Mi Alfa °Yoonmin°

Capítulo 19

Taemin corría a todo galope por el bosque. Furioso. Los había perdido por los pelos. No lo estaban rastreando, pero era mejor prevenir que lamentar, en cuanto llego a su manada dio un par de aullidos alertando a todo el mundo y más aún a su alfa - La manada del Sur... la manada del Sur, ELLOS MATARON A MOONKGU - los integrantes de la manada salieron de diversos escondites comenzaron a agruparse a su alrededor.

- ¿Qué dices? - preguntaban unos.

- ¿Qué ocurrió? -

- Es imposible, el es demasiado fuerte - los aullidos que daban algunos de ellos alertaba a los demás.

- Está muerto - repitió

El silencio se asentó sobre ellos cuando el lobo marrón más grande de la manada, y además su alfa apareció - ¿Qué demonios paso? -

- Estábamos cazando y unos lobos estaban en nuestro territorio, Moonkgyu y yo los perseguimos. Íbamos a capturarlos.

- ¿Y donde están? - pregunto el alfa comenzando a enfadarse.

- Jimin estaba ahí, estaba con el muchacho, el desgraciado no quería cooperar, lo iba a traer lo juro. Pero la puta se interpuso y no logre quitárselo -

- Lo hubieras matado si te molestaba tanto - le gruño.

- Venían mas lobos a nuestro territorio. Teníamos que salir de ahí, le dije a Moonkgyu que nos retiráramos, pero él no me hizo caso y se quedo atrás, no iba a esperarlo. Tuve que correr por mi vida, tenía una jauría de lobos siguiendo mi rastro y cuando logre perderles me detuve a esperar a Moonkgyu, pero no regreso. El quería al chico y quería traerlo para ti. Era una buena oferta para nuestro líder, podría haber ocupado el lugar de Jimin, pero ahora está muerto - se lamento falsamente Taemin.

Todos los lobos de la manada comenzaron a aullar por la pérdida inesperada de su compañero - ¿Quién lo asesino? - pregunto el alfa.

- El alfa de la manada del Sur. Yoongi. Su cuerpo estaba impregnado con su olor. ¡Lo destrozo! -

- ¡QUEREMOS VENGANZAAA!! - aulló una loba de la manada - Si no lo hacemos ¿Quién será el siguiente? ¿Nuestros cachorros? ¿Alguno de nosotros? - la conmoción en la manada era muy grande. Los lobos debatían entre ellos la solución más sangrienta y darle una buena lección a la otra manada. Pero su alfa no estaba prestando la debida atención a sus palabras, sino a otro asunto aún más importante.

El olor en Taemin era tenue, pero aún estaba ahí y Jongin lo sintió. El olor de ese cachorro que menciono, exactamente el mismo que el del cachorro recién nacido al cual desterró de su manada junto con su estúpida madre, una loba desgastada que poseía para sus juegos diarios.

Así que su bastardo seguía con vida... Jongin tenía la diversión impresa en su rostro.

Y miren nada más quien lo estaba protegiendo... qué bello es cuando las piezas se mueven a tu favor, pensó Jongin. Pues lo mejor de todo, es que Yoongi no sabía que protegía a uno de los suyos en su manada y si lo llegase a descubrir. No importa lo que hiciese ese condenado alfa. Ese lobo llevaba su sangre y sería la ruina de toda su manada tarde o temprano.

Jongin habló sobre la multitud - No se preocupen queridos súbditos - anuncio su alfa a la manada - Les haremos una pequeña visita a nuestros vecinos y obtendremos nuestra venganza... - reía entre dientes - Una de las más dulces y placenteras que degustaran -

                                     °🐺°

Yoongi estaba acostado sobre su nido y mantenía cerca a su pareja. Unas horas antes había entrado con todo su lomo engrifado y no quitaba el ojo de Jimin. El Omega estaba dormido cuando su alfa ingreso a la cueva, pero se despertó en cuanto se recortó junto a el. Ninguno de los dos pronuncio palabra, solo se miraban directamente a los ojos. Se daban uno que otro roce de narices, lametones o topaban sus cuellos reconfortándose entre sí.

El alfa sabía que su hijo necesitaba que lo reconfortaran, había estado a unos pasos de que lo asesinaran, pero el sentír que casi pierde a su pareja, lo había devastado. La presión que sintió en su pecho no era nada comparado con todo lo que había vivido en discusiones o la perdida de sus padres. Si fuera por él, no dejaría que Jimin pisara fuera de la cueva nunca más, lo mantendría encerrado de por vida. Sabía que eso no lo detendría, su alma gemela era muy escurridiza, desde que lo había rescatado el brillo de sus ojos se había vuelto más intenso, lo que indicaba que estaba más que feliz en la manada y con él.

Los días y noche pasaban con lentitud. La relación de Jimin y Taehyung fue mejorando con el paso de los días. El pequeño se había disculpado y prometió contarle todo a su padre, pero Jimin lo detuvo para que no hiciera tal cosa. Ya que el chico los había expuesto a ambos al peligro, sabía que Yoongi reaccionaria aún peor. Si prometía ser un buen lobo y mejorar en su conducta, no era necesario contarlo, a lo que el pequeño lobo acato con obediencia, más aún, el hijo de su alfa lo seguía como una sombra a donde fuera.

Jimin ya no podía sacar una pata fuera de la cueva sin que Taehyung estuviera a su lado preguntando a donde iba o que planeaba hacer en el día. El Omega también se había percatado de que Jungkook, el amigo de Taehyung, estaba demasiado irritado por que el pequeño Omega ya no estaba más con él.

Después del incidente en el bosque pasaron muchos días en que el hijo de Yoongi no salía de la cueva de Jungkook era la única compañia que deseaba y el pequeño se los hizo saber a todos los lobos, después de esos días fue a su cueva a disculparse con Jimin. Pero este no sabía que el amigo del pequeño Omega había obligado al chico a disculparse, aunque se estaba arrepintiendo ya que lo había dejado solo por ir detrás de la pareja del alfa.

Esa mañana Jimin sentía un peso sobre su lomo. Sin mirar, sabía perfectamente quien estaba ahí.

- Cariño, necesito levantarme - exigió dulcemente el Omega.

- Nop, no quiero - replico su alfa.

- Hoy tienes que llevar a los chicos de casería - lo regaño.

Yoongi se levanto y se sacudió la paja sobre el - ¿Desde cuando la pareja del alfa le dice que hacer al alfa? -

Jimin se revolcó en la paja y le dio la espalda dando un bufido - Desde que nos unimos - bostezo.

Yoongi se acercó juguetón y le mordió tirando la cola de su pareja - Pues ahora veraz quien manda - dijo aún agarrando la cola.

- Eso crees tú - dijo Jimin levantándose y mordiendo el cuello del otro. Una que otra mordida a las patas y ya seria suyo. Continuaron su jugarreta un poco más. Aunque las cosas se estaban complicando.

- Alquien quiere levantarse - anuncio el lobo negro.

- Ni lo pienses Yoongi - lo detuvo su chico.

- Es solo un ratito - rogo. Jimin estaba sentado, Yoongi acostado de lado y golpeando el pecho de su pareja con las manos. Una y otra vez. Jimin actuaba como si no sintiera nada.

- Ya es tarde, demasiada holgazanería por hoy - dijo en cuanto se percato de la hora.

- Jimin... soy el alfa, puedo holgazanear con mi pareja el día que se me plazca y el tiempo que se me antoje.

Su chico levanto una ceja - No si yo también estoy a cargo... -

- Maldición!! Yo pensé que eras un lindo perrito cuando te traje... - dijo enfurruñado.

- Vuelve a decirme perro y arranco tus pelotas -

- Ooowwaaoo... Salvaje! - dejo su cara entre las patas de Jimin. Era extraño, Yoongi no solía ser muy amistoso ni darse gustos melosos con él. Pero lentamente se fueron dando las cosas.

Yoongi se despidió de Jimin, salió de la cueva y fue rumbo a su deber, pero antes vio una escena que lo conmovió, en cuando vio a su hijo entrar a la cueva. Jimin estaba en la entrada y Taehyung lo asaltaba con preguntas, como últimamente lo hacía cada día.

Jimin miro a su pareja que los observaba a lo lejos y le rodo los ojos. Yoongi le sonrió y su beta le sonrió de vuelta.

El alfa aullo a la manada, el grupo de cazadores lo siguieron y desaparecieron por los arboles.