¡Hey! Dice mi amigo | SeHo

021. Es el gran Wu YiFan

El año escolar estaba por terminar, lo que llevaba consigo el comienzo de los cierres de los clubes de la escuela, entre ellos SeHun amargamente recibió la finalización del club de voleibol el cual debía esperar hasta el próximo año. Su entrenador los despidió con muchas felicitaciones y palabras de ánimo gracias a los múltiples campeonatos que ganaron o que al menos llegaron a la final, colocó su palma sobre el hombro del pelinegro y con una enorme sonrisa le amenazó para que siguiera su entrenamiento durante las vacaciones.

Así que al final salió mucho más temprano de lo que esperaba.

Caminó entonces sin rumbo alguno por el centro de la ciudad, llegar temprano significaría que tenía que hacer el aseo en casa y la verdad no estaba muy fascinado con aquella idea.

Entonces, para suerte o desgracia suya, se encontró entre los callejones con un grupo grande de chicos de su edad, chicos a los cuales conocía perfectamente y cuyas risas burlescas escuchaba a kilómetros.

—Oh, pero qué tenemos aquí, a nuestro voleibolista favorito—celebró BaekHyun con un cigarro en mano el cual apagó rápidamente, sabía que SeHun odiaba aquel olor, así que tampoco se molestó en abrazarlo.

SeHun simplemente les saludó como de costumbre, se sentó junto a JongDae quien era de los pocos que no fumaba en el grupo.

—Es casi como si estuviese viendo una estrella fugaz —se burló MinSeok, sentándose igualmente junto al pelinegro

—Cierto, el chico bonito nos dejó tirados últimamente.

—Bueno yo igual lo haría si es por follar con ese chico. ¿Cómo se llamaba? ¿JungWoo? ¿JuNo?

—JunMyeon —corrigió en voz baja a JongDae, dedicándole una para nada disimulada mirada de desprecio.

—¡Ah! Es lindo pero tampoco para que nos dejes tirado por él, ¿No crees? —reclamó BaekHyun con un pequeño y falso puchero de enfado.

—Es entretenido pasar tiempo con él —comentó con una pequeña sonrisa.

—Uh, no hables así que pareces una quinceañera soñadora.

—¿Y cuál es el problema si lo parezco? —poco a poco la paciencia de SeHun se iba esfumando.

Aquellos chicos; cada palabra, tono, mirada, cada burla que salía entre sus lenguas de cuchilla, SeHun recordó por qué prefería pasar tiempo con su preciado JunMyeon.

—¿Entonces es verdad lo que comentan? ¿Qué Oh SeHun le dedica las estrellas a un chico cualquiera? —Baek rio con amargura, pensó que tal vez romperle la boca no estaría mal, ¿A quién le molestaría?

—Él no es un chico cualquiera... —susurró ya cansado, quería irse de allí lo más pronto posible.

—Ya déjenlo, grupo de cuervos —YiFan, quien se había mantenido al margen de la conversación, apagó su ya carcomido cigarro y alzó su voz molesto.

—Uy sí, lo defiende solo porque él igual salió con el chico.

La mirada atónita de SeHun entonces quedó sobre YiFan, quien rascó su cuello incómodo ante la confesión inesperada.

—¿Saliste con JunMyeon?

—Lo hice, hace mucho tiempo.

—Nunca lo mencionaste...

—¿Debía hacerlo?

La mirada decaída del pelinegro cayó al suelo, junto a ella un enorme peso volvió a asfixiar su pecho, aquella sensación volvía a hacer ruido desde lo más profundo de su corazón.

Era Wu YiFan después de todo, un chico casi perfecto, una imagen limpia y confiable, una sonrisa de ángel y una cara y cuerpo de dios griego.

SeHun jamás estaría a la altura suya.

Intentó no hacerlo, no caer ante aquella inseguridad, JunMyeon le había dicho que lo quería, ¿No?

¿Pero y si solo lo quería porque era cercano a YiFan? ¿Y si realmente no lo quería?

¿Qué tal si realmente cuando lo abrazaba pensaba en su amigo de procedencia china?

Allí en lo profundo de su corazón, aquella llama que pensó apagada desde hace mucho volvía como quien le echa un fósforo a un tanque de gasolina, y esta vez, no estaba seguro de si realmente pudise extinguirla.

—No, no era necesario.