🌹 Capitulo 25

71 6 0
                                    

Tessa M

Llegamos a la pequeña casa y yo no pude evitar mirar para todos lados, era bastante linda y estaba todo perfectamente acomodado.

—Sientete como en casa —me dijo Mau un poco más relajado

—Gracias cariño —respondí sin más.

—¿Quieres un poco de café? ¿Té o algo? —ofreció

—Estoy bien así, mejor ve a descansar. Si Ricky llama yo te aviso

—Vamos Tessa —se puso nervioso negó con su cabeza y hablo... —Soy un maleducado, no me has dicho que puedo llamarte de 'tú'

—Oh vamos, no hay problema

Lo seguí hasta una pequeña habitación.

—En este cuarto dormirás, el baño está al fondo. Si necesitas algo solo dime y trataré de conseguirlo —me dijo

—Gracias —dije y mire atentamente la habitación, un cuarto con paredes verdes, una cama, algunos muebles y múltiples fotografías familiares.

Revise mi maleta y saqué una pijama fui a acomodarla al baño y me dispuse a descansar un rato. Sin embargo no pude, mire por la ventana y estaba todo solitario.

Volví a los muebles y revise una a una las fotografías.

Ricky, Mau y su mamá... En todas y cada una solo aparecían ellos 3 no había nadie más.

En una estaban en un lugar muy familiar, un parque de diversiones, donde papá solía llevarnos cuando estábamos de viaje por acá.

En todas las fotos de pequeño, Ricky se veía feliz, tranquilo, y su mamá llena de vida. Pero después de ahí ya no había más fotografías, como si de una etapa a otra odiarán las fotos.

Volví a la cama y me quedé esperando que el sueño logrará vencerme y dormir un poco.

Los minutos pasaban y no podía conciliar el sueño, de pronto mi celular vibró para leer en la pantalla el nombre de Ricky.

—¿Está todo bien cariño? —pregunte de inmediato

—No hay novedad, perdón por llamar ¿Te desperté? —pregunto

—No, no puedo dormir —me acomodé para hablar tranquilamente.

—Lo supuse —contesto —Tessa, gracias por venir, gracias por soportar toda esta mierda que no te corresponde.

—No tienes que agradecer, lo haría sin dudarlo una y otra vez.

—Lo sé —suspiro un poco

—Que más quisiera yo para ti... que tú brilles en la vida, y seas feliz —comente

—¿Sabes algo? Creo que... —hizo una pausa muy larga— Creo que...

—No digas nada, estamos bien así —corte para que no dijera algo presionado por la situación.

—No sé cómo agradecerte, de verdad que eres mucho más de lo que merezco.

—¿Me perdonas por golpearte de esa forma? —pregunte avergonzada

—Perdoname tú por ser un idiota, por alzarte la voz, por no llevarte un café hace rato, por decirte que eres tan molesta. Realmente no pienso eso, sabes que eres increíble y...

—Hey basta —di una risa nerviosa— ¿No quedrás que me ponga a llorar o sí?

—No, yo quiero verte feliz siempre.

"Al final de la Rosa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora