Querido Stan... te quiero {Stanley Barber & Lectora} Finalizada

#10 Final: Querido diario... santa mierda

"Gritos, es una de las cosas que recuerdo que ocurrieron. En lo que podía oír cuando comencé a abrir mis ojos una vez más. Estaba tirada en el suelo con el fuerte dolor en mi rostro, sintiendo unas manos sobre mí, mirando pronto como todos parecían huir... ahí fue cuando vi lo que había sucedido." 

(t/n) se encontraba de pie a un lado de Stan animadamente, en una distancia a otro lado podía observar a Dina de pie con una sonriente Sydney. Todos estábamos mirando a los reyes del baile. A un chico con un nombre que (t/n) no recordaba hablando animadamente, e incluso ella estaba animada de ver esa felicidad. 

Hasta que vio a Bradley subir los escalones, arrebatándole el micrófono. 

—¿Ahora que hará ese imbécil? — le murmuro (t/n) a Stan —. 

—Seguramente nada bueno — le contesto Stan pasando un brazo detrás de los hombros de (t/n) —. 

Notaron como técnicamente Bradley no estaba para nada vestido para el baile en cuestión. Estaba vestido casualmente. Claramente molesto. Noto como sus ojos estaban posados fijamente en Sydney. 

Y aquello a (t/n) no le termino de agradar en lo absoluto. 

—¡Escúchenme! — comenzó a hablar Bradley —, dame un segundo, dame un segundo — le hablo al maestro —. 

—¡Ya bájate! — grito uno de los estudiantes —. 

—Quisiera usar este momento para hablar de algo muy importante que nos afecta a todos aquí. Sydney Novak, hola Sydney. Levanta la mano. 

Menciono, con todos observando a la chica. 

—Ese infeliz — murmuro (t/n) ya bastante molesta —. 

—Saluda para que todos te reconozcan, verán, lo que muchos no saben sobre Sydney es que es una gran escritora. 

Había dicho, finalmente sacando de su bolsillo una especie de diario. Y (t/n) no tuvo que preguntar mucho más para saber realmente de que se trataba todo aquello, tenía que estar todo escrito ahí. No veía porque no. Porque a veces uno no tenía en donde descargarse que escribirlo todo. 

Y ahí tenía que estar todo acerca de los nuevos y extraños poderes de su amiga. 

Mirando al chico bajar del escenario, pero sin soltar el micrófono. 

—Saben, esto es divertido porque todo el mundo es muy rápido para apodarte patán, pero mientras estaba abajo tirándome a Jenny en casa de Ricky, ¿qué creen que hacia Sydney arriba? Estaba besando a mi novia. No me malentiendan, las chicas se emborrachan, a veces se besan y obviamente me encanta, pero cuando se trata de que te gusten las tetas, eso es otro nivel. Digo, Syd está jodidamente enamorada de Dina, página tras página. 

(t/n) apretó sus puños en esos momentos. 

—Esto es patético. 

—¡Ay, ya cállate Brad! — le grito Dina —. 

—Y por favor, no me hagan empezar con sus problemas con papi, todo el mundo que la conoce sabe que es un pedazo de mierda. Y me refiero a todos. 

En ese momento instantáneo se apartó del lado de Stan. Era solo cuestión, uno de los dos iría a enfrentar al chico, era inevitable. (t/n) camino hacia la dirección claramente irritada con todo ello. 

—¡Ya déjala en paz imbécil! 

Grito (t/n). Enfrentándolo, listo para darle un golpe cuando sintió el puño de Bradley directamente sobre su rostro. Prontamente todo volviéndose oscuro. Cayendo al suelo para la sorpresa de todos los estudiantes. Y Stan se apresuró a moverse al lado de (t/n) quién ahora yacía inconsciente en esos instantes, con su nariz claramente sangrando. 

La mirada de ambas chicas con sorpresa cuando Bradley sin duda alguna se había animado a golpear a una persona, a una chica más que nada. 

—¡(t/n)! — había exclamado Sydney con lo ocurrido —. 

Y Bradley parecía no terminar con lo que tenía que decir. Y si antes no estaba tan molesta, ahora tenía un motivo verdadero para estar molesta. Mirando a su amiga que había intentado inútilmente defenderla. 

—Pero eso no es lo más extraño sobre Sydney Novak, imagínense, Sydney cree que tiene... 

El horror ante todos en esos momentos. El cuerpo de Bradley ahora completamente sin cabeza cayo hacia adelante. Salpicando a la mayoría con su sangre, con mucha suerte a (t/n) conjunto con Stan fueron los afortunados en no mancharse con nada de esta sangre. Stan observo con horror la escena en cuestión. 

Los gritos que rodeaban todo el sitio. Las personas que quedaron cubiertas con partes de la sangre del chico ahora muerto. Todos corriendo. Stan noto el diario prontamente. Odiando tener que dejar a (t/n) recostada en el suelo. Pero se levantó, corriendo hacia este diario en cuestión. 

Consiguiéndolo. 

Y regresando hacia donde (t/n) estaba. No había nada más que deseara que salir corriendo de ahí. Pronto, los parpados de ella comenzaron a abrirse, sintiendo las manos de Stan que la sostenían. 

—Tenemos que irnos de aquí (t/n). 

Fue lo primero que escucho decir de parte de Stan. Ella le dio una mirada, él estaba completamente bien en esos instantes. Stan se levantó primero en cuestión, pronto tomando ambas manos de ella para levantarla. 

Iba a preguntar que pasaba. 

Pero entonces desvió su mirada hacia al charco de sangre que la guiaba hacia el cuerpo inerte sin cabeza de Bradley Lewis. Sus ojos se agrandaron cuando vio finalmente la escena. Asintiendo al chico. 

—Salgamos de aquí. 

Él la tomo de la mano. Ambos saliendo de la habitación, Stan guardo el diario de Sydney en el bolsillo interno de su abrigo, ambos moviéndose en la dirección del interior del auto. Sentándose y encendiendo prontamente el auto. 

—¿Acaso... ella? — pregunto (t/n) dándole una mirada —. 

—Sí. 

—Mierda... todo esto no está nada bien. ¿Qué vamos a hacer y decir? Me apuesto a decir que la más asustada de todo esto es Sydney. Claro, un sujeto la sigue, era obvio que ante una de esas acciones de ese imbécil podría ocurrir. 

Stan se detuvo mirando a (t/n) con sorpresa. En ni un momento hablaron acerca de lo que aparentemente Sydney sintió y vio que la seguían. Mirando fijamente a su novia con todo ello. 

—¿Qué dijiste, (t/n)? 

—El otro día vi... algo, no lo conseguí reconocer bien, pero parecía perseguirla. 

—¿Tú puedes verlo? 

(t/n) se mostró extrañada ante aquello. 

—Claro que lo veo, Stan, ¿tú no?