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«Ladybug ¿Soy un juguete para tí?» Su voz estaba al borde del llanto.

No podía soportarlo más.

Estaba aquí, volví a caer.

Nos besamos, lo hice otra vez.

Ella estaba muy sorprendida.
«Nunca. ¿Por qué me preguntas eso?» ella sonaba genuinamente preocupada.

Solté una risa casi oscura.

«No hace falta que te sigas burlando de mí, sé que sólo soy tu compañero, sé que no valgo nada, sé que te acuestas conmigo por lástima, lo sé todo.» mi voz sonaba tan seca, tan fría y por primera vez me sentí un "digno hijo de Gabriel Agreste"

«Gatito, jamás pensé eso de tí, nunca.» su voz era suave, logró tranquilizarlo.

Pero tenía mucho miedo.

Sus cabellos rubios se erizaban del miedo. Y los ojos de Ladybug se llenaron de tristeza al verlo tan asustado y acorralado.

«Mi pobre gatito ¿Quién te llenó la cabeza con tantas mentiras?» ella se acercó lentamente, las orejitas de Chat Noir estaban bajas. Él no se dignó a mirarla.

Antes de que ella pudiera tocarlo, él se alejó, con el rostro lleno de vergüenza.

«¡Lo siento mucho mi Lady! No sé por qué creí que serías capaz de usarme, eres increíble y el resto sí es verdad, no valgo la pena» los ojos verdes de él estaban cargados de tanta tristeza.

Ella estaba furiosa, no con su gatito, sino con los que le hicieron creer eso.

Ladybug iba a encargarse de eso, pero lo primordial era consolar a su gatito.

«Eres mi hermoso gatito, te amo más que nada; y eres la única persona con la que he estado, y estoy perdidamente enamorada de tí, mi precioso gatito. » ella no pudo decir nada más, porque el rubio la envolvió en sus fuertes brazos.

Aventura y pasión 【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora