DÍA 3

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¿Está encendida? – se escuchó en aquella pantalla – Si, si lo está

Pronto una figura de cabello rubio y ojos medios rasgados apareció frente a la cámara mostrando su rostro algo sucio y cansado.

Han pasado 3 días desde que cayeron las bombas en Karmaland y aún no encuentro a ninguno de los chicos – dijo Willy sentándose en el suelo de aquel frío lugar.

El chico con la cámara se encontraba en un galpón bastante descuidado y totalmente desolado por las bombas que cayeron aquel día en el preciado pueblo de Karmaland.

El ambiente cada vez parecía más desolador y con pocas esperanzas de encontrar a alguno de sus amigos o incluso a Merlon.

En todo este tiempo no había logrado dar con nadie y eso le quitaba esperanzas de que alguno estuviera vivo.

Debían estarlo.

Me han estado persiguiendo una especie de cazadores, han intentando dispararme y no tengo idea de porque – anuncio Willy a la cámara como si alguien lo estuviera escuchando desde el otro lado.

Está era la única manera de dejar rastros, si alguno de sus compañeros lo veía sabría que el aún estaba con vida y que debían resistir.

Limpió un poco su rostro con su camiseta antes de tomar nuevamente la cámara para que esta apuntará a su rostro otra vez.

Le tomo un poco de trabajo concentrarse en lo que estaba haciendo y en tratar de escuchar lo que ocurría fuera.

No sé dónde estará Fargan ni los demás, pero... Espero encontrar a alguien pronto – dijo el chico suspirando fuertemente.

Su rostro compungido demostraba lo preocupado y nervioso que se encontraba con toda esta situación en la que se veía envuelto.

Una rama se escuchó crujir desde fuera llamando la atención del peli blanco, quién inmediatamente se puso de pie rápidamente dejando la cámara en el suelo sin detener la grabación.

En aquella pantalla se podía ver perfectamente la escena que el chico estaba interpretando.

Intentó esconderse pero fue inútil, el galpón estaba prácticamente vacío sin lugar al que recurrir como escondite.

Esperando lo peor Guillermo fijo su mirada a la única entrada a aquel galpón mientras respiraba con dificultad.

Con un rápido andar y respiración agitada un chico de cabello castaño se adentró al lugar quedando totalmente estático al ver al de cabello blanco.

¡Willy!

¡Fargan! – sonrió el peliblanco saltando para abrazar a su amigo el cual ahora estaba sin su antifaz de búho.

El recién llegado estaba igual de sucio y cansado que el albino pero eso no le prohibió regresar aquella sonrisa y abrazo.

Fargan se soltó inmediatamente de aquel fraternal saludo para tomar de la mano a Guillermo y apresurarse a tirar de el.

Debemos salir de aquí, hay unas personas persiguiendome y disparando – anunció el recién llegado.

Intentaba jalar Guillermo pero este estaba poniendo un poco de resistencia, no sabía que estaba ocurriendo.

¿A ti también? – pregunto Díaz observando a su amigo.

¡¡No hay tiempo Willy, que corras ya!!!

Willy tomó rápidamente la cámara del suelo y la apagó para después seguir a Fargan fuera del galpón y perderse en el bosque.

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EL MURO // RUBEGETTA AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora