열하나

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HyeBin se había aferrado fuertemente al pelinegro una vez que dejaron de besarse, se miraron a los ojos unos segundos y chocaron sus labios nuevamente, pero en un casto beso. Al separarse, JungKook llevó sus manos al mentón de la más baja y le sonrió para volver a darle un beso más.

— Te amo HyeBin.

— Y yo a ti JungKook. — sonrió la castaña tímidamente y abrazó al mayor. Sin embargo se separaron rápidamente al escuchar que la puerta fue abierta de manera brusca.

— Mamá éste no es el baño. — dijo un niño castaño quién había abierto la puerta.

— ¡Alex!

Sun Hee tapó los ojos del niño y lo sacó de los vestuarios apenada.

— Estaban compartiendo saliva...

Ante lo dicho por el pequeño, tanto JungKook como Hyebin casi se desmayan de la vergüenza, ¿Qué hubiese ocurrido si las cosas hubiesen sido de una manera más apasionante? Ese simple pensamiento asustó a los jóvenes, pues no querían arruinarle la infancia a un pequeño y dejarlo traumado.

— ¡Alex! — volvió a reprocharle Sun Hee al niño. — Lo siento, le dije que buscara el baño y encontró el lugar equivocado. Lo siento, de verdad.

— ¿A—Ah? No es problema, no pasó nada malo... — avergonzada, HyeBin comenzó a mover sus manos de una manera exagerada sin darse cuenta. — Aún así...

— Aún así nos alegra que hayan sido ustedes y no los reporteros. — interrumpió JungKook a la fémina quién casi le grita al pelinegro por lo dicho.

— ¡JungKook!

— Si, lo entiendo. Sería muy problemático que se supiera de su relación, más ahora con este torneo. — comentó SunHee bajando la mirada. No con pena por lo vivido momentos atrás, sino por tristeza. — Si HyeBin llegara a ganar, la tratarían de tramposa. — la mujer levantó la mirada, mostrando determinación. — Sin embargo, ¡Deberían ser mas cuidadosos! Esto debe ser secreto ahora. ¿Qué le pasa a los jóvenes hoy en día? ¿No pueden mantenerse tranquilos?

— Yo...

— Las hormonas los tiene locos. — interrumpió Sun Hee a su ex alumno.

— No lo niego. — le dio la razón JungKook y se encogió de hombros, sin embargo, luego se quejó ante un dolorosa patada por parte de la castaña en uno de sus fuertes muslos. — ¡Ay, HyeBin! ¡Tus patadas ahora son dolorosas!

••••

¿Trabajarás hoy? — preguntó alterada la castaña al mayor. Ambos estaban en el auto de este último, dirigiéndose a su trabajo.

Después de que Hyebin haya sido vencedora, el torneo terminó y tendrían tres días para poder descansar u entrenar.

— Sólo debo ir a ver a un amigo, después regresaremos al departamento para descansar. — contestó JungKook mirando fijamente el camino. Una de sus manos se había soltado del volante para tomar una de las manos de HyeBin, entrelazándose.

El silencio reinó unos segundos, sin embargo, en los pensamientos de la fémina se presentó una duda, haciendo que la curiosidad le picase y se atreviera a hablar.

— Hoy Jimin no se acercó a nosotros. Lo vi en la presentación, pero siquiera nos miró.

JungKook rió, dejando de ver el camino para conectar con los ojos marrones de su princesa.

— ¿Quieres recordar lo que sucedió anoche? — interrogó divertido, sin molestarse en mantener esa sonrisa burlona oculta, volviendo su vista al frente.

ʜᴡᴀ-ʀᴀɴɢ [Jjk] || Taekwondo BOOK 2|| PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora