Orión había tenido la precaución de borrar de los recuerdos de Barty Crouch hijo todo lo relacionado con él, de modo que podía fingir que no sabía nada de lo que Harry contaba. Y aunque Dumbledore desconfiaba de él, no tenía ninguna prueba de que realmente estuviese implicado en el regreso de Voldemort.
Barty Crouch había sido obligado mediante veritaserum a contar toda la verdad de lo que había ocurrido, y había confesado haber matado a su padre el día que había aturdido a Viktor. Después, el ministro de magia, Cornelius Fudge, había visitado Hogwarts con un dementor como escolta, que había robado el alma a Crouch en cuanto se había acercado.
Eira no había dicho que había estado en el cementerio, y nadie a excepción de Luke y de Orión sabía la verdad. La bruja sabía que debía apoyar la declaración de Harry y contar lo que había visto, pero no se sentía capaz de hacerlo. Demasiadas personas a las que quería estaban implicadas, entre otras su madre. Estaba muy confundida aún, y no quería exponerla.
Se sentía perdida por completo. Y además, cada vez que miraba a Harry sentía culpabilidad por no decirle que ella lo apoyaba, que había visto ella también con sus propios ojos el regreso de Voldemort.
Orión, una de las únicas personas que sabía por lo que estaba pasando, se mantenía a su lado tratando de que no se desmoronase.
—Tu madre, Melody, no lo apoya —le explicaba una y otra vez con paciencia—. Pero tampoco puede estar en su contra...
Sin embargo, los acontecimientos vividos eran demasiado para Eira, y finalmente tomó una drástica decisión. No podía decidir alejarse de Orión, porque era casi parte de su familia, pero era incapaz de mirar a Luke y saber que era también cómplice de aquello.
—No puedo continuar con esto —terminó diciendo—. Lo siento.
—Eira —susurró él—. Lo dejaré... No apoyaré más a Orión.
—Sabes que no es posible —replicó ella—. Orión hará lo posible para no perderte y, cuando su padre recupere poder, nadie podrá mantenerse neutral... Y ambos sabemos qué bando apoyarás.
Tal vez después se arrepintiese. Tal vez estuviese cometiendo un error, porque aunque se alejase de Luke, no podría hacer lo mismo con sus padres y con Orión. Pero quería poder alejarse de Voldemort todo lo que le resultase posible.
—Déjame intentarlo —suplicó él.
—Tú sabes que no odio a los muggles ni apoyo las ideas de la pureza de sangre ni nada semejante —comentó la joven—. Te quiero, Luke... pero todo esto es demasiado para mí.
—Al menos podemos darnos un tiempo —insistió Luke, que no estaba dispuesto a rendirse sin haber intentado todo lo posible previamente—. Después de verano, o incluso en diciembre, podrías cambiar de opinión. Todo ha ocurrido demasiado rápido y comprendo que haya sido complicado asimilarlo.
Eira asintió con la cabeza, aunque no sabía si cambiaría de opinión o no. No sabía lo fuerte que era su amor por Luke... tal vez fuese momento de ponerlo a prueba.
—Pero cada uno hará lo que desee —dijo—. Podremos estar con quien deseemos. Es la única manera de saber si realmente merece la pena estar juntos o podemos mantenernos separados.
—De acuerdo —asintió él—. Si en cualquier momento tomas una decisión... solamente tienes que hablarme. Estaré disponible para hablar cuando necesites.
Eira no pudo evitar sentirse algo mal al oír aquello. Estaba claro que parecía que Luke estaba afectado por aquello. No le cabía duda de que la quería y de que todo lo que había sucedido entre ellos había sido real, pero si continuaba con él, quedaría aún más implicada en lo que sucedía, y no sabía si merecía la pena. Necesitaba descubrirlo. Descubrir lo que era alejarse de Luke.
—Bien.
No necesitó decirle que aún le importaba; él ya lo sabía.
Eira se mantuvo cerca de sus amigos de Gryffindor. Sentía, de alguna manera, que si se acercaba a ellos y se alejaba un poco de los miembros de su casa, estaría más lejos de Voldemort. Aunque también era consciente de que se estaba engañando a sí misma, de que no era verdad.
Muchos notaron que algo le sucedía, pero solamente Luke y Orión sabían de qué se trataba. Los demás habían supuesto que se sentía afectada por la muerte de un alumno de Hogwarts o el regreso de Voldemort, que Dumbledore no había ocultado a los estudiantes, aunque había muchos que no lo creían.
—Eira.
Viktor se acercó a su prima el último día. También se encontraba afectado, tanto por el hecho de que Karkarov se había marchado y había desaparecido como por el hecho de haber sido controlado mediante la maldición imperius. Y por la pérdida de Cedric. Él mismo podía haber estado en su lugar.
—Sabes que puedes escribirme cuando lo necesites —dijo Viktor—. Te he visto bastante mal.
—No te preocupes por mí. Las vacaciones me sentarán bien.
Hizo un esfuerzo por sonreír, aunque sabía que era probable que las vacaciones la confundiesen aún más. ¿Cómo iban a sentarle bien pasaría mucho tiempo con su familia y no podría dejar de pensar en su relación con Voldemort?
Se despidió de Viktor con un abrazo antes de que este fuese a hablar con Hermione.
Una vez en el tren, Eira escuchaba sin prestar mucha atención la explicación de por qué Rita Skeeter sabía tantas cosas. Hermione había descubierto que era una metamorfomaga y que podía convertirse en un escarabajo, e incluso la había atrapado. Eira solamente había sido capaz de sonreír levemente. Tampoco había reaccionado cuando Draco, Crabbe y Goyle se habían acercado a molestar y habían recibido maldiciones. Y apenas había saludado a Fred y George.
Nadie la presionó, aunque sintió la cercanía de Harry, quien la observaba con preocupación.
Un nudo se iba formando en su estómago a medida que el tren avanzaba y, con ello, el reencuentro con sus padres.
Al salir del tren, se despidió de sus amigos de Gryffindor pidiendo que le escribiesen en verano, y fue junto a Orión en busca de sus padres. Para su sorpresa, el único que se encontraba allí era Thomas. Aquello le resultó extraño, pues su madre nunca había faltado.
—¿Está bien mamá? —preguntó.
—Sí, pero estaba ocupada —respondió su padre—. Sujetaos a mí.
Ambos adolescentes sujetaron su equipaje y agarraron al hombre al mismo tiempo, y sintieron cómo una fuerza tiraba de ellos. Se habían aparecido. Se encontraban en la entrada de la casa de los Sayre, la que Eira siempre había considerado su hogar.
—No molestéis a Melody —pidió Thomas—. Está concentrada en algo importante.
Ambos jóvenes asintieron y entraron en la casa. Dejaron sus baúles en la entrada para que después se subiesen mediante magia, dado que ellos aún no podían utilizarla fuera del colegio.
Orión y Thomas se habían dirigido cada uno a un lugar, y Eira se encontraba sola. Llevada por la curiosidad, fue en busca de su madre, que supuso que se encontraría en el cuarto que utilizaba para elaborar pociones. Su padre le había advertido que no debía molestarla, pero tenía un mal presentimiento. Estaba cerca del cuarto cuando comenzó a oír voces.
Se detuvo para escuchar, y sintió un escalofrío cuando, además de la voz de su madre, reconoció la de Voldemort. ¿Por qué se encontraba en su casa?
Se acercó un poco más para escuchar lo que decían.
Y lo que oyó la dejó de piedra.
—... aunque comprendo que no compartamos las mismas ideas. La sangre de Salazar Slytherin corre también por tus venas, hermana.
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Eira y el cáliz de fuego✔️
Fanfiction[EeH #3] Cuarto curso en Hogwarts. Tres escuelas de magia participarán en el Torneo de los Tres Magos, y Harry resulta elegido como campeón para participar. Orión sospecha de inmediato que algo está ocurriendo en el colegio, algo relacionado con su...