Era viernes por la mañana, un día frío se avecinaba desde que salió de su casa. JunMyeon había llegado a los pasillos de la escuela con la nariz rojiza y las manos temblando, tal vez fue una mala idea no seguir el consejo de su madre sobre abrigarse bien.
ChanYeol no iría a clases, cuando le preguntó el por qué, se excusó diciendo que su perro se había roto una pata y debía cuidarlo, no tuvo reproche alguno hasta que al llegar a su salón de clases recordó que ChanYeol ni siquiera tenía perro.
—Maldito flojo —suspiró cansado y se recostó en su asiento, era temprano, muy temprano de hecho.
Solía llegar lo más pronto a clases para evitar las jaurías que se formaban en los pasillos, por lo cual su salón se encontraba totalmente solo y agradeció mentalmente aquello pues a pesar de odiar el colegio, la sala de clases en soledad podía llegar a ser un buen lugar para despejarse.
Sonrió de la nada, de forma idiota al recordar el día.
Viernes, durante ya tres semanas seguidas se había juntado con SeHun los viernes y realmente no tenía ninguna queja.
De a poco el viernes era el día que más esperaba, no solo porque significaba que al fin llegaría el fin de semana sino también por SeHun.
SeHun, SeHun y solo SeHun.
La sonrisa de Oh, la forma en la que sus ojos se cerraban al reír, su cabello a veces húmedo porque se lo lavaba luego de entrenamiento.
Era Oh SeHun el dueño de sus suspiros.
Y no sabía en que momento las mariposas de su estómago pasaron a ser campos de flores en su corazón.
Pero también eran tormentas en su mente, porque recordaba que aquel chico solo le hablaba con una intención.
Entonces entre sus muchos pensamientos sobre el pelinegro escuchó el sonido de la gastada madera de la puerta cerrarse con fuerza.
Miró al frente.
Las mariposas huyeron.
Las flores escondieron sus pétalos.
JunMyeon, de repente, se levantó impotente de su asiento.
—¿Qué quieres? —dijo con la garganta seca, su vista ahora se posaba solo en la figura que se apoyaba sobre una mesa frente suyo
—Ha pasado un tiempo, esa no es la forma correcta de saludar, ¿no te lo han dicho? —tragó en seco, por un momento sus piernas se debilitaron, llevaba tiempo sin escuchar esa voz
—¿A qué se debe tu desagradable presencia? Wu YiFan —fue indiferente, el chico de cabello rubio sonrió sorprendido por su tono de voz, el JunMyeon que había conocido tiempo atrás nunca se atrevería a tratar de esa forma a un hyung.
—Solo quería hablar contigo —su voz fue suave, tratando de calmar la defensiva del menor, lo cual sabía que no sería posible.
—¿Vienes a pedirme perdón? Porque sabes q-
—Sé que será una respuesta negativa —Interrumpió—. No vengo a pedirte perdón, JunMyeon, sé que me odias.
—El odio envenena el alma, no odiaría a alguien que realmente solo es un inmaduro de mente, pero te tengo rencor, sí.
—¿No es lo mismo? —Kim negó—. Comprendo.
—¿De qué quieres hablar?
—Hmm ¿Qué tal sobre tu nueva cita? Oh SeHun —JunMyeon se tensó, ¿acaso ha sido tan obvio?
—¿Ajá?
—Soy un idiota, JunMyeon, te usé cuando eras un chico tan vulnerable, me aproveché de que no sabías completamente sobre si algo estaba mal, luego me fui como un pedazo de mierda que era y me reí muchas veces de verte desmoronado. Y sin embargo maduré, lo que hice no tiene perdón, a pesar de todo una parte de mí desarrolló cierto sentimiento de protección hacia los demás, aunque no lo creas, fui un idiota y realmente pensé que te cuidarías de más idiotas como yo, pero sabes, SeHun no es exactamente un chico bueno.
—Alto ahí —YiFan le miró confuso—. ¿Determinas la personalidad de SeHun solo por cómo se comporta frente a ti? ¿Quieres que te recuerde que conmigo te portaste como un algodón de azúcar y luego resultaste ser un pedazo de basura? Escucha, Wu, maduraste y yo igual lo hice —relamió sus labios, él definitivamente diría todo lo que alguna vez se guardó—. Cuando me dejaste, yo... realmente sentí que era un asco, pasaba noches llorando y madrugadas pensando, sentí que nunca sería suficiente para nadie, pensé en cerrarme al amor, tuve miedo de no volver a amar con seguridad... Y una de esas madrugadas de insomnio pensé... ¿Cada cosa pasa por algo no? Tu actitud basura de ese entonces marcó un antes y un después en mi vida, aprendí a defenderme, a cuestionar cosas, aprendí especialmente que el amor se trata de caerse y levantarse... ¿Alguna vez has escuchado esa frase? Aquél que le teme al amor le teme a la vida-
—Y el que le teme a la vida ya está medio muerto —Kim sonrió.
—Creo que una parte de mí ama a SeHun, a pesar de las cosas que he oído de él y he sentido que esa personalidad no es más que el disfraz que desarrolla alguien con miedo. Y no me importa, y si Oh SeHun resulta ser también una mala persona y me lastima yo lloraré de nuevo, sufriré de insomnio de nuevo pero me volveré a levantar, tal como lo hice después de ti y jamás ¡jamás! le temeré al amor, porque no viviré estando medio muerto, porque aunque me tarde, sé que encontraré a esa persona que me hará entender que valió la pena remendar mi corazón unas cuantas veces... ¿lo entiendes? entonces ahórrate tus intentos de consejos sabios porque yo ya he decidido como llevaré mi vida.
Entonces el timbre sonó.
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¡Hey! Dice mi amigo | SeHo
FanficHey, dice mi amigo que te le haces muy dulce. Esta historia es una adaptación. Todos los derechos a su respectivo autor. ©ChronosaurusJoonie. Pareja: SeHo Mención: ChanBaek | KrisHo Empezó: 28/04/20 Culminó: 25/06/20 Extensión: 24 capítulos + epílo...