issei el heredero del tenseigan

¿Un mal rey?

Han pasado unos minutos desde que el ataque enemigo cesó, los líderes firmaron el acuerdo y al parecer Raphael perdonó a Azazel porque luego de que este firmase, ella no tomo acción alguna en su contra, en cambio lo miró fijamente, Azazel sabía que esa mirada decía “ La siguiente será la última”.

La mayor parte de los angeles, demonios y caídos combatientes se habían retirado, en su lugar se quedaron los especialistas en magia de reparación, como en estos momentos había paz, los líderes unánimemente decidieron que sus tropas reparasen los daños que fueron ocasionados al edificio y terrenos aledaños

Las reparaciones se realizaban con normalidad, mientras tanto los representantes de las tres facciones hablaban por separado.

Al fin se ha logrado. Sirzechs lo dice con alivio, y Grayfia sonríe a su lado.

- Después de milenios, la paz ha ocurrido, una parte del inframundo estará feliz, y otra no.

Lo sé. El rey demonio se pone serio, y sabe que ahora deberá estar alerta ante cualquier movimiento, y más de la gente que apoyaba al Lucifer original.

Aunque ojalá no hubieran tenido que sacrificar tantas vidas en el proceso. Dice Serafall, Sirzechs la mira y nota que está triste, observa en donde la mujer tiene puesta la mirada, visualizando como unos demonios se llevaban el cuerpo de Katerea Leviathan, cubierto con una manta blanca.

-No gastes tus lágrimas Serafall, es triste y un duro golpe que la descendencia del rey demonio Leviathan se haya terminado, pero ella era un caso perdido, no hay de que lamentarse.

Ojalá pudiera afrontarlo tan bien como tu Sirzechs, ojalá pudiera. Serafall susurró de esa manera, y su expresión no cambió en nada.

Ni Sirzechs ni su esposa eran los indicados para consolarla, pero sabían quién si, sus miradas enfocaron rápidamente a Sona, su hermana menor, la mencionada supo lo que tenía que hacer al instante, sin embargo una cosa es que supiera lo que tenía que hacer, y otra diferente es que tuviera el valor de hacerlo.

Jamás se había caracterizado por su lado cariñoso, las veces que había abrazado a alguien se contaban con una mano, y el hecho de tener que hacerlo frente a un montón de personas le hacía más difícil moverse, Tsubaki tuvo que intervenir empujando a su rey hasta enfrente de Serafall.

Sona estaba inmóvil, y su lenguaje corporal era muy notorio, sabía que debía abrazar a su hermana, pero sus manos no se movían, incluso su voz era temblorosa.

- Nee... nee-sama, no estés triste, ven si quieres yo...

- ¡¡Soo-taaaan!!.

Sona ni siquiera dijo media frase porque en un segundo su hermana se le tiró encima y la abrazó casi tirándola al suelo. Eso captó la atención de todos y vieron la siguiente escena.

- Me preocupé mucho por tí!, Tenía miedo que te pasara algo y yo no pudiera ir a ayudarte, deja que te abrace So-tan.

- ¿Pero que no estabas triste por Katerea Leviathan?.

Sona pregunta con su rostro muy rojo, claramente avergonzada y más empeoró su coloración cuando vio a Rías y los suyos reirse disimuladamente, además de los líderes de los angeles y los ángeles caídos, quiénes también veían la escena con una sonrisa.

Sona recobró el control de su cuerpo y no tardó en soltarse del agarre de su hermana y apartarla.

- ¡Siempre haces una escena cómo está nee-sama! ¿Acaso te gusta avergonzarme?.