Ahí está de nuevo, caminando por el pasillo con esa aura de alta autoridad, siendo llevado por esas piernas largas que combinaban con su alta estatura, vestido formalmente con esa ropa que huele a perfume costoso el cual altera las hormonas de todas...
Una vez estaba lista completamente para irme a la escuela, me acerqué a la puerta y tomé la perilla. Tragué fuerte y solté un suspiro antes de abrirla, no había salido de mi cuarto después de lo que sucedió anoche y siendo sincera ahora tengo miedo de hacerlo.
Abrí la puerta lentamente y asomé mi cabeza por está para ver si el pasillo estaba despejado, si. La abrí por completo y salí rápidamente de la habitación para bajar las escaleras a la velocidad de la luz, cosa que no me sirvió de nada.
En la mesa estaban mi madre, mi padrastro y ese pequeño mocoso desayunando. Mi padrastro levantó su mirada conectandola con la mía y sentí todo mi ser temblar en ese instante.
-M-me voy a la escuela--dije levemente apartando mi mirada
-Vete, tonta--dijo Max riendo
-¿Quieres que te lleve?--preguntó mi padrastro tratando de hacerse el buen hombre frente a mi madre
-No--dije seria
-¿Por qué eres tan grosera?--preguntó mi mamá
-Solo trata de ayudarte--dijo y reí amargamente
Sin decir más nada solo salí de mi casa antes de que mi madre hiciera que entrara al auto de ese idiota. Caminé hacia la parada del autobús y esperé pacientemente hasta que el bus llegara.
Después de unos minutos de viaje el bus se detuvo en la parada cercana a mi escuela así que bajé ahí para comenzar a caminar.
Mi estómago comenzó a hacer ruidos extraños y sentí esa sensación de vacío en él, no había comido desde anoche claramente moría de hambre. Observé cafeterías cercanas en el lugar y decidí entrar a una, por suerte papá me había dado dinero ayer.
Hice la fila tranquila y ordené lo que quería para comer, por suerte te entregan las cosas rápido y no debía esperar a que estuvieran listas.
-Gracias--le dije amablemente a la trabajadora quien me entregaba una bolsa con mi comida adentro
Me giré para buscar una mesa y me sorprendí al ver al profesor Kim en una de las mesas del lugar leyendo un libro mientras tenía un vaso de café apoyado en la mesa.
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¿Qué...hace aquí?
Por favor no seas tonta, es una cafetería creo que hace lo mismo que todos aquí.
Realmente se veía perfecto en estos momentos, no me cabe duda que es un hombre increíble...un hombre increíble que se acaba de dar cuenta de que lo estaba mirando.
Sonrió levemente y me saludó con su mano a lo que yo respondí de la misma forma, enserio yo doy vergüenza. Observé como su mano señaló el puesto vacío enfrente de él, ¿acaso me está invitando a sentarme?
Observé hacia todos lados tratando de confirmar que si estuviera hablando conmigo y no con una persona detrás de mi porque eso si sería vergonzoso.
