XII: TESTIMONIO DE CUARENTENA: Cuarentena desde dentro

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¿Cuánto hace ya que no entablo conversación cara a cara con un amigo?

Pues por lo menos llevaremos unos setenta y pocos días, que cada vez se hacen más tediosos. sin poder ver en directo las muecas y las gesticulaciones del receptor al que nos dirigimos sin ser obstaculizados por una cortina de píxeles.

Me di cuenta del anhelo y la añoranza de la cercanía perdida, cuando anoche, manteniendo una conversación con una compañera, se nos cortaba la llamada por problemas de conexión. Ya que era una videollamada y no una simple llamada. A lo largo de estos setenta días hemos estado poniéndonos al día a menudo. ¿Qué tal el día? ¿Cómo llevas los exámenes?¿Qué haces? Y otras muchas otras preguntas con las que iniciábamos las conversaciones. Aun sonando absurdo e insustancial, estas breves y superficiales interacciones sociales me han hecho de fina lluvia para apagar las ardientes necesidades de volver a mi vida normal. De salir, ir de copas, hablar en los bancos. Y estoy tremendamente convencido de que si no hubiese sido por estas gotas de lluvia fresca me habría quemado ya hace tiempo.

¿Y de qué hablamos en esta videollamada? En la mayoría de conversaciones no discutimos nunca acerca de cuestiones trascendentales. Simplemente, nos limitamos a pasar un buen rato y evadirnos de este claustro forzado. Pero esta vez fue una pizca diferente. Le pregunté por sus planes de futuro. ¿Qué es lo primero que harías si te arrancasen las cadenas y fueses libre en este mismo instante? Recuerdo que le pregunté algo similar. Quizás con otras palabras, y sin tantas metáforas ñoñas y pedantes. Sin embargo, terminamos concluyendo que el tiempo es tan fugaz como la llama de un fósforo de cuatro centímetros de longitud. Hablamos de la vida y de cómo nos veíamos a nosotros mismos en unos diez años. Qué difícil es tener visión de futuro. Y casi imposible que nuestros planes coincidan con lo que nos depara el mañana.

Una vez la conversación había aterrizado en un estadío tan entretenido y excitante, ¨He de decir que siempre veo con buenos ojos sacar unos momentos para filosofar con cualquiera. Me apasiona, y sobretodo, opino que es una buena forma de conocer mejor a aquellos que pertenecen a tu entorno.¨, acordamos mutuamente que a día 17 de mayo, obviamente día en el que transcurría la llamada, bautizaríamos un nuevo día internacional. Así que desde el 17 de mayo de 2020 hasta el día en que muramos se celebrará un nuevo día conocido como el Día Internacional de la Continuidad de la Vida. PATENTADO.

¿Y cuáles son sus festejos/tradiciones? Pues simplemente hablar de la fugacidad del tiempo, hablar de eventos cercanos, tanto futuros como pasados. Y sobretodo dejar presente un testimonio del momento presente. Y he aquí su testimonio.


Eva Vaquerizo Sacristán, 2020. 

¨Joder Diego, quién nos lo iba a decir. Con lo bien que empezamos el año. Te acuerdas, recién entrados en la universidad, el comienzo de una nueva etapa de nuestras vidas. No me creo lo nerviosos que estábamos los primeros días. Ya te digo, 2020 prometía a priori convertirse en una nueva etapa, nuevos amigos, etc. Era el año. El año en que hasta los rezagados cumplían todos la mayoría de edad e iba a ser un año para vivir experiencias y comernos el mundo. Pero ya no, se acabó la fiesta. Cómo hecho de menos hasta las densas y soporíferas clases, las comidas, las siestas con los compañeros en los prados verdes del campus, sus risas... Hasta ahí iba todo perfecto, ahora se ha convertido en un espejismo. En un recuerdo idílico.

Pero claro, tenía que llegar el virus de los murciélagos, o de donde coño saliese ese miserable demonio. Y así empezó todo. Así se originó el declive. Menuda catástrofe. Que ingenuos éramos, cada uno vivía en su mundo ¨yupi¨. Sin ir tan lejos, nosotros aprovechamos el parón académico, la cancelación de las clases para emprender un viaje de vacaciones a tu casa en la sierra de Gredos. Que ilusos nos recuerdo ahora mismo. Felices e inocentes, disfrutando de los cálidos rayos de sol y los frescos baños en el río entre montañas. Y sin previo aviso, de la noche a la mañana como una muerte súbita, nos desgarró la tranquilidad el odioso estado de alarma.

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⏰ Última actualización: May 26, 2020 ⏰

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