Georgeus

277 27 4
                                    

Habían pasado seis meses desde que había visto los hermosos ojos zafiro de Louis apagarse. Mi corazón seguía doliendo como el primer día que lo perdí.

Mi familia y mis amigos me decían que tenía que salir adelante pero no podía. Louis seguía en el hospital, en coma. La bala había dañado parte de su cerebro, pero los doctores estimaban que aún podía haber posibilidades de que despertara y todo saliera bien, yo seguiría refugiándome en esa esperanza porque quería creer que Louis volvería, que nunca iba a dejarme sola.

La madre de Louis había insistido en desconectarlo hace un mes, el asunto me tenía pendiendo de un hilo, sabía que mi alfa estaba sufriendo, que iba a comenzar a enfermarme, sabía que moriría si el omega no volvía a abrir sus ojos.

Estaba en su sala, lo venía a ver todos los días. Observé las flores que iba dejándole cada día, y la cómoda habitación, había pedido lo mejor para el castañito, sabía que no serviría de nada si no despertaba, pero quería asegurarme, contratando el mejor equipo médico para él, por cualquier cosa.

No podía evitar quebrar en llanto cada vez que entraba a su cuarto. Mi pequeño omega estaba conectado a un montón de cables, su cabello había perdido el brillo, su piel estaba cada vez más pálida y su carita estaba muy delgada.

Me mataba verlo así pero no había nada que pudiera hacer, quizás era egoísta tenerlo en una cama de hospital luchando por su vida, pero lo necesitaba. Quería ver de nuevo su sonrisita al verme llegar, quería sus brazos entre los míos de nuevo y su sarcástico sentido del humor, quería verlo sonrojarse cada vez que lanzaba comentarios para provocarlo, porque sabía que lo harían sentir avergonzado.

Respiré un poco secando mis lágrimas y me acerqué a su cama. Me senté y tomé una de sus manos entre las mías.
Me gustaba contarle historias, leerle un poco o contarle las cosas que había hecho durante el día, sabía que era algo que Louis hubiera querido escuchar. Hoy era de esos días tristes, donde perdía la esperanza por completo.

- Hola Lou, espero que puedas escucharme de donde sea que estés, no sabes lo mucho que te extraño. Siento que es mi culpa que tengas que estar aquí, es uno de esos días. -  el dolor se vuelve insoportable en mi garganta y sollozo de nuevo.

- Lo siento, sé que no te gustaría escucharme llorar, pero te extraño tanto, no sabes la falta que me haces. Debí decirte antes lo mucho que me gustas, lo mucho que te amo. - 
A veces cuando observaba su rostro y le hablaba era casi como si el chico estuviera en un largo y hermoso sueño, como si estuviera en paz.

- Tengo que confesarte algo, me enamoré de ti desde que llegaste a la escuela. Solía verte solo caminando en el patio o dormido en clases, me gustaba verte porque me traías mucha paz y cuando tuve que salvarte de aquellos alfas supe que nunca más quería dejarte solo, entonces me diste una oportunidad y empezamos a ser amigos, supe que era especial para ti porque a pesar de que te costó me abriste un lugar en tu vida. Luego comenzamos a ser amigos y sabía que no era una amistad normal, éramos más que eso ¿lo sabías? Pero lo arruiné, porque eres tan maravilloso que me convencí de que no era lo suficientemente buena para ti, pensé que a pesar de que eras tan cariñoso conmigo era osado de mi parte suponer que podías llegarme a amar. Lo siento mi preciado omega, te hice sufrir por no tener la valentía de ser una mejor alfa para ti.

- Sentí que mis sentimientos por ti me iban consumiendo poco a poco, hasta el punto de ser demasiado evidente, de alguna forma sospechaba que podrías tener esos sentimientos por mí también, pero no estaba segura, entonces se me ocurrió la ridícula idea de pedirle ayuda a Harry, y es que aquí está lo que tenía que confesarte, Harry nunca fue mi novio, lo conozco desde que tenía quince años, trabajaba como modelo en la empresa de mi padre y siempre fuimos buenos amigos, obviamente no contaba con que se enamorara de ti hasta el punto de volverse loco.- me reí un poco.- parece ser que tienes ese efecto en las personas, Lou.- acaricié un poco su cabello.

- Hablando de Harry, el idiota está vivo, pero no te preocupes, no va a molestarnos nunca más. - el recuerdo de ese día siempre me llena de rabia y tristeza, el día que se llevaron a Louis y no sabía si sería por siempre. - Como sea, tuve ese ridículo plan donde se suponía que ibas a estar tan celoso que confesarías tus sentimientos por mí primero resultó siendo al revés. Siento haberme enojado contigo todas esas veces que el idiota de Styles te perseguía, supongo que nunca vi las señales y me hervía la sangre de celos de verlos juntos, fue ahí que él me convenció de que tenían algo y debía dejarte ir. Fue muy doloroso para mí, pero estaba dispuesta, si era lo que te hacía feliz, iba a irme y aceptar el trato de mi padre, pero ese día que pasamos juntos, yo sé que esa noche fue especial Lou, lo vi en tus ojos también.

- Sé que ha pasado mucho tiempo, pero puedo sentir que estás ahí, sé que no te has ido y te necesito cariño, te necesitamos aquí, incluso hace unos meses me contacto tu amigo Liam, dijo que fueron buenos amigos y está muy preocupado por ti, tu madre viene todas las semanas a verte ¿increíble no? A veces habla de desconectarte, pero sé que guarda la esperanza igual que todos nosotros. Me molesta decir esto pero Zayn también viene a verte seguido ¿podrías abrir tus bellos ojitos para mí? Siento que me muero cada día que pasa. - suspiré.

- Te juro que cuando despiertes voy a marcarte y tenemos una hermosa manada de cachorros ¿Qué te gustaría? Quizás una niña, con cabello castaños y ojos zafiros como los tuyos, ¿puedes imaginarla corriendo por nuestra casa? Nunca me dijiste que me amabas, pero sé que ese amor está ahí y es mío, mi alfa lo siente también ¿puedes sentir cuanto te extraño? Quiero un futuro contigo, donde me regañes por ser una alfa torpe y posesiva, donde te refugies en mis brazos cada vez que sientes que no puedes con tus sentimientos, quiero ese futuro que tú y yo nos merecemos, donde te hago enojar, pero me perdonas con un beso porque sabes que lo hago con esa intención, quiero a ese Louis que quiere demostrarle al mundo que no es un omega débil, porque aun que me ría se lo fuerte que puedes llegar a ser.

Lloré en silencio un rato, pensando en todas las cosas que fueron y podrían ser, el final siempre es amargo porque sabía que Louis no despertaría, al menos no hoy, otra vez.

- Ya debo irme cariño, estaré aquí de nuevo mañana, lo sabes. - acaricié el rostro de Louis de nuevo. - vuelve pronto amor, te amo. - dejé un suave beso en su mejilla.

Estaba dispuesta a irme cuando sentí un suave apretón en mi mano. Volteé enseguida, sabía que no lo había imaginado. Los desorientados ojos de Louis se abrían poco a poco, apenas podía creerlo.

Finalmente, sus ojos se abrieron por completo y me contemplaba como si hubiera despertado después de un largo sueño.

- ¡Louis! ¡Estás aquí! - abracé al castaño emocionada, aun guardando cuidado.

No podía hablarme, pero me transmitía calidad con su suave mirada. No logré verlo mucho más porque los doctores tuvieron que llevárselo para examinarlo, pero sabía que las cosas estarían bien desde ahora, podía sentirlo

Georgeus || Louaylor || OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora