EUPHORIA ✧༺ lizkook ✔

ꕥeuphoria end

La noche cayó, oscureciendo todo a su paso, las líneas de las carreteras poco se podían apreciar, los árboles habían tomado su oscuro aspecto, y eso que todavía eran las séis de la tarde, según lo indicaba el reloj del auto. Jungkook desvió su mirada, nuevamente hacia Lisa, quien dormía plácidamente, con su manta cubriendo su cuerpo. Inconscientemente, una sonrisa brotó de sus labios, mientras volvía a dirigir su mirada hacia la carretera.

Faltaban solo unos minutos para llegar al lugar, las pequeñas luces que alumbraban la ciudad se podían apreciar desde la lejanía. Su corazón comenzó a latir rápidamente, y el nerviosismo recorrió su cuerpo a medida que se acercaban a su próximo destino; miró a su acompañante y temió despertarla, Lisa lucía completamente como un ángel, con los ojos cerrados y respirando lentamente.

Al llegar a su destino, la gran torre proyectaba un arcoíris de colores neones destacándose entre todos los edificios que rodeaba el centro de la ciudad. Se estacionó en un aparcamiento, lejos de las personas, siempre tenía que tener cierto cuidado, y más si se encontraba alejado de su residencia.

—Lisa, princesa, despierta— susurró débilmente en el oído de la chica. —Lisa, lisa— mencionó su nombre intentando que abriera sus ojos.

Intento fallido.

—Lisa— volvió a llamarla, moviendo su hombro lo menos brusco posible. Aquello pareció funcionar, porque poco a poco, la tailandesa abría sus ojos y soltaba un pequeño bostezo.

La cara de Jungkook se encontraba muy cerca a la de ella, provocando que se asustara y se alejara rápidamente del chico para terminar golpeándose su cabeza contra la ventana del auto. Un grito de dolor se escapó de su boca, mientras llevaba su mano a la zona golpeada.

—Mierda, ¿te golpeaste duro? ¿Te duele? ¿Te llevo al hospital?— preguntó angustiado el chico, acercándose más a ella y tomando su cabeza entre sus manos e inspeccionándola con cuidado.

Lisa negó rápidamente y soltó un bufido despreocupado. —No pasa nada, Jungkook~ssi, solo fue un pequeño golpe, nada del otro mundo.

Jungkook seguía con una mirada preocupadora sobre ella. —Lo lamento mucho, no debí estar tan cerca de ti, en serio, lo siento.

—No, no te preocupes, realmente no me esperaba encontrar tu perfecta cara cuando abriese los ojos.

—Deberás acostumbrarte entonces, porque esta cara la verás todos los días desde ahora, cuando despiertes hasta cuando te duermas— habló molestándola, pero con evidente sinceridad.

Lisa se sonrojó y le golpeó juguetonamente su hombro, para luego quitarse la manta que la cubría. Jungkook rió y salió del auto, para dar la vuelta y abrirle la puerta, Lisa al poner un pie fuera de este, miró boquiabierta el rascacielos que se encontraba frente a sus ojos.

—¿Es broma, verdad? ¿Estamos en el Lotte World Tower?— preguntó sorprendida mirando la parte alta de la torre.

—Pensé que te lo había mencionado, pero sí, tendremos una cena privada en el último piso, con la vista a toda la ciudad.— mencionó

Lisa se volvió hacia él y rodeó su cuerpo con sus delgados brazos, mientras posaba su mentón en su hombro trabajado, y le susurraba lentamente un "gracias".

—Nadie había hecho algo así por mí— se confesó apartándose de él, apenada, y evitando la mirada del pelinegro.

—Me alegra ser el primero, y el último— sonrío de lado.