𝐃 𝐞 𝐯 𝐢 𝐥 𝐄 𝐲 𝐞 𝐬 ✞
La obsesión es un pecado mortal, no te puedes obsesionar con algo porque cuando se vaya te hará falta.
JiMin, es un joven infrecuente, sus personalidades lo hacen cometer locuras en el convento en el que vive. Min Yoo...
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YoonGi, retrocedió un poco y soltó un suspiro. Se pasó las manos por el cabello castaño y vio a TaeHyung, aterrorizado con la mirada baja y la espalda pegada a la pared rocosa. El castaño se le acercó y le puso una mano en el hombro a este.
—Ji...JiMin, él... —YoonGi, lo vio sollozar y pasarse las manos por el cabello para tirar de ellos.
—No es él, TaeHyung. —le dijo YoonGi. —JiMin, convive con dos personalidades además de la suya.
TaeHyung, arrugó el ceño sin comprender lo que este le decía.
—¿Personalidades? ¿Qué mierda estás diciendo?
—Todos tenemos una personalidad original, JiMin desarrolló dos más. No sé cómo, no sé si fue por un trauma o algo parecido. Pero, son distintas a él. Una macabra y otra lujuriosa.
TaeHyung, recordó la escena del intenso beso la noche pasada y el momento en que los dos tuvieron sexo. ¿Había sido JiMin?
—Por eso cambian sus ojos de color... —comentó YoonGi. —Él ahora mismo es otra persona, no es JiMin.
—¡¿Cómo mierda dices que no es JiMin?! ¡Él se ha vuelto loco! —TaeHyung, agarró a YoonGi por el cuello de la camisa y lo levantó un poco. —Hace unos días lo ayudé a esconder un maldito cuerpo sin saber. ¡¿POR QUÉ MIERDA NO ME DIJO LO QUE PASABA?!
—TaeHyung, suéltame... —el castaño dirigió sus manos a las manos de TaeHyung que estaban alrededor del cuello de su camisa. —JiMin, no sabe lo que le pasa. Él hace caso omiso a esas personalidades, hasta deja que controlen su cuerpo. ¡Él no sabe nada!
Este lo soltó y se alejó un poco de YoonGi, pasó saliva y bajó la mirada a sus manos.
—Yo... Yo, soy cómplice de una muerte. —dijo TaeHyung, recordando cuando los dos lanzaron el cuerpo muerto de aquel chico a la corriente. —Hice lo que él me dijo...
YoonGi, soltó un suspiro y fue ahí cuando escucharon los ahogados y macabros gritos dentro de aquel túnel. El corazón de YoonGi bombeó rápido y sintió la piel erizarse a escuchar tales gritos.
—¡NO! ¡DÉJAME! —escucharon de nuevo los gritos.
TaeHyung, miró a YoonGi y salió corriendo, sumergiéndose por el camino en el que JiMin había aparecido hace unos minutos.
—¡TaeHyung! ¡No! —el castaño empezó a correr detrás de él, también sumergiéndose en la oscuridad.
TaeHyung, siguió los gritos ahogados del chico y llegó al final del pasillo. Sintió un escalofrío correr por su espalda y luego sintió una mano deslizarse por esta. Este miró la pared de cemento que estaba frente a él y luego con lentitud miró por encima del hombro asustado y no vio a nadie, solo sentía la mano subir por su espalda. En un abrir y cerrar de ojo, esa misma mano pasó a su muñeca y tiraron de ella hacia abajo haciendo que TaeHyung se agachara encontrándose con los ojos llorosos de JungKook.
