Hoy 13 de marzo es mi cumpleaños número 18 ¡siii 18! No puedo creer que ya sea mayor, no puedo creer que por fin podré salir irme de viaje y quizás conocer el amor por primera vez, tengo tantas metas para este año y me esmerare por cumplirlas.
Me levanto de mi cama, voy al baño, me lavo los dientes y me ducho, la noche anterior mi padre me regaló un vestido porque supuestamente hoy viene alguien muy especial. El vestido era blanco mangas largas ajustado , que hacía notar mi decente figura, me llegaba un poco más arriba de las rodillas, me coloque unos tacones dorados con un hermoso lazo brillante, deje caer mi cabello negro lacio en tipo V hasta mis caderas.
Salgo de mi habitación y antes de bajar las escaleras encuentro a mi nana saliendo de su habitación muy elegante, llevaba un vestido rojo sin mangas hasta las rodillas un poco suelto, unos tacones negro y su cabello un poco gris por las canas recogido en una dona, al notar mi presencia viene abrazarme al juntar nuestros cuerpos, su calidez me envuelve por completo haciéndome sentir segura.
—Mi niña, estas hermosa — dice mientras se le escapa una lágrima, ella la limpia rápidamente.
—Gracias nana. Pero ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? — mi desconcierto es notable, ella solo sacude la cabeza restándole importancia.
—Nada mi niña, solo que me emociona el verte así, toda una mujer.
—Ay mi nana — la vuelvo abrazar.
Alguien se aclara la garganta, nos separamos y es mi papá, salgo corriendo hacia él.
—¡Papii buenos día! — lo abrazo.
—Buenos días hija, feliz cumpleaños — me separa — te quedó hermoso el vestido— dice dándome un pequeño vistazo de arriba a bajo. — Vamos ya llego el invitado especial.
No entiendo tanto misterio, empezamos a bajar las escaleras, mi nana viene detrás de nosotros. Al llegar a la sala vislumbro en el sofá a un hombre como si estuviera esperando impaciente, él levanta la mirada y se coloca de pie de forma inmediata es como de 1.74 de altura, ojos verdes con destellos marrones en él muy hermosos, cabello castaño un poco desordenado, una diminuta barba que se le ve tan bien y unos hermosos y carnosos labios. Trae puesto un traje negro, una camisa blanca debajo y una perfecta corbata negra.
—Él —habla mi papá — es Brian Louis — el extraño se acerca a mi — tu futuro esposo — Ya va ¿mi futuro esposo? ¿Espera qué? Miro a mi papá con cara de ¡¿QUÉ?!— si dentro de treinta minutos es la boda. — Dice con total tranquilidad
—¿Boda? ¿Cuál boda? — trato de literalmente no perder los estribos y comportarme de manera educada.
—Nuestra boda cariño — Dice el tipo con voz ridícula.
—No, no yo no me casaré contigo. — doy un paso atrás.
—Si lo harás — dice mi papá.
—¡Claro que no, ni siquiera lo conozco! — protesto mirándolo directamente a los ojos.
—Pero yo a ti si — el sujeto me toma del brazo pero me suelto enseguida — bien se me está agotando la paciencia. — Dice tomándose el puente de la nariz.
—¿Y? — digo alzando mis cejas y mi furiosa mirada se desplaza hacia él.
—Tú me perteneces desde que tienes 15 años — dijo mirándome fijamente.
—¿Cómo? — digo arrugando mis cejas.
—Si cariño le cambie mi empresa a tú papá por ti — dijo cínicamente.
¿Qué? ¿mi papá fue capaz de cambiarme por una puta empresa?
—Papá ¿Tú hiciste eso? — lo mire con cara de "dime que no es cierto".
—Si hija — eso me devasto — y hay un contrato — que cínico, ¿acaso no le duele su única hija?
—Esto es absurdo — dije ya molesta.
—Ya deja el show. Vamos la boda está a punto de comenzar.
—¡NOO! — mis ojos ardían.
—¡SI LO HARÁS! ¡Y YA!
Es increíble como mi papá me cambio por una empresa.
—¡Te dije que no papá! — el hombre que se hace llamar mi papá se acerca hacía mí, me toma fuerte del brazo tan fuerte que me lastima, la verdad es que lo desconozco, me aparta un poco de la sala.
—Hija no me hagas quedar mal — me susurra.
—¿Hija? ¿Me dices hija después que me cambiaste por una empresa? — lágrimas amenazan con salir pero no las dejo.
—Ay ya míralo es el hombre perfecto — una risita amarga sale de mi boca.
—¿Perfecto o millonario? ¿Qué es lo que ves en él?
—Te casas o te casas ya hay un contrato y no hay nada que hacer — mi papá me suelta y vuelve a donde esta Brian.
Mi papá me cambió, a mi, nana me mira y se que no hay marcha atrás tengo que casarme con una persona que no se quién es ¿y si es un loco abusador, asesino que al casarse conmigo me hará picadillo y me lanzara al rio más cercano? Tengo miedo pero no pienso quedarme, resistirme y descubrir lo que mi papá es capaz de hacer solo para cumplir su estúpido contrato. Asi que camine hacia aquel hombre con pasos firmes y mi corazón destruido.
—Sácame de aquí lo antes posible — dije lo más fría que pude sonar, una enorme sonrisa de oreja a oreja y unos ojos brillantes adornan el rostro de Brian.
—Tus deseos son ordenes mi reina — me toma de la mano y salimos del interior de la casa. Ya en el patio había una mesa, al otro lado de la mesa había una persona de pie que supongo que es el juez y de este lado habían cuatro persona supongo son los testigos aclaro que no conozco a ninguno.
Después del "Si" las firmas y todo eso dieron por finalizada la "boda" y los testigos y el juez se fueron. Subo a mi habitación tomo una maleta, tomo ropa, varias fotos con mis amigos, una que tengo con mi mamá y una ola de nostalgia atraviesa mi ser, mi mamá murió cuando yo tenía 8 años de cáncer, sufrió bastante y me dolió perderla, me hace tanta falta estoy segura que si ella estuviera viva no estaría pasando por esto. En mi escritorio hay una donde estoy con mi papá, lo adoro pero no puedo perdonarle lo me que hizo así que ahí mismo la dejo.
Tomo otra maleta donde guarde zapatos, algunas cajas donde tengo recuerdos, bolsos y más cosas. Le doy un último vistazo a mi habitación, suelto un largo suspiro una mientras una lagrima abandona mi cuerpo, rodando lentamente por mi mejilla mi mejilla y la limpio inmediatamente, salgo de ahí, bajo las escaleras con mis dos maletas. Todos están esperándome mi papá con una enorme sonrisa, mi nana llorando a mares y Brian... Brian tiene una cara de entusiasmo, como un niño cuando le dan un juguete nuevo y no saben lo aterrador que eso me parece.
—¿Nos vamos? — me dice.
—Si — voy hasta donde mi nana y le doy un abrazo lo más fuerte posible — te extrañare — me separo de ella, camino hacía donde está mi papá —Adiós Señor Vega — mis ojos llenos de dolor, rabia y tristeza lo observan por última vez antes de salir de esa casa de la mano de mi ahora esposo.
Hoycomienza una nueva vida para mí, ahora soy la señora Louis. Tengo muchossentimientos encontrados. No se a dónde voy, como me trataran, no se sicumpliré todos los anhelos que tenía en mi corazón hace apenas unas horas, estedía en vez traerme alegría trajo tragedia a mi vida.
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Casada con el hombre equivocado.
Short StoryDaniela Vega, dieciocho años, una vida perfecta, vive con su padre y su nana, su madre falleció cuando ella apenas era una niña. Brian Louis, veinticuatro años, desde que tiene uso de razón su vida estuvo resuelta, pero, a los diecisiete años le toc...