𝗩𝗲𝗿 𝘁𝘂 𝗰𝘂𝗲𝗿𝗽𝗼 𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝗰𝗲𝗿

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Ambos caminaban con pasos tambaleantes por la aldea, las estrellas y la luna iluminaban el camino de ambos, ella de vez en cuando lo miraba de reojo y él hacía lo mismo, el cabello de la chica estaba un poco desordenado, sus mejillas rojas a causa del alcohol y su maquillaje estaba un poco corrido por razones que el Uchiha no entendía.

Llegaron a casa luego de un par de minutos caminando, ella quitó sus zapatos en la entrada de la casa para dejarlos regados por algún lugar del salón cosa que el Uchiha replicó, se sentía un tanto mareado por aún había un tema que daba vueltas por su cabeza.

—tenemos un tema pendiente—dijo antes de que la chica se fuese a su habitación, él se acercó hacia donde ella estaba, pudo notar como bajaba la mirada avergonzada de tener que afrontar aquella conversación.

—lo siento—susurró la chica evitando de todas las maneras posibles el mirar al chico cosa que él notó—fue un impulso muy tonto—explicó sin notar que el chico miraba sus labios sin prestar mucha atención a sus explicaciones—y sé que una Kunoichi debería saber controlar sus impulsos pero-

Sintió los labios del mayor estrellarse contra los suyos interrumpiendo sus disculpas, estaba sorprendida por su acción y por la sonrisa del Uchiha al separarse de ella, las mejillas de la chica eran suficiente indicio para deducir lo que aquel beso había provocado en ella.

Haruko miró los labios del mayor en busca de aprobación para romper la distancia y poder sentir ese puñado de emociones otra vez cosa que él se encargó de hacer, tomó la pequeña cintura de la chica y se acercó a sus suaves labios otra vez, eran besos lentos que rompían de vez en cuando para recuperar el aire. Se encaminaron con lentitud y sin darse cuenta a la habitación del Uchiha, los besos se mantenían en el mismo ritmo mientras los dedos de la chica se enredaban entre sus cabellos cada vez que él presionaba la descubierta piel de su cintura.

—Mañana pensarás que esto es un error—dijo la chica mientras Sasuke con torpeza abría la puerta de su habitación.

Ambos respiraban de manera ajetreada, los labios de la chica estaban hinchados ante la succión que el pelinegro ejercía en estos,él negó.

—no lo haré—susurró besando cortamente sus labios con suavidad mientras la alzaba un poco a lo que ella enredó sus piernas en las caderas de su acompañante.

Ella guardó silencio mientras se separaba del beso para admirar al chico, rezaba porque al siguiente día no sintiera que fue solo la emoción del momento, su alma se rompería en mil pedazos si eso sucedía.

Los labios del chico se encontraron con el cuello de su acompañante, recibiendo de su parte suaves jadeos ante la nueva sensación que provocaba cada contacto de sus labios junto a su piel. La chica sintió la suavidad de la cama detrás de su espalda, él estaba entre sus piernas mientras se encargaba de marcar el cuello de la delicada pelinegra, quien viese esas marcas sabría que Haruko no estaba para terceros.

Las manos de la chica viajaron hacia los botones de la camisa del contrario quitando estos con torpeza, sus manos estaban temblorosas y el alcohol en su sistema no ayudaba mucho. Quitó la camisa del mayor sintiendo que se quedaba sin aire al ver su torso desnudo lo que provocó una risa por parte de él.

Sasuke imitó sus movimientos y quitó la prenda superior de la chica cosa que hizo que sus mejillas retomaran sus tonalidades rojizas, el chico comenzó a bajar sus besos por las clavículas de su acompañante, besó las cicatrices que se encontraban cerca de su pecho cosa que provocó un sentimiento especial en ella, los dedos del chico trazaban cada cicatriz que encontraba en su cuerpo con un cariño tangible y ella sentía que se iba a largar a llorar si la seguía tocando con aquella suavidad.

La pelinegra acarició el cabello del chico provocando que volviese a mirar a su compañera, dejó un suave beso en sus labios para retomar el camino de besos que estaba dejando en el cuerpo de la chica, quitó sus sujetadores sin dificultad y se encargó de brindarle atención a sus pechos. Con cada beso que su cuerpo recibía sentía su cuerpo estremecer, Sasuke disfrutaba de ver como su piel se erizaba ante su tacto y como su respiración se aceleraba cada vez que sus besos bajaban un poco más.

—esto se podría considerar tortura—reclamó la chica mientras los ágiles dedos del chico desprendían el botón de su pantalón para comenzar a quitar este con lentitud sonriendo al tenerla desnuda casi en su totalidad.

—tómalo como quieras—comentó el chico dejando suaves besos en los muslos de la chica, debía confesar que más de una vez había fantaseado con estos.

Ella jadeó al sentir como los dedos del chico se presionaban en su feminidad por sobre su ropa interior, estaba húmeda desde que comenzaron los suaves besos en su cuello y ahora era peor. Él sonrió conforme mientras baja con lentitud la delgada tela que quedaba en el cuerpo de la chica que estaba pronta a ser proclamada por el Uchiha, el primer dedo ingresó con cuidado en la chica quien jadeó ante los movimientos que el pelinegro comenzaba a realizar.

Pasó menos de un minuto antes de que la chica le rogase por otro dedo, los gemidos suaves de esta rebotaban en las paredes de la habitación, ella se estaba entregando por completo al Uchiha, quien se levantaba para poder besar los labios de la pelinegra.

El Uchiha quitó sus pantalones una vez sintió que la chica estaba lista para tomarlo, ninguno de los dos podría explicar lo que fue esa sensación,al principio fue suave a causa de un suave quejido que la chica soltó ante una pequeña ola de dolor que con los minutos se fue transformando en un placer que inundaba por completo sus sentidos.

Los finos gemidos de la chica chocaban contra los gemidos roncos que él soltaba y morían entre los hinchados labios del contrario, ella besaba al mayor mientras sus uñas se aferraban a su espalda cada vez que una embestida nueva llegaba y él acariciaba sus prominentes caderas con suavidad.

Lo hacían lento, dándose el tiempo de experimentar y disfrutar las sensaciones que sentían en cada movimiento, no hablaban pero sus miradas se comunicaban como si se conociesen una vida entera al igual que sus cuerpos, se estaban dando el tiempo de apreciar sus cuerpos y de paso conocerse un poco.

El orgasmo de ambos llegó minutos después, ella se aferró a su cuerpo mientras sus piernas temblaban un poco y él caía rendido sobre ella unos segundos antes de recostarse a su lado. Sus respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaba en la casa que antes había sido llenada con gemidos y maldiciones por parte de ambos.

—gracias—oyó la voz de la chica, se oía un poco casada.

—no tienes nada que agradecer—dijo mientras le regalaba una leve sonrisa.

Ella sonrió de vuelta y lo abrazó, sus pieles se tocaron causando un escalofrío en la chica, él pasó su brazo por la cintura de la misma para luego cubrir a ambos con las mantas de su cama que mañana debería lavar.

Durmieron lo que quedaba de noche abrazados y con las piernas entrelazadas demostrando que sus cuerpos se complementaban de manera perfecta.

落下 (Sasuke Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora