El joven rubio de 20 años se encontraba sentado en aquella cómoda cama, mientras viajaba entre su imaginación. Se encontraba en el mundo en donde el corría y se sentía libre de lo que hacía, habían animales y todo era hermoso. Se acostaba entre el jardín verdoso y suspiraba el cálido aire. El sol, lo hacía sentir caluroso y con sed. Estaba vivo. Se sentía en libertad. Con una sonrisa tachada en sus labios, llamaron a la puerta.
Lo sacaron de aquella burbuja en la que se encontraba y se levantó de la cama para abrir la puerta. Se colocó sus sandalias y se acomodó su pijama blanca. Se acercó a la puerta y puso una mano en el pomo, la giró y la abrió.
—Buenos días, Park. —saludó su único amigo, Kim TaeHyung. Este también vestía de la misma pijama que traía él. —Es hora de desayunar. —le dijo él.
Desde que le habían dado la noticia de que su madre había muerto al despertar hace 15 años. Estaba solo desde entonces, pero TaeHyung llegó a su vida quizás alegrándola poco a poco en que los días pasaban. Tenía unos tiernos ojos y sonreía mucho. Le gustaba jugar a correr y acostarse mirando al techo, imaginando muchas cosas.
El chico de cabello rubio, quien TaeHyung lo había llamado, salió de la habitación cerrando la puerta detrás él. Se metió las manos dentro del pantalón liso blanco de pijama y se sumergió por el pasillo que daba hacia las escaleras. Siguió a TaeHyung, en silencio hasta llegar segundo piso. El castaño, abrió la puerta y dejó pasar al rubio primero.
—He visto el desayuno de hoy, se ve delicioso. —dijo TaeHyung. —¿Pudiste dormir bien anoche, JiMin?
—Uhm, ¿Por qué lo dices?
—De nuevo estás en altar a media noche. ¿Qué haces allí a esas horas? ¿Rezar? —reprimió una risa.
Caminaron por los pasillos llenos de nuevos chicos con las mismas pijamas. Se escuchaban murmullos y risas que venían de la cafetería. JiMin, se adelantó y empujó la puerta de vidrio atrayendo la mirada de todos. TaeHyung, lo alcanzó entrando al lugar, el cual se llenó de un silencio amargo y murmullos desagradables. El rubio ya estaba acostumbrado de que hablaran de él por ser el más antiguo.
—No recuerdo muy bien, pero quizás estaba soñando. —río este, llegando a una pequeña abertura en la pared por la cual pasaban la bandeja con comida. —Buenos días. —saludó a la mujer que cocinaba.
—Buen día, joven JiMin. —respondió ella con una sonrisa amigable y le extendió la bandeja para que él la tomara. TaeHyung, asomó la cabeza, asustando a la mujer.
—¿Qué hay para mí, Ruth? —formó una sonrisa enseñando los dientes.
—Joven Kim, usted tendrá poco este día. Mingi, ha dicho que se ha portado muy mal. —JiMin, soltó una carcajada al ver la reacción de tristeza de TaeHyung.
—Mingi, miente. Vamos, Ruth. Tú me conoces, soy un ángel. —pestañeó varias veces en tono de inocencia.
—¿Seguro? No te creo. —dijo ella entregando la bandeja servida con comida al castaño. —Que lo disfruten, chicos.
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥 𝐄𝐲𝐞𝐬 ⇢𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔|𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒
Fanfic𝐃 𝐞 𝐯 𝐢 𝐥 𝐄 𝐲 𝐞 𝐬 ✞ La obsesión es un pecado mortal, no te puedes obsesionar con algo porque cuando se vaya te hará falta. JiMin, es un joven infrecuente, sus personalidades lo hacen cometer locuras en el convento en el que vive. Min Yoo...