LA MUJER PÚBLICA. Cortesanas y mancebías en los siglos XV y XVI.

Conclusiones finales.

El papel de las cortesanas fué cuestionado en todo momento durante los siglos XV y XVI, un debate presentado entre las necesidades que estas mujeres saciaban y el detrimento social que a la vez causaban, poniendo en entredicho los valores defendidos por la iglesia. Las mancebías habian sido una instutición practicamente legitimada hasta el siglo XVI, cuando distintas circunstancias practicamente ajenas a ellas tuvieron consecuencias graves sobre los prostíbulos y las meretrices.

Hemos visto como, al paso de estos años, el papel de las prostitutas fue, si cabe, de cada vez mas degradado junto a la de la mujer en si, causando un "auge mutilado" en la prostitución, pues era mas barata, muchas mujeres ejercían por necesidad y las condiciones estuvieron empeorando, causa un grave detrimento en esta institución, dejando consigo la imagen de antro que puede conservar hasta hoy.

El papel de las mujeres públicas fue alterándose tanto cronológica como geográficamente; Unos anteponían el valor religioso a éstas, mientras otros las mantenían por puro interés económico y administrativo. Parece ser que, en el caso de España, mientras estuvieran bajo su poder, no era tan grave. Hemos visto como la reforma religiosa afectó gravemente su situación, con ninguno de los dos bandos estando a favor y enfrentándose entre ellos, salpicando a las mancebías.

A su vez, con lo que hemos analizado, podemos ver como las mancebías eran una última vía útil para las mujeres de las clases mas pobres, pues bajo éstas, hasta que en algunas partes de Europa como Francia, fueron directamente desmanteladas, las mujeres podían encontrar una fuente de ingresos cuestionable, pero segura, pues a pesar de todo el empeño en hacerlas desaparecer, las mancebías siguieron en funcionamiento, fueran privadas y gestionadas por ruffiani, fueran aún públicas como en España, o fueran en la clandestinidad de la mujer pública solitaria que deambulaba las calles.

El cambio de perspectiva y condiciones de las prostitutas durante la edad moderna marcaría una serie de estigmas como la clandestinidad, la falta de honra y valores, las condiciones precarias y el gran debate social que aún perduran hasta hoy. El debate sobre la prostitución sigue hoy bajo unas líneas mas laxas, pero iniciadas en esta época. ¿Con qué nos quedamos? Nos quedamos, principalmente, con la evolución y supervivencia de una institución que ha existido desde la formación de las mismas sociedades.

Quedémonos también con aquellas mujeres de menor categoría social, quienes accedían a esta profesión en la que sabían que era mejor que nada, y no solo las que accedían a servir al público por necesidad o interés económico, nos deberíamos quedar también con el interés de las autoridades por este negocio y por todas aquellas cortesanas que se vieron obligadas a ejercer, fuera por hombres adinerados o fueran por élites económicas.

Sin duda, ya en mi opinión personal, este tipo de instituciones pueden hacer cuestionar los supuestos valores morales de cualquier sociedad, sería por qué, ¿Es una institución intrínseca? ¿Un mal necesario? ¿Una fuente de ingresos tal que puede corromper nuestros valores? Todas estas preguntas aún se debaten hoy en gran parte del mundo, y afortunadamente, el paso del tiempo ha dado voz a las mujeres de este entorno y su voluntad, cosa que no se vería durante la edad moderna debido al denigrado papel que tuvieron las mujeres.