La prostitución y la reforma.

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Hemos mencionado varias veces como la reforma religiosa afectó a las mas agresivas políticas contra las mancebías, por tanto, es el momento de desarrollar ese punto en mayor profundidad: La reforma protestante y la división que trajo consigo fue un punto de inflexión en la existencia y funcionamiento de las mancebías y de la prostitución en Europa: De la mano del artículo de Lyndal Roper, analizaremos la situación de forma concreta.

Generalmente, se ha considerado que, desde el momento que la reforma luterana entra en auge, comienza a haber un giro en el concepto del matrimonio. Los reformistas clamaban el matrimonio por amor, hecho que llevaba a una alternativa mas suave a los prostíbulos. Los reformistas, como es evidente, no aprobaban la prostitución, pues la consideraban parte de la corrupción que mancillaba a las grandes ciudades. Los reformistas se encontraban especialmente indignados por el hecho de que muchos prostíbulos habrían sido controlados y mantenidos por las autoridades de sus localidades, que era uno de los principales puntos por los que los luteranos protestaban: El beneficio de los negocios bajo la excusa de "mal necesario" para enriquecerse a costa de corromper a la población.

El matrimonio por amor que proponían los protestantes traía una mayor justificación para eludir los prostíbulos, pues abogaban por la fidelidad y el amor verdadero. A pesar de esto, teóricamente los burdeles a cargo de los gobiernos no podían aceptar la entrada a los hombres casados, pero muchos prostíbulos hacían excepciones o, directamente, no seguían esta norma.

La iglesia católica, bajo las tradiciones de tolerancia de Agustino de Hipona, mientras Tomás de Aquino justificó la necesidad de la existencia de prostitutas en la ciudad, comparándolo a la necesidad de que un palacio tenga su pozo. Ahora bien, con la proliferación del luteranismo, muchos curas y sacerdotes animarían a las cortesanas a abandonar su profesión, no para redimirse de sus pecados o convertirse a monjas como proponía el catolicismo, si no casándose y encontrando su verdadero lugar en el amor sincero.

Cuando la iglesia y el clero comenzaron a rechazar abiertamente a las prostitutas, los luteranos les acusaban de ser potenciales "ladrones de mujeres". Se conoce que antes de la llegada del luteranismo los monjes frecuentarían algunos prostíbulos, y tras radicalizar su posición contra las cortesanas, muchos se dedicarían mas a contraer relaciones con mujeres casadas, hecho que los luteranos aborrecían, pues causaban inestabilidad contra el clero y, en el fondo, no cambiaba nada. Éste hecho sucedía principalmente porque los monjes católicos, contrarios a los pastores luteranos que podían casarse, ellos no podían, y mediante estas acciones estaban corrompiendo completamente sus votos de celibato.

¿Tuvo algo que decir Lutero personalmente acerca de las mancebías? De hecho, si, y Martín Lutero abogaba porque, en una sociedad cristiana, no deberían existir los prostíbulos. Este punto puede parecer que coincide con el punto de vista católico del momento, si no fuera por el hecho de que Lutero reclamaba, mas bien, que no debieron de haberse admitido en un primer lugar. Los luteranos apoyaban este punto de vista añadiendo que han sido los mismos burdeles los que provocaban los problemas con los que la iglesia católica justificaba que la presencia de prostíbulos los evitarían, como la violencia sexual o infidelidades.

Como no todo es blanco y negro, los luteranos también comenzaron a ver a las prostitutas como seres malvados a medida que su ética se fue desarrollando. Los argumentos de los luteranos eran que las mujeres aprovechaban su atractivo para enriquecerse a costa de sus víctimas. Desde este punto, no había simpatía por ellas, viendo que se estaba radicalizando el asunto, y los reformistas señalaban a las cortesanas como el origen de los pecados que cometían los clientes. Como en muchos otros aspectos, los luteranos culpaban a la causa del pecado y no al pecador.

Finalmente, ¿Qué concluimos, pues, de la visión religiosa en el siglo XVI? En primer lugar, hemos visto como ambas partes estaban decididas a no tolerar la actividad de las meretrices, pero ambos bajo distintas razones: Los católicos, por su parte, ya habrían cesado de usar esta actividad como forma de control sobre la población y de ingresos bajo el deseo de hacer prevalecer de verdad su ley. Precisamente éste pretexto indigna a los luteranos, quienes no hubieran apostado por este "mal necesario" en ningún momento, y a su vez, vemos como ellos abogan por el matrimonio por amor como alternativa para evitar infidelidades y abusos tanto por el pueblo llano como por parte del clero.

Ambas partes, ahora bien, invitarían a las prostitutas a redimirse, aunque los luteranos de una forma menos radical, simplemente invitándolas a reencontrarse con su camino a través del amor sincero del matrimonio que ellos proponían, mientras que los católicos las forzarían a reencontrar la fe como monjas. Como tal, los luteranos veían todo este problema erradicado en las cortesanas, un punto de vista mas directo y agresivo hacia estas mujeres que el católico, pero su remedio parecía ser mas pasivo, si bien igual de exigido.


LA MUJER PÚBLICA. Cortesanas y mancebías en los siglos XV y XVI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora