El rubio bajó los pantalones del castaño y apartó la ropa interior de este. Dejó besos en el cuello YoonGi, haciéndolo jadear. Con su mano masturbó el miembro erecto del mayor y bajó hacia su pelvis depositando pequeños besos. Mientras masturbaba el miembro del menor, dirigió su boca a este e introdujo al glande a su húmeda boca sin dejar de mover su mano el miembro. El castaño, soltó un ahogado gemido y cerró los ojos mordiéndose el labio inferior por la sensación placentera que este le causaba.
El rubio, dejó de masturbarlo y se metió todo el miembro a su boca, haciendo que YoonGi, se agarrara de las sabanas de la cama. Mientras este le hacía un oral, despojó de su pantalón de pijama poco a poco y con su mano masturbó su miembro. El castaño abrió los ojos y se encontró con los cafés brillantes del rubio. Tenía una mirada fría y penetrante, algo que hizo que el corazón de YoonGi diera un vuelco.
Sintió las manos de este subir por sus muslos y separar sus piernas. Este sacó el miembro de su boca y metió dos dedos de su mano a su boca, ensalivándolos. Luego, hizo que YoonGi levantara un poco las caderas y este acercó su boca a la entrada del castaño haciéndolo gemir una vez más. Con sus dedos húmedos, los acercó a la entrada poco a poco del mayor, provocando un poco de dolor. YoonGi, se mordió el labio inferior con fuerza haciéndolo sangrar.
El rubio, movió sus dedos dentro del mayor, mientras volvía a su miembro erecto para hacerle un oral. Luego de unos minutos, el rubio había ensalivado su mano y ahora masturbaba su miembro, mientras sacaba y entraba sus dedos dentro del mayor. Se había acomodado y había separado las piernas del castaño, se posicionó y dejó de masturbar su miembro. Con su mano libre, le levantó un poco las caderas al mayor y acercó su miembro a la entrada de este.
—Te dije que te iba a ser mío, doctor. —dijo el rubio, mirando con fogosidad y sediento al castaño. —Dolerá. Claro que sí. Pero, extrañamente disfruto del dolor... —acercó sus labios a la oreja de este. —Más si lo provoco yo. —susurró este, haciendo que la piel se erizara.
¿En serio era JiMin? Este no era el comportamiento de él. Parece que él que hablara fuera Mort y no JiMin. Pero..., si era así. ¿Por qué sus ojos estaban cafés y no azules?
YoonGi, levantó las manos y las puso en el pecho de este, empujándolo. Pero, el rubio sacó los dedos húmedos de la entrada del mayor y con sus dos manos agarró las muñecas del castaño y las llevó arriba de la cabeza de este. Las sostuvo con una sola mano, mientras que con la otra tomaba su miembro y lo alineaba con la entrada de este. Sus ojos se volvieron a encontrar. Lucían llenos de ira y sed de lujuria. No eran los cálidos ojos cafés que JiMin tenía. ¿Qué le había pasado?
—JiMin... —habló YoonGi. —No creo que esto sea necesario... —pasó saliva, sin apartar la mirada de los del menor.
—Mírame, doctor... —sonrió. Aquella sonrisa que veía en Mort, la llevaba tachada JiMin en sus malditos labios. —Mírame en cada momento que tome cada parte de ti. Obsérvame cuando llegue a tu punto del placer. —el rubio dio un pequeño empujón y entró poco a poco en el castaño haciéndolo gemir del dolor.
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𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥 𝐄𝐲𝐞𝐬 ⇢𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔|𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒
Fanfiction𝐃 𝐞 𝐯 𝐢 𝐥 𝐄 𝐲 𝐞 𝐬 ✞ La obsesión es un pecado mortal, no te puedes obsesionar con algo porque cuando se vaya te hará falta. JiMin, es un joven infrecuente, sus personalidades lo hacen cometer locuras en el convento en el que vive. Min Yoo...