.
Ahogue un grito sintiendo un dolor intenso en mi pie derecho.
- OYE... ESTE.
Y callé.
Callé porque solo parpadeo y volvió a andar pasando así al otro lado.
Y con la boca abierta, conectando la mirada con el conductor de la bicicleta que tal cual como yo, miraba el azabache pasando ese tramo.
Los dos sin duda estaríamos un buen rato con esa escena en la cabeza. mientras el tranquilo seguía andando.

ESTÁS LEYENDO
Cotard >> Min Yoongi
FanfictionEl afectado por el síndrome de Cotard cree estar muerto.