Capítulo 1

637 73 7
                                    

Nota: los pensamientos estan en cursivas. Que lo disfruten :)

***

Era temprano en la mañana, y Chanyeol acariciaba distraído los pétalos de las flores del altar de la sala, con la mirada perdida en el retrato.

—Chanyeol –lo llamó Baekhyun desde el comedor –El desayuno está listo.

—Ahh, ya voy –sonrió suavemente antes de ir.

—Tu corbata está torcida –el menor chasqueó la lengua – Aquí –hizo un ademán antes de ajustarla.

—Ahh, gracias –murmuró el castaño.

—No hay problema –fue a sentarse a la mesa con una taza de café humeante entre las manos.

—¿Qué hay de ti? –cuestionó Chanyeol, dando un sorbo a la sopa antes de servirse una porción generosa de arroz.

—No lo necesito. No tengo hambre de todos modos. El café es suficiente.

—¿De nuevo? ¿No dices eso siempre? Necesitas comer apropiadamente –reclamó el alto, estirando la mano para envolver fácilmente la muñeca del contrario — ¿No estás cada vez más delgado?

Baekhyun se zafó, aburrido –Eres muy molesto. Ya déjalo. Siempre has sido un entrometido, pero… aprende a controlarte –murmuró mirando al fondo de su taza vacía –No importa si algo me pasa, ¿verdad? –se apresuró a abandonar la mesa.

—¡Baekhyun! –el mayor lo imitó, alzando la voz –Es lo que trato de decir. Estoy preocupado por ti. Después de todo, eres un valioso miembro de la familia –terminó con el ceño fruncido.

Esas palabras dieron una puntada en el pecho del azabache –Ridículo –murmuró, sin siquiera voltearse a verlo –Me iré ahora. Deberías apurarte y comer, o vas a llegar tarde –advirtió, ya calzándose en la entrada.

—Ah—¡Hey! ¡Asegúrate de comer! –el golpe de la puerta principal al cerrarse fue toda la respuesta que obtuvo.

Después de todo, eres un valioso miembro de la familia

Las palabras seguían repitiéndose en la mente de Baekhyun.

Familia… ¿La familia no es algo cálido y difuso?

La imagen de Chanyeol de pie frente al altar esa mañana, abordó sus pensamientos.

Es algo más retorcido. Es algo más angustioso.

—Mira mamá. Ahí hay unas flores –cinco metros al frente, una niña de la mano de su madre, caminaban por la vereda.

—Ohh, tienes razón –la mujer tenía la vista fija en donde su hija señalaba: un florero sencillo a un lado de un poste de luz.

—Yo sé por qué –se jactó la pequeña –Esas son flores que le dan a la gente muerta.

—¿Ah? Tienes razón. Me pregunto si alguien murió ahí. Qué triste –comentó apenada.

—¿…Tae…?

La voz de un tercero hizo que Baekhyun se petrificara, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo, hasta que sus ojos dieron con un chico que se acercaba a él con expresión desolada.

—Ah… tú eres Baekhyun, huh… es verdad, lo siento. Pensé que eras él –Baekhyun mantenía la mirada fija, los latidos zumbándole en los oídos –Ah, Baek, ¿cómo has estado? Ha sido un tiempo, huh… ¿Qué has estado haciendo?

Su corazón desbocado golpeaba contra el pecho, y unas terribles ganas de vomitar se adueñaron de su cuerpo. Sus pies reaccionaron por si solos, echando a correr en la dirección contraria, sin que el otro pudiera reaccionar.

Mientras corría desorientado, la cabeza se le llenaba de pensamientos involuntarios.

Esto es algo que nadie diría, pero... es algo… que todos piensan… “¿Por qué demonios estás vivo?” Yo también me he hecho esa pregunta… desde ese día.

Jadeante y sin rumbo fijo, sus piernas perdieron fuerzas y luego todo quedó en penumbras.

***

Cuando pudo abrir los ojos nuevamente, una luz brillante hizo que dolieran por unos segundos antes de que se acostumbrara. Se vio en una camilla de hospital, rodeado de cortinas que delimitaban el estrecho cubículo.

¿Huh?... es el hospital. Me pregunto si fui traído aquí. Realmente no recuerdo mucho. Con la diestra se acarició el golpe que se había dado en la cabeza al darse contra el piso. Un hospital… desde ese día...

El hilo de pensamientos fue cortado por el sonido de unos pasos apresurados. Unos segundos después, la cortina era corrida de un manotazo, dejando ver el rostro pálido y sudoroso de un Chanyeol notablemente angustiado.

—¿Eh...? Chanyeol… —la expresión del mayor lo dejó sin palabras —¿Qué? ¿Qué con esa cara? –rio nervioso –Estás exagerando. No es como si hubiera muerto –Baekhyun agachó la cabeza al ser consciente de sus palabras.

Lo siguiente fue el abrazo fuerte y desesperado del alto –Por favor… no vayas a ningún lado –la súplica dicha contra su hombro. Chanyeol se hizo espacio en el hueco de su cuello, estrechándolo tembloroso.

—No lo haré –balbuceó el bajito, con la mirada perdida y los ojos empezando a ahogarse en lágrimas –Siempre estaré a tu lado.

***

Esa noche, ya en su casa, con la habitación en penumbras, Baekhyun cerraba los ojos con fuerza, notablemente incómodo con la situación. Con la espalda contra las sábanas y la mirada penetrante de Chanyeol viéndolo desde arriba.

—Ahh… ahh ... Deten— Mmn… Chan… Chanyeol... Ahh –los gemidos brotaban de su garganta, intentando en vano callarlos –No me gusta esta posición, mi voz se sale –lloriqueaba apenado.

Me pregunto si estos son los sonidos correctos.

—Te amo –la ronca confesión hizo despabilar al menor, que se apresuró a abrir los ojos para encontrarse con los orbes café fijos en él.

¿A quién?

Cuando Chanyeol al fin se durmió, los pies descalzos de Baekhyun se dirigieron a hurtadillas a la sala. Ahora de pie frente al altar, observaba fijamente el retrato. Allí había tres personas, dos chicos de secundaria idénticos, uno de ellos de expresión estoica, y el otro con ojos de medialuna y amplia sonrisa, liado a uno de los brazos del tercero, quien le dirigía una mirada cariñosa.

—Taehyun… —susurró.

Taehyun murió… hace tres años. Él era mi hermano gemelo menor, y también… el novio de Chanyeol.

Nankurunaisa [Baekyeol/Chanbaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora