¿Por qué soy bisexual?

Capítulo I

Ser bisexual u homosexual independientemente si eres hombre o mujer es difícil, a veces pienso que es más difícil cuando se es mujer pero en fin, voy a relatarles mi historia que al igual que la de muchos de ustedes empieza con una duda o curiosidad inocente.

Me llamo Alejandro actualmente tengo 22 años aunque a veces aparento 17, estoy en cuarto año de ingenieria, y bueno como les dije al principio de la historia soy bisexual.

Desde niño sentí atracción por ambos sexos, yo pensaba que era absolutamente normal eso por eso jamás dije nada, pero a medida que creces te das cuenta que "eso está mal" y mucho más si el entorno en el que vives toma la homosexualidad como un insulto.  Y así al igual que yo muchos crecieron con eso escondido para evitar problemas, pero a la edad de 13 años me di cuenta y más que darme cuenta sentí que debía admitirlo por lo menos a mí mismo y dije "OK me gusta Carlos".

Carlitos en ese entonces era un chico lindo que jugaba conmigo eramos muy buenos amigos y bueno me gustaba mucho el tenia unos 10 años tal vez no me importaba solo quería besar sus labios rosas, y hacerlo mío, a los 13 ya saben la pubertad y esas cosas haces que pienses estupideces.

Los días pasaban y Carlitos se tenía que ir a vivir a Boston y bueno cuando me entere me deprimí mucho saber que no iba a jugar más con mi pequeño amigo, pero no podía decirle nada porque para variar pertenecía a una de esas religiones que recriminan la homosexualidad, y así los días pasaron y el me invito a su casa por última vez  había algo diferente cuando llegué el estaba completamente solo, apenas entré a su cuarto para jugar smash en su Nintendo 64 me besó, yo estaba petrificsdo, mis músculos no reaccionaban, me separé y él me dijo " Perdón perdón no debí hacerlo" y se puso a llorar en su cama, yo no quería eso que llorara por atreverse a hacer lo que yo no pude, me senté a su lado le levante la varita, quité sus lágrimas con mis manos y le besé sus labios como si solo existiésemos el y yo, el tiempo se detuvo todo. Fue una sensación tan mágica e inigualable que incluso ahora no he sentido lo mismo con nadie más.