El punto de vista político y religioso de las cortesanas.

4 0 0
                                    

A pesar de que se pensaba que la existencia de prostitutas y mancebías era inevitable, el sentimiento de la iglesia en torno a las prostitutas tenía un punto de vista, mas bien, paternalista; Como en la edad medieval, ellos pensaban que estas meretrices debían arrepentirse de sus pecados de forma que pudieran ser salvadas, aunque durante la segunda mitad del siglo XV no eran estigmatizadas de una forma particular, si no vistas como otras pecadoras. Desde el siglo XIV, las prostitutas habían sido vistas por la iglesia en 3 formas: Un hecho inevitable, una actividad condenable a todo quien accediera a este servicio y como mujeres descarriadas que deberían arrepentirse.

En términos políticos ya vimos que la legislación ya sobreponía a los hombres sobre las mujeres y definía a éstas como Imbecilitas Sexus. Esta visión política de las mujeres se justificaba bajo la demostración de inferioridad física y moral, catalogándolas como "hombres imperfectos, inferiores y débiles tanto a nivel físico, moral como intelectual". Mitos como los de Adán y Eva o de la caja de Pandora catalogaban a la mujer como la raíz de todos los males y torpezas.

Derivado del punto de vista social sobre la mujer y su conducta sexual, en el ámbito político esto era ligado bajo los conceptos de honor, ligados a la familia de la mujer o a su marido. En este sentido, la mujer era tratada como un "producto", ¿A qué nos referimos con el término producto? Pues que estas mujeres de familias eran casadas con hombres de otras familias para unir y/o fortalecer sus riquezas, desde los monarcas hasta las familias adineradas. Esto causaba que ese "producto" debía ser bueno. ¿Qué era exactamente que la mujer fuera buena? Primero, virgen, habiendo sido controlada por los hombres de su familia en todo su ámbito sexual.

Con estos datos, ¿Con que ojos se miraban a las meretrices? Analizando las situación tanto de la mujer como de su sexualidad, entenderíamos que bajo ningún concepto las meretrices podrían deshonrarse de esa manera y descarriarse por el deseo de la carne. Esto a ojos de la iglesia, quien, por supuesto, ignoraba el hecho de que la inmensa mayoría de cortesanas accedían a esta profesión era por necesidad económica.

Los principios de pureza y castidad habían quedado reflejados en la ley fueron los que luego se extremaron durante la época de necesidad de hacer prevalecer la ley, muy cercana a los principios de la iglesia, se tomarían medidas para acabar con las mancebías, las cuales, por cierto, no eran tan mal vistas, ¿Por qué? Simple y llanamente porque solían ser regentadas por hombres, a quienes se les veía como gestores se estas mujeres, pero con malos ojos, pues no parecía estar haciendo muy bien su trabajo, si atendemos a una regla de tres entre la pureza y castidad, la responsabilidad del hombre sobre la mujer, el honor y la visión de las meretrices.

Concluimos pues, que nunca se trató de que no fueran mal vistas y posteriormente si, se trata de una serie de factores ya mencionados: La visión de las meretrices no comenzó a causarles serios problemas hasta que no llegó el hecho de necesitar imponer su autoridad frente a quienes abiertamente la negaban. Atendiendo a puntos ya analizados, ¿y mientras tanto? Hasta aquel momento las meretrices eran consideradas un mal necesario, atendiendo a que no podían estar dictando castidad y no caer en la tentación a los hombres sin pretender que no llegaría un momento que los solteros, habitualmente de las clases mas pobres, pues por su mismo estatus no se casaban, no buscaran una alternativa en aquellas mujeres que buscaban un dinero propio.

La tolerancia se daba porque se concebía que era mejor mantener a solteros, criminales o gente peligrosa o de mala reputación controlada bajo este servicio que dejar que estos grupos de hombres agredieran sexualmente a diestro y siniestro, cayendo de lleno en la tentación y deshonrando a familias enteras. Cuando llega la necesidad por parte de los gobernantes y de la iglesia de imponer su fe, un fuerte "pues te aguantas" caería sobre estos hombres, y para las meretrices, consideradas toda una deshonra y detenidas.

LA MUJER PÚBLICA. Cortesanas y mancebías en los siglos XV y XVI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora