Capítulo 8: Habitación del pánico

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El castaño retrocedió un poco más, haciendo que el rubio riera con solo ver su expresión asustada. Cada vez, YoonGi le quitaba la sed de temor a este. Se cruzó de brazos mirándolo y se acercó a la cama para sentarse.

—Tome asiento. —pidió este, acomodando una silla frente a él. YoonGi miró la silla y luego lo miró a él. Este sonrió y se acostó en la camilla juntando las manos para llevarlas detrás de su cabeza. Cerró los ojos y soltó un suspiro. —Seré a quien evalúes. Soy tu paciente, doctor.

El castaño soltó un suspiro, subiendo y bajando los hombros. Se lamió los labios y caminó hacia la silla. Se supone que era profesional, ¿Por qué se dejaba intimidar de este? Si quería ayudar a JiMin, después de todo tenía que enfrentar a los ojos verdes intimidantes y el terror de los ojos azules, para salvar a aquellos tiernos ojos cafés. Se sentó en la silla, mirando con curiosidad al rubio acostado en la camilla. En sus labios tenía tachada una lasciva sonrisa con los ojos cerrados. Movía sus pies en la cama como tal niño pequeño inquieto y tarareó una pequeña canción, esperando que YoonGi hablara.

YoonGi, carraspeó nervioso. Se lamió los labios y trató de controlar su acelerada respiración junto con sus infrecuentes latidos. Miró al rubio en la camilla y empezó.

—¿Qué te sucedió? —preguntó.

El rubio dejó de tararear la canción y también dejó de mover los pies. Soltó un suspiro y abrió un ojo, mirando de reojo y volvió a reír por la expresión seria de YoonGi. Lo cerró de nuevo y carraspeó.

—Bueno, doctor. —dijo. —Cabe resaltar que todo fue un abuso sin el consentimiento. Es la repugnancia que sintió en ese entonces la mente y el cuerpo. El deseo de provocar el mismo sentimiento en otro, pero no en él. ¿Sabe usted que es ser tocado sin su consentimiento? Que solo vean su cuerpo como una atracción lujuriosa y le gusten experimentar con él. Bien, imagínese lo peor.

—¿Quién se atrevió? –preguntó.

—Creo que debes tener una idea sobre quién es. Digo, acabas de ver lo horrible que es estar aquí. Digo, yo seré quién le salve el culo a JiMin. Porque, si lo miras bien, es vulnerable ante todo.

—JiMin no es vulnerable, él es fuerte.

Soltó una carcajada al escuchar eso.

—¿Por qué no se defendió entonces?

—¿Quién podría en una situación como esa? —contratacó. —Dime, Kan. Tu lo hubieras matado, ¿Cierto? Estás lleno de rencor y dolor, y cegado con la ira que solo quieres provocar lo mismo. —se lamió los labios para seguir. —Ahora, ¿Te satisface hacerle lo mismo que a ti, entre comillas, a otras personas? —el rubio abrió los ojos y borró su sonrisa. —¿Qué ganarías con eso? Pues, no lo estás matando. Lo que tú quieres es justicia. ¿Por qué quieres hacerlo de esta manera? ¿Por qué no solo ir contra él?

𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥 𝐄𝐲𝐞𝐬 ⇢𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔|𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora